Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo
Llamar la atención de los periodistas o distraer a los medios masivos es relativamente fácil, especialmente cuando la persona que maneja las agendas mediática y política es el Presidente de la República.
Apenas se estaban discutiendo los alcances de los decretos de la ‘emergencia social’, cuando el anuncio presidencial de conformar una red de sapos con estudiantes universitarios a cambio de 100 mil pesos mensuales, clausuró un tema, un asunto público sensible, que podría servir para que los afectos a Uribe entiendan de una vez por todas que la defensa del gran capital que agencia Uribe, afectará la calidad de vida de millones de colombianos, entre los cuales, están varios millones de ciudadanos afectos al Presidente.
En la Casa de Nariño y en el ‘Ministerio de la Propaganda’ reconocieron el riesgo que para la eventual reelección de Uribe (vía votación del Referendo) generaría la discusión pública que se venía dando en varios medios masivos, alrededor de los decretos que en materia de salud, el Gobierno había expedido dizque para conjurar la crisis del sistema de aseguramiento.
Por ello, de manera hábil, y con la complicidad de periodistas radiales y de la gran prensa escrita, insertos en la inercia mediática, el Presidente lanzó la propuesta de reclutar universitarios para que señalen, informen y hagan parte de tareas de la fuerza pública, a cambio de 100 mil pesos mensuales, dizque para conjurar la violencia que se vive especialmente en ciudades como Medellín, Bogotá, Cali y Barranquilla, entre otras.
Es decir, el administrador, el capataz de la finca llamada Colombia, decide que los asociados al Estado (en adelante se llamarán agregados), ahora deberán dejar su condición de civiles para volverse actores del conflicto, a cambio de 100 mil pesos.
En regímenes despóticos como Cuba y Venezuela se conforman células revolucionarias o comités de defensa, que sirven para violentar las libertades de conciencia y de expresión y por esa vía, conculcar los derechos humanos en materia grave de aquellos que no comulgan con las políticas de Gobierno, señalados previamente como detractores, enemigos, terroristas o ideólogos de modelos de país contrarios a los propuestos por los dictadores de aquellos países. Es decir, la política de vigilar y castigar. ¿Será que eso es lo que pretende lograr el Presidente Uribe con la peligrosa propuesta?
Con los informantes-estudiantes se borra de un tajo el sentido de la ciudadanía y se pierde la condición de civil, en un escenario de cooptación en el que se pondrá en riesgo la vida de los universitarios que decidan aceptar semejante iniciativa.
Pero más allá de la propuesta, lo que se pone de presente es la manipulación mediática de un Gobierno experto en lanzar cortinas de humo, para tapar los malos manejos de los recursos públicos y hacer olvidar los crímenes de lesa humanidad cometidos por la fuerza pública, pero especialmente para evitar que las audiencias conozcan que los decretos firmados por el Gobierno lo único que buscan en evitar que las EPS presten un mejor servicio a los colombianos.
En el escenario despótico que ha ido poco a poco consolidando el Presidente, los medios de comunicación y los líderes de opinión tienen una gran responsabilidad, en la medida en que se han dejado llevar por la inercia periodística, que apoyada en maniqueos valores/noticia, le siguen facilitando las cosas al Gobierno de Uribe.
No hay en los medios de comunicación una actitud de seguimiento y vigilancia permanente de los asuntos de Gobierno. Cada que el Presidente habla, medios y periodistas corren a registrar lo dicho y lo hecho, en una decisión periodística y editorial que facilita las cortinas de humo, y hace que medios y periodistas sean cómplices de la confusión de las audiencias, incapaces de relacionar y de cruzar hechos, en aras de reconocer, con claridad, las verdaderas intenciones y el modelo económico que se esconden detrás de medidas como los decretos de la emergencia social y la anunciada propuesta de meter en el conflicto a estudiantes universitarios.
Sea o no una nueva cortina de humo, el solo hecho de pensar en convertir a estudiantes universitarios en sapos, en actores del conflicto, representa un involución en el régimen democrático y constitucional, en lo que corresponde a libertades y derechos.
Se hace necesario, en las actuales circunstancias políticas, un ejercicio inteligente de la prensa. De lo contrario, serán responsables de los giros involutivos que en materia constitucional y democrática, está dando el país con un gobierno como el de Uribe.
Llamar la atención de los periodistas o distraer a los medios masivos es relativamente fácil, especialmente cuando la persona que maneja las agendas mediática y política es el Presidente de la República.
Apenas se estaban discutiendo los alcances de los decretos de la ‘emergencia social’, cuando el anuncio presidencial de conformar una red de sapos con estudiantes universitarios a cambio de 100 mil pesos mensuales, clausuró un tema, un asunto público sensible, que podría servir para que los afectos a Uribe entiendan de una vez por todas que la defensa del gran capital que agencia Uribe, afectará la calidad de vida de millones de colombianos, entre los cuales, están varios millones de ciudadanos afectos al Presidente.
En la Casa de Nariño y en el ‘Ministerio de la Propaganda’ reconocieron el riesgo que para la eventual reelección de Uribe (vía votación del Referendo) generaría la discusión pública que se venía dando en varios medios masivos, alrededor de los decretos que en materia de salud, el Gobierno había expedido dizque para conjurar la crisis del sistema de aseguramiento.
Por ello, de manera hábil, y con la complicidad de periodistas radiales y de la gran prensa escrita, insertos en la inercia mediática, el Presidente lanzó la propuesta de reclutar universitarios para que señalen, informen y hagan parte de tareas de la fuerza pública, a cambio de 100 mil pesos mensuales, dizque para conjurar la violencia que se vive especialmente en ciudades como Medellín, Bogotá, Cali y Barranquilla, entre otras.
