Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo
Hay dos tareas claves que el periodismo cumple: una, informar de acuerdo con sus intereses económicos y políticos, lo que de manera natural genera desinformación y pone en evidencia que la objetividad no existe, así muchos insistan en que sí es posible ser objetivos a la hora de informar. La otra tarea del periodismo es impactar a las audiencias, en especial a través de hechos noticiosos abordados de manera espectacular y situados de manera descontextualizada.
La patada que le dio Luis Moreno, jugador del Deportivo Pereira a una hermosa Lechuza que se posó en la cancha, durante un partido de fútbol de la llamada ‘liga’ colombiana, es el hecho de moda que hoy indigna a un sector de las audiencias, en especial a los defensores de los animales. Hasta pidieron cárcel para el jugador de fútbol, que actuó en contra del animal, asiduo visitante del estadio donde se adelantaba el partido Junior-Pereira.
Sin duda, estamos ante una acción bárbara del deportista, quien actuó desde el lugar privilegiado que el ser humano decidió ocupar, en relación con otras especies y claro está, en relación con la propia Naturaleza. La patada representa la capacidad, el poder, que el ser humano ha desarrollado para modificar sustancialmente la naturaleza y someterla a sus necesidades y caprichos. Literalmente, ese ser humano tiene el poder de agarrar a patadas todo lo que se le oponga a sus proyectos, a sus necesidades.
Hace unos días también reaccionamos porque varios policiales mataron a palazos (en 2009) a una perra. Sin duda, los efectos de los medios son claros y evidentes: pusieron a hablar al país, generaron opinión y encontraron eco en fuentes o en voceros que representan el poder de penetración de los media.
Pero es curioso que ante los miles y miles de proyectos mineros que se están llevando a cabo en estos momentos en el país, los medios no hagan eco de las denuncias que actores ambientales han hecho en torno a la explotación de oro, por ejemplo, en proyectos como los de Santurbán (Santander) y en Cajamarca (Tolima). El noticiero CM& casi en solitario, emitió varios informes sobre lo que viene sucediendo en el páramo de Santurbán.
La conciencia ambiental de periodistas y medios se despierta ante hechos condenables como la paliza a la perra y el patadón del futbolista, pero ante la catástrofe ambiental que está dejando la bonanza minera que Uribe apoyó, presionando al Ministerio del Medio Ambiente, para que se entregaran licencias ambientales, poco o nada han hecho para señalar culpables de lo que desde ya se erige como la mayor paliza o el mayor patadón que le podemos dar a nuestros recursos de la biodiversidad, a frágiles ecosistemas, fundamentales para la vida, pues comprometen fuentes de agua.
Para que otras perras (y perros), no mueran a manos de seres humanos indolentes e ignorantes; y para que otras aves, como la lechuza del estadio, no sean pateadas como lo hizo el hoy arrepentido jugador de fútbol, se requiere, primero, que medios y periodistas sean capaces de mirar el contexto en el que esos dos hechos son posibles: un Estado precario, incapaz y unos gobiernos (los dos de Uribe y el de Santos) que actúan sin política ambiental seria, en el marco de una inocua idea de desarrollo sostenible; además, esos hechos suceden porque hay una ciudadanía ignorante, que al ubicarse en lo más alto de la cadena trófica, decide qué especie vive y cuál no; cuál se patea y cuál debe ser apaleada.
Señores periodistas, es muy fácil cuestionar las actitudes del jugador de fútbol que pateó a la lechuza y la de los policías que mataron a la perra, pero la tarea real de Ustedes es la de confrontar al poder político, especialmente cuando este se concentra en manos de Presidentes capaces de autorizar el arrasamiento de bosques, la contaminación de aguas y la intervención de frágiles ecosistemas como los páramos. Cuando lo hagan de manera clara, decidida y efectiva, muy seguramente habremos aprendido a respetar la vida de perros y aves.
Hay dos tareas claves que el periodismo cumple: una, informar de acuerdo con sus intereses económicos y políticos, lo que de manera natural genera desinformación y pone en evidencia que la objetividad no existe, así muchos insistan en que sí es posible ser objetivos a la hora de informar. La otra tarea del periodismo es impactar a las audiencias, en especial a través de hechos noticiosos abordados de manera espectacular y situados de manera descontextualizada.
La patada que le dio Luis Moreno, jugador del Deportivo Pereira a una hermosa Lechuza que se posó en la cancha, durante un partido de fútbol de la llamada ‘liga’ colombiana, es el hecho de moda que hoy indigna a un sector de las audiencias, en especial a los defensores de los animales. Hasta pidieron cárcel para el jugador de fútbol, que actuó en contra del animal, asiduo visitante del estadio donde se adelantaba el partido Junior-Pereira.
