YO DIGO SÍ A LA PAZ

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jueves, 6 de octubre de 2011

GUERRERO NO VA SOLO EN EL BUS GANADOR

Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo

A pocos días de la fiesta electoral, las empresas demoscópicas y los medios de comunicación cumplen a cabalidad con sus tareas de llevar y atraer hacia la campaña virtualmente ganadora, a muchos electores que creen a pie juntillas en la neutralidad tanto de la información noticiosa, como en las encuestas y sondeos de opinión.

Lo cierto es que para el caso de Cali, la campaña del ex alcalde, Rodrigo Guerrero Velasco, puntea en las encuestas y es la favorita para alcanzar el poder en la capital del Valle del Cauca.

Será el triunfo de la élite caleña que ha soportado varias administraciones de corte abiertamente populistas y pretendidamente de izquierda. Son estas, las de John Maro Rodríguez, Apolinar Salcedo Caicedo y Jorge Iván Ospina.

Acostumbrada esa élite a mandar sin mayores resistencias por parte de las mayorías excluidas, durante las tres últimas administraciones han sufrido en el poder a quienes haciendo parte de Proyectos Políticos Emergentes, lo que han hecho es hacerse con el Estado no para cambiar las circunstancias históricas de exclusión y pobreza, sino para reproducir las prácticas clientelares y someter el Estado a intereses particulares.

Así, entonces, la campaña de Guerrero es la expresión de una ya vieja polarización entre ricos y pobres y significará el regreso de una élite que por su propia incoherencia e incapacidad, fue perdiendo vigencia y poder, hasta permitir el nacimiento de esos Proyectos Políticos Emergentes, que poco o nada han cambiado el panorama social, económico, político y cultural de una ciudad violenta, excluyente y culturalmente empobrecida por el narcotráfico.

Guerrero, entonces, está al frente del carro ganador. Pero ser o guiar el carro ganador demanda sus riesgos, pues a ese vehículo se están subiendo personajes de la política tradicional, es decir, politiqueros de oficio, ex alcaldes, políticos de derecha y en general, líderes políticos y económicos que sólo piensan en reproducir y extender sus intereses.

Además de lo anterior, las adhesiones (¿serán, en el futuro, adherencias?) de Argemiro Cortés y de Carlos Andrés Clavijo deben estar soportadas en intereses clientelares (burocráticos) y no programáticos.

Así, con un bus ganador repleto de los tradicionales vicios de la política local, regional y nacional, Rodrigo Guerrero alcanzará el poder en la ciudad de Cali, lo que sin duda le quitará capacidad de maniobra, pues no sólo está desde ya empeñada su palabra, sino los presupuestos y el manejo técnico y político de departamentos administrativos y de entidades que, como en las últimas administraciones, han estado en poder del clientelismo y la corrupción política.

Quienes crean que la ciudad superará con Rodrigo Guerrero Velasco la grave crisis fiscal que afronta y los problemas de movilidad, de violencia, de exclusión y de corrupción, deben primero revisar quiénes son los personajes que van en el bus de la victoria, junto con el candidato Guerrero.

Es más, debería el candidato Guerrero exhibir públicamente quiénes están subidos en su bus electoral y explicar los compromisos que adquirió con quienes adhirieron recientemente a su campaña.

Infortunadamente Guerrero no viaja solo con sus ideas y propuestas, lo hace acompañado de políticos que están para perpetuar los problemas de la ciudad de Cali. Por lo tanto, no hay que esperar mucho de su administración, de allí que, para evitar desengaños posteriores, existe la opción de votar en blanco o jugársela por aquellos que viajan en los buses perdedores. El 30 de octubre será el día para decidir.



Nota: esta columna fue reproducida en el portal www.hechoencali.com, a partir del 06 de octubre de 2011.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente reflexión Germán.

A mi también me preocupan los pasajeros que se han subido a ese bus, sin embargo no estaría tan seguro del triunfo de Guerrero, me quita mucho más el sueño saber que las clientelas que han estructurado y reclutado los votantes necesarios para elegir alcaldes en los últimos 12 años en Cali han fraguado una “Alianza de Terror” con el Polo Democrático Alternativo para no resignar la Alcaldía.


Los “narco dólares” están abundando y apoyando a la “Medallista Olímpica” no sólo en el Distrito de Aguablanca sino por todas las Comunas de Santiago de Cali.



La cifra parece haberse estabilizado en $ 120.000, oo por cada voto...sume esa cifra por cinco miembros (promedio por familia en edad de sufragar) y el resto ya sabemos como termina (Alcaldía de John Maro Rodríguez, Alcaldía de Apolinar Salcedo y Alcaldía de Jorge Iván Ospina).



Que entre el Diablo y escoja…

M

Anónimo dijo...

Hola Guajito, y si no es ese entonces ¿quién? María Isabel, ni me imagino quiénes están detrás de ella moviendo los hilos del títere. ¿Milton Castrillón? Para mí, el más pícaro, recuerdo bien lo que hizo con la educación; colegios de garaje y todas sus implicaciones… Lamentablemente en Cali no tenemos líderes honestos o un abanico interesante para escoger, como en Bogotá.



¿Qué hacemos Guajito?



M

Anónimo dijo...

Hola Uribito:



Aunque es cierta la relación dicotómica que planteas, también es evidente que frente a los Proyectos Políticos Emergentes que destrozaron la ciudad, vale la pena volver a apostarle a los proyectos tradicionales.



Ahora bien, también es claro que con el grado de conciencia alcanzado por la población y, sobre todo, de las mentes lúcidas, es posible articular un grupo (por qué no movimiento) que sirva de control al gobierno local en busca de mejores condiciones sociales para la ciudad.



Ya es tiempo de proponer dentro de la crítica, soluciones y posibilidades de control al ejercicio de la política.



Luis F.