martes, 8 de julio de 2014



HAY QUE REPENSAR LOS DISCURSOS PUBLICITARIO Y NOTICIOSO



Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo


Por las condiciones socio históricas y culturales en las que deviene el orden social y político colombiano, en el contexto de un largo y degradado conflicto armado interno, bien vale la pena discutir, revisar y si es posible, modificar sustancialmente los criterios y los valores noticia con los que los periodistas y ahora más que nunca las empresas mediáticas, deciden qué es o no noticia.

De igual forma, el discurso publicitario deberá también modificarse y adecuarse. Ambos discursos, el publicitario y el noticioso, deberán cambiar en aras de facilitar la consolidación de escenarios de posguerra y posconflicto, atravesados, sostenidos y orientados por actitudes que busquen la reconciliación entre los colombianos.

Hay varias circunstancias y hechos que hacen urgente discutir unos nuevos criterios de noticia para un país que busca la paz y que deberá diseñar escenarios de posguerra y de posconflicto. Por ejemplo, la relativa universalidad de los criterios de noticiabilidad es un hecho que abre la posibilidad para discutir unos que propicien no sólo la reconciliación entre los colombianos, sino que promuevan el respeto y el reconocimiento de la diferencia en un país de regiones y con disímiles culturas y grupos étnicos. Es claro que tanto el periodismo como la publicidad han aportado poco al respeto de la diferencia. Baste con recordar las negativas representaciones sociales que los medios construyen, reconstruyen o masifican alrededor de lo afro, lo indígena y lo femenino, entre otros asuntos.

En la tarea de cambiar los valores noticia y el discurso publicitario deben participar las Facultades de Comunicación Social y Periodismo, las agencias de publicidad, publicistas, periodistas, las empresas mediáticas y grupos de intelectuales y el propio Estado, entre otros,  con miras a dar una discusión amplia y plural para cambiar lo que hasta el momento le viene haciendo daño a la comprensión de la diferencia y de lo que sucede en nuestro país, en especial lo que históricamente ha acontecido al interior del conflicto armado interno.

Otro hecho que motiva la propuesta de modificar los criterios de noticiabilidad está íntimamente relacionado con la dependencia informativa que la gran prensa colombiana tiene con los ex presidentes, en especial con el ex presidente Uribe Vélez. No es posible que su negativo liderazgo, mezquindad y odio motiven el registro noticioso de los medios masivos. Para una sociedad que deambula bajo una ética de mínimos no es recomendable que la figura negativa de Uribe Vélez a cada momento aparezca en los medios, para descargar lo que claramente es un problema psicológico de quien hoy extraña el poder, el reconocimiento y la obediencia que ostentó y logró imponer durante sus ocho años de Gobierno.

La transformación del país  no sólo pasa por la posibilidad de ponerle fin al conflicto con las guerrillas, sino que depende también de los discursos publicitario y noticioso, soportados en valores y principios que poco promueven el respeto, la comprensión de la diferencia y la pluralidad. Como expresiones de una cultura ‘blanca’ hegemónica, dichos discursos deben cambiar porque vamos a necesitar de otros discursos para consolidar la paz en escenarios de posconflicto en donde pensar, actuar y ser diferente no sea motivo de burla, estigmatización, ocultamiento, invisibilización o rechazo.

Se requerirá de un profundo cambio cultural para consolidar la paz y el posconflicto y para ello se necesitará de nuevos discursos y liderazgos. 


Nota: Texto publicado en: http://www.programalallave.com/opinion.php?titulo=HAY%20QUE%20REPENSAR%20LOS%20DISCURSOS%20PUBLICITARIO%20Y%20NOTICIOSO&autor=GERM%C3%81N%20AYALA

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