Sin duda, estamos ante una acción bárbara del deportista, quien actuó desde el lugar privilegiado que el ser humano decidió ocupar, en relación con otras especies y claro está, en relación con la propia Naturaleza. La patada representa la capacidad, el poder, que el ser humano ha desarrollado para modificar sustancialmente la naturaleza y someterla a sus necesidades y caprichos. Literalmente, ese ser humano tiene el poder de agarrar a patadas todo lo que se le oponga a sus proyectos, a sus necesidades.
Hace unos días también reaccionamos porque varios policiales mataron a palazos (en 2009) a una perra. Sin duda, los efectos de los medios son claros y evidentes: pusieron a hablar al país, generaron opinión y encontraron eco en fuentes o en voceros que representan el poder de penetración de los media.
Pero es curioso que ante los miles y miles de proyectos mineros que se están llevando a cabo en estos momentos en el país, los medios no hagan eco de las denuncias que actores ambientales han hecho en torno a la explotación de oro, por ejemplo, en proyectos como los de Santurbán (Santander) y en Cajamarca (Tolima). El noticiero CM& casi en solitario, emitió varios informes sobre lo que viene sucediendo en el páramo de Santurbán.
La conciencia ambiental de periodistas y medios se despierta ante hechos condenables como la paliza a la perra y el patadón del futbolista, pero ante la catástrofe ambiental que está dejando la bonanza minera que Uribe apoyó, presionando al Ministerio del Medio Ambiente, para que se entregaran licencias ambientales, poco o nada han hecho para señalar culpables de lo que desde ya se erige como la mayor paliza o el mayor patadón que le podemos dar a nuestros recursos de la biodiversidad, a frágiles ecosistemas, fundamentales para la vida, pues comprometen fuentes de agua.
Para que otras perras (y perros), no mueran a manos de seres humanos indolentes e ignorantes; y para que otras aves, como la lechuza del estadio, no sean pateadas como lo hizo el hoy arrepentido jugador de fútbol, se requiere, primero, que medios y periodistas sean capaces de mirar el contexto en el que esos dos hechos son posibles: un Estado precario, incapaz y unos gobiernos (los dos de Uribe y el de Santos) que actúan sin política ambiental seria, en el marco de una inocua idea de desarrollo sostenible; además, esos hechos suceden porque hay una ciudadanía ignorante, que al ubicarse en lo más alto de la cadena trófica, decide qué especie vive y cuál no; cuál se patea y cuál debe ser apaleada.
Señores periodistas, es muy fácil cuestionar las actitudes del jugador de fútbol que pateó a la lechuza y la de los policías que mataron a la perra, pero la tarea real de Ustedes es la de confrontar al poder político, especialmente cuando este se concentra en manos de Presidentes capaces de autorizar el arrasamiento de bosques, la contaminación de aguas y la intervención de frágiles ecosistemas como los páramos. Cuando lo hagan de manera clara, decidida y efectiva, muy seguramente habremos aprendido a respetar la vida de perros y aves.
Nota: esta columna fue reproducida en los portales Hechoencali.com, revistacierto.com y en la página de la Acin (Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca). http://www.nasaacin.org/index.php?option=com_content&view=article&id=1703:la-lechuza-el-medio-ambiente-y-los-medios&catid=99:dcumentos-nasaacin&Itemid=86; http://www.hechoencali.com/columnas/la-lechuza-el-medio-ambiente-y-los-medios-2/; http://www.revistacierto.com/Perra,%20lechuza%20y%20medios.htm
3 comentarios:
Hola primo interesante la reflexion... pregunta... hace alguien ALGO por el daño del medio ambiente el Colombia?? les llega esto a los colegios??? hay comitees de estudio del medio ambiente en las Universidades y alguien que presente proyectos a la camara, senado ,concejo etc...
SSSSSiii se que es muy dificil esto....y que no hay la suficiente conciencia para esto... no se escucha al planeta y mandamos pensamientos negativos a la conciencia cosmica y vemos los resultados...
Que sera lo que hay que hacer????
Abrazos
Marta
Se prioriza el detalle y no se ve el bosque.
Rodrigo Ramos Sánchez
Uribito:
Cada día me preocupa más la falta de seriedad y sustancialidad de los medios de comunicación; pareciera que vivimos la época de la banalidad, en donde vende más el atropello a un animal que las violaciones sistemáticas y continuadas de los derechos de las personas.
Luisf.
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