HAY QUE REPENSAR LOS DISCURSOS
PUBLICITARIO Y NOTICIOSO
Por
Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo
Por
las condiciones socio históricas y culturales en las que deviene el orden
social y político colombiano, en el contexto de un largo y degradado conflicto
armado interno, bien vale la pena discutir, revisar y si es posible, modificar
sustancialmente los criterios y los valores noticia con los que los periodistas
y ahora más que nunca las empresas mediáticas, deciden qué es o no noticia.
De
igual forma, el discurso publicitario deberá también modificarse y adecuarse.
Ambos discursos, el publicitario y el noticioso, deberán cambiar en aras de
facilitar la consolidación de escenarios de posguerra y posconflicto,
atravesados, sostenidos y orientados por actitudes que busquen la
reconciliación entre los colombianos.
Hay
varias circunstancias y hechos que hacen urgente discutir unos nuevos criterios
de noticia para un país que busca la paz y que deberá diseñar escenarios de
posguerra y de posconflicto. Por ejemplo, la relativa universalidad de los
criterios de noticiabilidad es un hecho que abre la posibilidad para discutir
unos que propicien no sólo la reconciliación entre los colombianos, sino que
promuevan el respeto y el reconocimiento de la diferencia en un país de
regiones y con disímiles culturas y grupos étnicos. Es claro que tanto el
periodismo como la publicidad han aportado poco al respeto de la diferencia.
Baste con recordar las negativas representaciones sociales que los medios construyen,
reconstruyen o masifican alrededor de lo afro, lo indígena y lo femenino, entre
otros asuntos.
En
la tarea de cambiar los valores noticia y el discurso publicitario deben
participar las Facultades de Comunicación Social y Periodismo, las agencias de
publicidad, publicistas, periodistas, las empresas mediáticas y grupos de
intelectuales y el propio Estado, entre otros,
con miras a dar una discusión amplia y plural para cambiar lo que hasta
el momento le viene haciendo daño a la comprensión de la diferencia y de lo que
sucede en nuestro país, en especial lo que históricamente ha acontecido al
interior del conflicto armado interno.
Otro
hecho que motiva la propuesta de modificar los criterios de noticiabilidad está
íntimamente relacionado con la dependencia
informativa que la gran prensa colombiana tiene con los ex presidentes, en
especial con el ex presidente Uribe Vélez. No es posible que su negativo
liderazgo, mezquindad y odio motiven el registro noticioso de los medios
masivos. Para una sociedad que deambula bajo una ética de mínimos no es
recomendable que la figura negativa de Uribe Vélez a cada momento aparezca en
los medios, para descargar lo que claramente es un problema psicológico de
quien hoy extraña el poder, el reconocimiento y la obediencia que ostentó y
logró imponer durante sus ocho años de Gobierno.
La
transformación del país no sólo pasa por
la posibilidad de ponerle fin al conflicto con las guerrillas, sino que depende
también de los discursos publicitario y noticioso, soportados en valores y
principios que poco promueven el respeto, la comprensión de la diferencia y la
pluralidad. Como expresiones de una cultura ‘blanca’ hegemónica, dichos
discursos deben cambiar porque vamos a necesitar de otros discursos para
consolidar la paz en escenarios de posconflicto en donde pensar, actuar y ser
diferente no sea motivo de burla, estigmatización, ocultamiento,
invisibilización o rechazo.
Nota: Texto publicado en: http://www.programalallave.com/opinion.php?titulo=HAY%20QUE%20REPENSAR%20LOS%20DISCURSOS%20PUBLICITARIO%20Y%20NOTICIOSO&autor=GERM%C3%81N%20AYALA
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