Es decir, el administrador, el capataz de la finca llamada Colombia, decide que los asociados al Estado (en adelante se llamarán agregados), ahora deberán dejar su condición de civiles para volverse actores del conflicto, a cambio de 100 mil pesos.
En regímenes despóticos como Cuba y Venezuela se conforman células revolucionarias o comités de defensa, que sirven para violentar las libertades de conciencia y de expresión y por esa vía, conculcar los derechos humanos en materia grave de aquellos que no comulgan con las políticas de Gobierno, señalados previamente como detractores, enemigos, terroristas o ideólogos de modelos de país contrarios a los propuestos por los dictadores de aquellos países. Es decir, la política de vigilar y castigar. ¿Será que eso es lo que pretende lograr el Presidente Uribe con la peligrosa propuesta?
Con los informantes-estudiantes se borra de un tajo el sentido de la ciudadanía y se pierde la condición de civil, en un escenario de cooptación en el que se pondrá en riesgo la vida de los universitarios que decidan aceptar semejante iniciativa.
Pero más allá de la propuesta, lo que se pone de presente es la manipulación mediática de un Gobierno experto en lanzar cortinas de humo, para tapar los malos manejos de los recursos públicos y hacer olvidar los crímenes de lesa humanidad cometidos por la fuerza pública, pero especialmente para evitar que las audiencias conozcan que los decretos firmados por el Gobierno lo único que buscan en evitar que las EPS presten un mejor servicio a los colombianos.
En el escenario despótico que ha ido poco a poco consolidando el Presidente, los medios de comunicación y los líderes de opinión tienen una gran responsabilidad, en la medida en que se han dejado llevar por la inercia periodística, que apoyada en maniqueos valores/noticia, le siguen facilitando las cosas al Gobierno de Uribe.
No hay en los medios de comunicación una actitud de seguimiento y vigilancia permanente de los asuntos de Gobierno. Cada que el Presidente habla, medios y periodistas corren a registrar lo dicho y lo hecho, en una decisión periodística y editorial que facilita las cortinas de humo, y hace que medios y periodistas sean cómplices de la confusión de las audiencias, incapaces de relacionar y de cruzar hechos, en aras de reconocer, con claridad, las verdaderas intenciones y el modelo económico que se esconden detrás de medidas como los decretos de la emergencia social y la anunciada propuesta de meter en el conflicto a estudiantes universitarios.
Sea o no una nueva cortina de humo, el solo hecho de pensar en convertir a estudiantes universitarios en sapos, en actores del conflicto, representa un involución en el régimen democrático y constitucional, en lo que corresponde a libertades y derechos.
Se hace necesario, en las actuales circunstancias políticas, un ejercicio inteligente de la prensa. De lo contrario, serán responsables de los giros involutivos que en materia constitucional y democrática, está dando el país con un gobierno como el de Uribe.
7 comentarios:
German,
Anoche que escuche sobre esto en Hora 20 pense en escribirte a primera hora, pero bueno, te anticipaste con tu reflexión, me parece la cosa mas absurda e irresponsable de Alvaro Uribe.
Vamos a tener por cuenta de estos muchachos cuantos muertos mas, y cuantos falsos positivos mas??
Un abrazo
Mauricio
Hola Uribito.
¡En horabuena!
Esta política fue utilizada por todos los regímenes de extrema derecha e izquirda, para tener información total y vigilancia sobre la sociedad. ¡Qué peiligro!
¡Feliz día!
Luis F.
De acuerdo tema muy complejo no han dimensionado las implicaciones que traerá
Saludos cordiales,
martha
Te voy a sapear a vos mamertazo…y gratis…jajaja
MGC
Hola Germán
Cordial saludo
Buen punto Germán: es indiscutible que manipular al periodismo colombiano y en parte a la opinión pública es lo más fácil del mundo, máxime en una sociedad como la nuestra donde el verbo OLVIDAR, es el que mejor sabemos conjugar.
Jenny Daira Maturana
Apreciado profesor, no se si por error o por institucionalidad me llegan correos con sus artículos y reflexiones. Lo importante de todos modos es que me llegan sus escritos, y me siento honroso poder disfrutar de sus contenidos. con en el de esta entrega, hoy más que nunca estoy de acuerdo en que lo que vendría con una reelección, no es bueno para nuestra patria. Además, para quienes somos padres de familia y estamos en la tarea de educar personas de bien para el futuro, mucho menos vamos sentir como aceptable este tipo de acontecimientos, que nos causan incertidumbre hacia el futuro. Y como comunicador, igual pienso que es necesario tener cuidado con el papel de los medios de información, que ha diario buscan tener eco en la sociedad con este tipo de golpes de opinión, que tratan de tapar el sol con una mano. Gracias Germán por tus opiniones tan acertadas
JSA
Hola Germán,
Gracias por tu reflexión y gracias a Dios que no trabajo directamente en un medio de comunicación, yo creo que donde estuviera allí sería otro maniquí de los anuncios del presidente y en general de todas las noticias, porque diciendo la verdad, o bueno, tal vez me equivoque, el 98% de los periodistas, incluyo a hombres y mujeres, no piensan, todos son una manada de borregos corriendo detrás de….
Para donde van los periodistas, para donde los llevan las noticias y para donde van las noticias, para donde las llevan los periodistas.
Saludos.
Catalina
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