Por Germán Ayala Osorio,
comunicador social y politólogo
Llama la atención que las
Universidades Javeriana (Cali) y Libre (Pereira) insistan en abrirle espacios “académicos”
al hoy senador Uribe, a pesar de las protestas y abucheos de sus estudiantes,
al ver en sus campus a un cuestionado ex presidente, quien además se presenta
con un enorme cuerpo de seguridad que intimida, al tiempo que le sirve para salvaguardar
su integridad y contener a quienes manifiestan su enfado por la presencia del
líder político.
El rechazo generalizado de
sectores del estudiantado hacia la figura del ex mandatario, debería de
suscitar en estas y en otras universidades del país, un serio cuestionamiento
alrededor de la conveniencia, necesidad y el real aporte de invitar a quien no
tiene, justamente, la actitud de responder preguntas y cuestionamientos, siendo estos,
connaturales al entorno académico. Dudo del talante académico de los eventos a
los cuales fue invitado el controvertido ex presidente.
Creo que se equivocan las
directivas de las universidades que invitan a Uribe Vélez y le facilitan
escenarios en donde su figura termina imponiéndose más por la fuerza de su
condición de ex presidente, que por la fuerza y contundencia de sus argumentos;
por ese camino, sus monólogos terminan convertido en escenarios en donde solo
hay lugar a una sola y única verdad, que deviene absoluta, incontrastable y
universal.
Desconozco los motivos, objetivos
y propósitos de los eventos a los cuales el señor Uribe fue invitado por las
directivas de las mencionadas universidades. Pero ello no es óbice para
preguntar y cuestionar dichas invitaciones, por considerar que existen
suficientes hechos y circunstancias que enlodan su nombre y que serían
suficientes para negarle su entrada a cualquier campus universitario: me
refiero a los serios cuestionamientos ético-políticos que recaen sobre el ex
presidente, en lo que concierne a las interceptaciones ilegales adelantadas por
miembros del DAS, institución que dependía directamente de la Casa de Nariño,
en cabeza del entonces Presidente. A ello se le suma, sus simpatías ideológicas
con el fenómeno paramilitar y sus continuas descalificaciones hacia la
oposición política.
Y resulta aún más llamativo, que la
Universidad Libre de Pereira lo invite cuando claramente el ex mandatario
desconoció la libertad de cátedra, de conciencia y el derecho a la libre
expresión de uno de sus docentes, en el ya conocido caso de una estudiante que
retrató al docente y envió la imagen a Uribe, con el claro propósito de
intimidarlo y constreñir su derecho a usar elementos y casos del contexto, para
explicar asuntos propios de su cátedra. La presencia del político antioqueño,
en la Universidad Libre de Pereira, bien se podría entender y asumir como un
rechazo al profesor Iván Giraldo[1], por
lo acontecido en su curso.
Distinto sería que estas
universidades propiciaran, como lo hizo en su momento la Universidad Jorge
Tadeo Lozano, espacios de debate, en donde el ex presidente pudiera ser
cuestionado por académicos e incluso, por los estudiantes. En el recordado
evento de la Tadeo Lozano, ganaron los estudiantes y en especial la academia, dado
que se cuestionaron políticas y acciones de Gobierno.
No pueden las Universidades
servir de cajas de resonancia al discurso provocador y estigmatizante de Uribe y
mucho menos, insistir en presentarlo como un referente ético y político, cuando
existen suficientes elementos, circunstancias y hechos que claramente indican
que su liderazgo y fuerza política afectaron negativamente a una sociedad que
deviene polarizada y violenta, en parte, debido a la forma como Uribe Vélez
manejó los asuntos públicos y el Estado, entre el 2002 y el 2010.
Nota: a mi correo llegó lo que sería un Comunicado de la Asociación de Profesores de la Universidad Libre. Se publica por considerarlo de gran valor político y periodístico y porque sirve para ampliar lo dicho en esta columna:
ASOCIACIÓN
DE PROFESORES DE LA UNIVERSIDAD LIBRE
-ASPROUL-
COMUNICADO
La Junta Directiva
Nacional de la Asociación de Profesores de la Universidad Libre, ASPROUL,
nuevamente denuncia y rechaza la actitud provocadora del senador Álvaro Uribe
Vélez, para con la comunidad unilibrista, al hacer presencia en los campos de la
sede de la ciudad de Pereira, acompañado como siempre por un grupo de seguidores
y esquema de seguridad ajenos a la Institución, agrediendo verbal y físicamente
a quienes manifestaron su inconformidad por el irrespeto a la diferencia con sus
ideas y la forma como no se permitió la participación de nuestros estudiantes en
el supuesto debate académico.
Igualmente
repudiamos la conducta de las Autoridades académicas de la Seccional por
permitir la presencia de la fuerza pública, quien desde las 6 a. m. rodeó las
instalaciones de la Universidad, empleando gases lacrimógenos y bolillos para
silenciar la protesta y no permitir un debate abierto y democrático ante el
dirigente del Centro Democrático.
Finalmente
respaldamos la actitud valerosa de la juventud unilibrista de la Seccional
Pereira, al levantarse contra todo intento de intimidación, la agresión a la
libertad de cátedra, el respeto a la autonomía universitaria, los debates
democráticos y contra los generadores de ideas que le hacen culto a la
corrupción, el autoritarismo y la violencia.
JUNTA DIRECTIVA NACIONAL
FRANCISCO OSTAU DELAFONT
PRESIDENTE
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