martes, 7 de abril de 2015

PRÓXIMA PARADA DE ORDÓÑEZ: LA CASA DE NARIÑO

Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo


Con el ‘guiño’ del Partido Conservador, se da por descontado que, a partir de hoy, el jefe del Ministerio Público será precandidato presidencial por esa colectividad. Al parecer, los conservadores harán, en su momento, una consulta interna de la que harán parte Martha Lucía Ramírez y Mauricio Cárdenas.

Sin que Ordóñez haya aceptado la invitación del Partido Conservador, miremos qué escenarios jurídico-políticos deberían darse y qué posibilidades tendría el actual Procurador Ordóñez para llegar a la Presidencia, una vez haya aceptado participar de la consulta interna y por supuesto, obtenido la victoria sobre Ramírez y Cárdenas. Sobre estos dos eventuales contendores, la verdad es que Ordóñez llegaría con grandes ventajas, dado el poder clientelar acumulado durante más seis años de ejercicio al frente de la  Procuraduría General de la Nación.

El primer escenario jurídico-político que será determinante para la eventual carrera hacia la Presidencia de Ordóñez Maldonado, corre por cuenta del Consejo de Estado, instancia que deberá fallar ante la demanda interpuesta por un grupo de abogados, contra su espuria reelección como Procurador General de la Nación. Su poder clientelar ha impedido que dicha Corporación haya tomado una decisión en derecho, sobre la polémica reelección.

El segundo escenario jurídico-político está directamente relacionado con el Proceso de Paz de La Habana. En particular, lo que tiene que ver con las circunstancias en las que operará la justicia transicional que se diseñe, para procesar judicialmente a los máximos líderes de las Farc, por los delitos políticos cometidos y por la comisión de delitos de lesa humanidad. Será esa la oportunidad política y electoral, para que Ordóñez se erija como el líder moral de los sectores sociales y políticos que se oponen a que se otorguen penas alternativas a la privación de la libertad, a los miembros de la cúpula de las Farc.

Ahora miremos qué sectores de la opinión podrían apoyar una eventual candidatura del jefe del Ministerio Público. Las familias de los militares y policías activos y retirados, pueden sentirse representados por quien en reiteradas ocasiones ha defendido la institucionalidad castrense y se ha opuesto tanto al Marco Jurídico para la Paz, como al Proceso de Paz de La Habana.

Una vez Ordóñez Maldonado sea candidato presidencial, previo triunfo en la consulta interna conservadora, la población colombiana que no está de acuerdo con las conversaciones de paz y que no acepta que los guerrilleros de las Farc participen de la vida política del país, podría sentirse atraída por quien muy seguramente utilizará, en su beneficio, electoral y político, lo acordado en La Habana.

Ordóñez desde ya se perfila como el líder moral que se opone a que haya una justicia transicional que haga posible que, a través de una justicia política, haya en el país Verdad sobre lo acontecido durante años de guerra interna y se logre la reparación integral a las víctimas de un degradado conflicto armado interno. Más que verdad y reparación, Ordóñez exige que los líderes farianos paguen penas efectivas de cárcel. Esa es la bandera que Ordóñez ya tomó y con la que muy seguramente buscará llegar al Solio de Bolívar.

Otros sectores sociales que podrían acompañar una eventual aventura presidencial del ladino Procurador Ordóñez, son aquellos que se oponen a la eutanasia, al aborto en los tres casos autorizados por la Corte Constitucional, al matrimonio y a la adopción de parejas del mismo sexo. Ya cuenta en el Congreso[1] y por fuera de él, con la Fundación Marido y Mujer. Y claro, con un importante sector de la población del país que siente que “los valores se han perdido”, de allí que Ordóñez tenga todo para erigirse como ese líder moral que nos llevará de regreso a la Constitución de 1886 y a las circunstancias contextuales que ese marco jurídico definía para un país tradicionalmente conservador y godo.    

De igual  manera, el uribismo podría apoyar la candidatura de Ordóñez, dadas las simpatías y coincidencias ideológicas, morales, económicas y políticas que existen entre Uribe, los miembros del Centro Democrático y el actual Procurador. Como Jefe del Ministerio Público, Ordóñez acompañó a Uribe, lo que sin duda se tradujo en un respaldo total a su gestión, a pesar de escándalos y versiones que comprometían al entonces Presidente Uribe, sus amigos congresistas procesados por la entonces Corte Suprema de Justicia, con el proyecto político, económico, social y cultural que agenciaron los paramilitares.

La columnista Cecilia Orozco lo expresa de esta manera: “Que recuerde, Alejandro Ordóñez nunca enfrentó al entonces presidente Álvaro Uribe, ni como miembro del Consejo de Estado ni como procurador, cuando Uribe intentaba someter a las dos cortes, Suprema y Constitucional, a sus planes de megalómano. ¿Será que lo olvidé? ¿Alguna vez Ordóñez aseguró que la Casa de Nariño de aquella época estuviera intentando reducir las cortes a “cortesanas”? Pues no, ignoraba la viga en el ojo uribista mientras el suyo estaba ciego, por completo, porque ambos coinciden en agenda[2]

Además, hay una vieja declaración, que en varios espacios de la red le han sacado a Ordóñez, cuando fungía como Concejal, con la que claramente defendía a las auto-defensas (ver foto). En ella, el entonces edil dijo: “impedir que los ciudadanos de bien reaccionen es obligarlos a que sean muertos, extorsionados o lacerados en su vida, honra y bienes. No podemos desconocer que las auto-defensas se ajustan a las normas  de la moral social, del derecho natural y de nuestra legislación positiva. Pensar lo contrario es, por decir poco, una absurda ingenuidad[3].

Con todo y lo anterior, es claro que Ordóñez quiere llegar a la Casa de Nari (no de Nariño). Y queda, también claro, que el Partido Conservador quiere ser, después de haber sido subsumido por Uribe, una verdadera opción de poder. Y en esa colectividad saben que el Procurador Ordóñez es quien mejor representa sus ideas políticas.

Si Ordóñez llega a la Presidencia, será quien lidere el proyecto político que la derecha y la ultraderecha desde ya preparan, para impedir la implementación de los acuerdos a los que llegue Santos y la cúpula de las Farc.

Que los Gobiernos y Estados que hoy apoyan el Proceso de Paz de La Habana, sepan que Ordóñez Maldonado es el alfil y el líder moral del proyecto conservador que Uribe, militares y policías, entre otros, están estructurando para oponerse a la implementación de los compromisos, que en el marco de los acuerdos, asume el Estado colombiano si se firma el fin del conflicto entre las Farc y el gobierno de Santos Calderón. Intuyen aquellos, que ya no basta con oponerse a un proceso de paz que parece no tener reversa. Reconocen que la única forma de dar al traste con lo acordado en Cuba, es recuperar el poder. Por ello, Ordóñez sería una especie de Uribe III.


Nota: imagen tomada de http://polocritico.blogspot.com/2015/01/el-pasado-en-presente-el-procurador.html




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