YO DIGO SÍ A LA PAZ

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martes, 9 de agosto de 2011

‘BOLILLAZOS’ MEDIÁTICOS

Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo

Nuevamente el interesado y moralizante poder mediático logró poner y exponer en la picota pública al señor Hernán Darío Gómez, y logró, por la presión mediática ejercida, que éste presentara renuncia al cargo que ostentaba como director técnico de la Selección Colombia de Fútbol de Mayores.

En un hecho condenable, sin duda, Gómez se puso en bandeja ante unos medios ávidos de hechos noticiosos que les aseguren no sólo rating, sino autoerigirse ellos mismos como fiscalizadores de la moral y la ética, y como vigilantes de las buenas costumbres y en este caso, defensores de las mujeres.

Horas y horas dedicadas al acto violento perpetrado por el ‘Bolillo’ contra una mujer, sirven para poner de presente el poder sensacionalista y el tratamiento exagerado y por momentos irresponsable de un hecho que tiene un complejo carácter público-privado, que se volvió público y de importancia nacional y quizás mundial, por lo que representa ser el director técnico de la Selección Colombia de Mayores, es decir, porque, como dicen los medios, se trata de una figura pública. Claro está que no podemos desconocer que el suceso se dio en vía pública y ello de forma natural afecta el carácter privado que algunos le dan al hecho en tanto lo sucedido compete a dos personas adultas.

El caso del ‘Bolillo’ es la clara expresión de un país y de unos medios masivos que a rabiar rechazan la injustificada agresión contra una mujer, pero que validan, justifican y legitiman, todos los días, hechos, decisiones y actuaciones que quizás lesionen y hagan más daño a las mujeres y en general a la sociedad, que los golpes que le propinó Gómez a una señora de la cual no ha trascendido su identidad.

Qué bueno sería que esos mismos medios que se escandalizan hoy con el actuar reprochable del llamado ‘Bolillo’, hicieran lo mismo con las posturas del Procurador General de la Nación y las que exhibe el partido Conservador, que claramente atacan en materia grave los derechos de las mujeres a decidir, por ejemplo, en qué momento ser madres.

En repetidas ocasiones Alejandro Ordóñez, figura pública y como máxima cabeza del Ministerio Público, ha puesto por encima de la Constitución y de la ley, sus posturas ideológicas frente a temas sensibles como el matrimonio gay, la posibilidad de que parejas del mismo sexo adopten hijos y la penalización del aborto, entre otros asuntos.

Entonces, ¿Por qué no condenar mediáticamente las actuaciones y decisiones del Procurador General, pues él mismo es una figura pública y peor aún, está al frente de una institución clave para la defensa de los derechos de los ciudadanos?

De igual manera, habría que condenar periodísticamente el proyecto de ley que presentó el Partido Conservador encaminado en la misma línea punitiva del señor Ordóñez.

Pero no, estos asuntos religiosos no ameritan tratamientos espectaculares como el dado al hecho que enreda hoy al ‘Bolillo’ Gómez. A las audiencias, proclives al circo y a las manifestaciones emocionales, hay que darles hechos noticiables y novelables digeribles y exultantes, que fácilmente se convierten en efectistas cortinas de humo que ayudan, sin duda, a la incomprensión generalizada de asuntos de Estado, constitucionales y de derechos, que están detrás de la ideología retardataria que comparten el partido conservador y el Procurador General de la Nación.

Es claro que los medios colombianos no están pensados para generar estados de opinión calificados, que hagan posible unas audiencias críticas, formadas conceptualmente para discutir asuntos públicos como los referidos aquí. Por el contrario, están para distraer, para ocultar mostrando como diría Bourdieu, para entretener y no para explicar trasfondos ideológicos. Para espectaculizar lo banal y banalizar lo importante.

Hoy, con los bolillazos mediáticos, nuevamente quedó al descubierto el tenebroso y espectacular poder de unos medios masivos, que al servicio de intereses políticos, económicos y culturales, nos dicen que lo hecho por el ‘Bolillo’ Gómez resulta más peligroso para la dignidad y los derechos de las mujeres, que las actitudes abiertamente retrógradas asumidas por el partido conservador y por Alejandro Ordóñez en contra de ellas.

¿Qué hacer, entonces, frente al poder mediático? A los ciudadanos, formarse en criterio, leer, cuestionar, actuar con pensamiento crítico y por sobre todo, cuestionar los mensajes mediáticos y dudar de ese discurso moralizante que eleva al estatus de noticia unos hechos, pero que sirve para ocultar otros, quizás mucho más graves e importantes.


Nota: esta columna fue reproducida en el portal www.revistacierto.com

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Germán interesante reflexión que da cuenta de la doble moral de muchos ciudadanos, que por un lado condenan una actuación concreta y por el otro validan acciones y discursos que pueden incluso ser más lesivos que la misma actuación del Bolillo. Además de los casos citados en tu columna, está el de la alta consejera para la familia del gobierno nacional, que en un medio de televisión, salió recriminando el hecho, pero no expuso públicamente la responsabilidad del Estado y de ella misma como funcionaria pública, en el diseño de políticas públicas efectivas para evitar no sólo el caso que ronda los medios de comunicación, sino los de miles de mujeres que diariamente son golpeadas ante la mirada impávida de miles de ciudadanos, de funcionarios públicos y de los poderes detrás de los medios.

Carmen Jimena

Anónimo dijo...

Valoro enormemente esta reflexión y le comparto mi propia opinión que publique ayer

http://sepiensaseopina.tumblr.com

Anónimo dijo...

Gracias por tu reflexión muy interesante.

Catalina

Anónimo dijo...

Bien. Germanziño arranca de media cancha, dribla,… saca uno, gambetea, hace pase al Bolillo que la acaricia (a la bola) mientras es arrasado por una intrusa que le quita el balón…., fauuuulll, el árbitro pita,… la intrusa saca un cigarro, lo prende humea, no mea, no se había visto esta situación nunca antes en un escenario futbolístico… algo de dice al Bolillo que arremete a trompada limpia y mechoneo contra la intrusa,… Germanziño observa con curiosidad…. Han sacado a la intrusa, han sacado al Bolillo, han sacado al árbitro… Una densa niebla anuncia el comienzo de un nuevo final del fútbol colombiano…. (continuará

JMP