YO DIGO SÍ A LA PAZ

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miércoles, 13 de octubre de 2010

EL REGRESO DE URIBE: ¿CO-GOBIERNO U OPOSICIÓN?

Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo

El regreso del ex presidente Uribe a la arena política significará un retroceso para el ilegítimo sistema político y democrático que funciona en Colombia.

Al liderar la escogencia de candidatos a gobernaciones, alcaldías, asambleas y concejos, Uribe se erige y fungirá como el gran gamonal, con poder económico y político, y con la gracia de los medios de comunicación, incapaces de advertir lo que significa su regreso a la acción política.

Desde esa nueva condición recuperará el poder para insistir en un tipo de democracia ajustado a la medida de sus intereses personales y de los grupos de poder que él representó y representará (ganaderos, mineros y terratenientes), cerrando las puertas a todas aquellas fuerzas que decididamente se oponen al modelo económico y político imperante hoy Colombia.

Coherente con su forma de entender la política, Uribe no aceptó la dirección del partido de la U y menos aún, el ofrecimiento de liderar los intereses del conservatismo. El ex presidente no cree en la función de los partidos de recoger las demandas sentidas de amplios grupos sociales, para luego convertirlas en políticas públicas efectivas y eficientes. Uribe cree en el ejercicio generoso del político, es decir, en el clientelismo, en la edificación de un líder populista y carismático, capaz él solo de solucionar problemas a quienes acompañen y aprueben sus ideas y formas de actuar, es decir, ciudadanos acríticos en camino de convertirse en súbditos.

Convertido hoy en ‘ayudante de la democracia’, y a través de los llamados ‘talleres democráticos’, Uribe Vélez buscará no sólo (re) apoderarse del país político, con todo lo que ello significa, sino hacer oposición a Juan Manuel Santos.

Del poder político que alcance Uribe en las elecciones de 2011, dependerá el buen gobierno de Santos y la permanencia de su coalición y de la propia idea de unidad nacional.

Sus objeciones a los proyectos de ley de tierras y reparación de víctimas se deben entender como el abre bocas de lo que será su acción política directa en contravía de los propósitos del gobierno de Santos. Además, las reuniones que sostuvo con los ministros de agricultura y defensa, así como las que ha sostenido con representantes y senadores, pueden indicar un ejercicio paralelo al poder del Estado, hoy encarnado en la figura de Juan Manuel Santos.

Desde ya se exponen dos vertientes ideológicas y políticas: por un lado, la línea de clara intención liberal partidista de Santos, en aras de alcanzar la legitimidad y de mantener la estructura del Estado social de derecho; y por el otro lado, la línea neo conservadora de Uribe, en intención de desmontar las obligaciones y la estructura del Estado social de derecho, para dar paso a lo que él mismo intentó imponer desde la Presidencia: el estado de opinión como estadio superior del estado social de derecho.

En ese camino, podría Uribe llevar al país a niveles insospechados de polarización política que no sólo afectarán al gobierno de Santos, sino a las nacientes prácticas democráticas que acompañan aún el espíritu de una Constitución política liberal y garantista como la de 1991.

Lo que es claro es que Uribe no vendrá a colaborar en la tarea urgente de profundizar la democracia en Colombia, por el contrario, su claro propósito es el de recuperar los hilos del poder que logró acumular y cooptar, con prácticas no del todo legítimas, durante sus ocho años de gobierno.

Ojalá que los medios de comunicación, los ex presidentes Pastrana y Samper, y la casi inexistente Oposición, aguarden vigilantes estos primeros pasos de un ex presidente interesado en perpetuar su poder, obligando a Santos a aceptar un co gobierno, o en el mejor de los casos, una abierta oposición política de su mentor.


Nota: este artículo fue publicado en Aula & Asfalto, espacio digital del programa de comunicación social y periodismo, de la Universidad Central de Bogotá, edición 209, de octubre de 2010.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Germán, saludos.
Pertinente y precisa reflexión. Esto merece un debate pero el pais no está para esas actividades democráticas. La gran prensa viene adormeciendo a la opinión pública. Cualquier hecho se vuelve noticia mundial con tal de desviar la atención sobre los problemas fundamentales de la sociedad, caso mineros de Atacama. Pero, en el fondo, creo que la posición de Uribe no tiene válidez histórica, pero causa daño. Tampoco, le conviene atacar a Santos, porque pierde protección, y una condena lo inhabilitaría.
Ni un paso atrás, hasta la victoria siempre,
Gilberto

Anónimo dijo...

Germán, la oligarquía y el imperio juegan a varias bandas. Nos ponen presión por un lado para ablandar, pero ellos saben para donde van. Uribe quiere Poder para salvarse, para poder negociar, pero la estrategia gruesa es la del imperio. Santos es ahora su ficha, Uribe va seguir forcejeando pero ya no es. Piénselo, no hay que dejarse llevar de las apariencias. Tanto con Uribe como ahora con Santos, las grandes transnacionales van a seguir detrás de sus intereses. Ahora, una vez identificado el problema, lo que tenemos que definir es nuestra estrategia, que allí sí es donde fallamos. Es más peligrosa la estrategia actual que la de Uribe, que sabíamos para donde iba. Este está más asesorado, les interesa penetrar y debilitar UNASUR. Piñera, Alan García y Santos, están actuando concertadamente. Su objetrivo ahora es ablandar a Correa.
le comparto unos versos anexos y el último artículo escrito en colaboración con un amigo, atte; fd

Anónimo dijo...

Hola Uribito:

Aunque hacía tiempo, por falta de tiempo, no te leía, creo que en tus artículos has aumentado la recreación con lugares comunes, como "ilegitimidad", oposición ciega y a raja tabla. Considero que el sistema político colombiano, antes que ilegítimo, es precario, lo que es diferente; por precario, entonces, es premoderno, lo que lo hace permeable a los caudillismos que3, necesariamente, son personalístas. Por lo mismo, sujeto de diversas manos que pululan y solo tienen intereses particualres.

De todas formas, escribir es un acto de valor y de proyección y, en esto, te veo sobresaliente.

Un abrazo,

Luis F.

Anónimo dijo...

Cual gobierno de Santos si estamos viendo un co-gobierno en Colombia de Chavez pues para el co gobierno colombiano los deseos chavistas sosn ordenes.Para muestra el caso Makled una bomba de tiempo para chave,que serà desactivada por Chavez gracias al arrodillamiento de nuestro presidente.