Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo
Revuelo en redes sociales causó
apartes de la entrevista que Juan Carlos Vélez, gerente de la campaña por el
NO, dio al diario La República. La agitación social de lo expresado por este
escudero del latifundista y ganadero, Álvaro Uribe Vélez, pone de presente que
el TODO VALE, como principio orientador del proyecto ético-político de Uribe y
del autodenominado uribismo, sigue en pie, intacto, incólume y campante. Es decir, el ethos mafioso continúa siendo el faro que guía e ilumina a la clase política colombiana, en especial a los miembros del Centro Democrático (CD).
Leamos algunos
apartes de lo dicho por Vélez: “Descubrimos el poder viral de las redes
sociales. Por ejemplo, en una visita a Apartadó, Antioquia, un concejal me pasó
una imagen de Santos y ‘Timochenko’ con un mensaje de por qué se le iba a dar dinero a los guerrilleros si el país estaba
en la olla. Yo la publiqué en mi Facebook y al sábado pasado tenía 130.000
compartidos con un alcance de seis millones de personas.
Hicimos
una etapa inicial de reactivar toda la estructura del Centro Democrático en las
regiones repartiendo volantes en las ciudades. Unos estrategas de Panamá y
Brasil nos dijeron que la estrategia
era dejar de explicar los acuerdos para centrar el mensaje en la
indignación. En emisoras de
estratos medios y altos nos basamos en la no impunidad, la elegibilidad y la
reforma tributaria, mientras en las emisoras de estratos bajos nos enfocamos en
subsidios. En cuanto al segmento en cada región utilizamos sus
respectivos acentos. En la Costa individualizamos el mensaje de que
nos íbamos a convertir en Venezuela. Y aquí el No ganó sin pagar un peso.
En ocho municipios del Cauca pasamos propaganda por radio la noche del
sábado centrada en víctimas”[1].
Es claro que los integrantes del
Centro Democrático le apostaron al engaño, al artificio, a la treta y a la
artimaña, para confundir a unas audiencias empobrecidas ética y culturalmente. Pescaron
en ese río revuelto que es nuestra democracia, en el que conviven, en sus turbias aguas, la
ignorancia, la poca capacidad de lectura y análisis, la estupidez, la
inconciencia y la baja cultura política.
Así entonces, se configura el
engaño al electorado que no creyó en la campaña que promovía el SÍ y que se
dejó llevar por las tergiversaciones que hicieron del contenido del Acuerdo
Final tanto el senador Uribe, como el resto de los integrantes del Centro
Democrático. Por ejemplo, el ex presidente y montaraz ganadero[2] dijo
en las redes sociales que la “propiedad privada se ponía en riesgo en el
Acuerdo Final”.
La misma estrategia de ocultar,
de engañar y de no responder preguntas, les funcionó en los ocho años de
mandato de Uribe Vélez. Recordemos cuando dijo a sus congresistas que votaran
mientras no estuvieran en la cárcel[3]. Eso
sí, en aquellos momentos lo lograron gracias al apoyo de los noticieros
privados RCN y Caracol, y en general de la gran prensa bogotana que lo
convirtió en un fenómeno mediático, hasta convertirlo en el Mesías que iba a
acabar con el único problema del país: lafar[4].
Para la campaña en contra de la
refrendación del Acuerdo Final, Uribe contó con el apoyo denodado del Noticiero
RCN, y por supuesto, con la ignorancia de cientos de miles de colombianos que
aún lo ven como “el mejor presidente de Colombia”; igualmente, supo explotar el
odio y la animadversión que otros tantos cientos de miles de colombianos
sienten hacia las Farc. Así entonces, la treta les funcionó porque hay
circunstancias contextuales que les ayudaron y porque el TODO VALE logró
inocularlo Uribe[5] en las prácticas
políticas, sociales y económicas de
millones de colombianos. Ese es, quizás, el mayor legado que le dejó a
Colombia sus ocho años de
administración.
Eso sí, la reacción del senador
antioqueño no se hizo esperar. El propietario del Centro Democrático de
inmediato desautorizó a su escudero, Juan Carlos Vélez, a través de un
comunicado.
En algunos apartes se lee lo
siguiente: “El partido Centro Democrático desautoriza
las declaraciones del doctor Juan Carlos Vélez sobre la estrategia de
publicidad de la campaña del No. La estrategia de
publicidad se basó en argumentos: dar a conocer a los colombianos los
contenidos de lo firmado en La Habana, lo que sucedería si se aprobaba el
Plebiscito y el mensaje de la necesidad de corregir los acuerdos”.
Sobre los supuestos asesores extranjeros, de los que Vélez Uribe dice que solo dieron consejos, el partido aclaró que no hubo ningún tipo de contrato. Sin embargo, resulta necesario que se explique si está registrado en los libros de gastos de campaña. El comunicado agrega que “tanto los voceros del Partido como todos los congresistas y corporados desarrollaron una estrategia de comunicación directa con los colombianos, explicando razonadamente las implicaciones de los acuerdos de La Habana”[6].
Sobre los supuestos asesores extranjeros, de los que Vélez Uribe dice que solo dieron consejos, el partido aclaró que no hubo ningún tipo de contrato. Sin embargo, resulta necesario que se explique si está registrado en los libros de gastos de campaña. El comunicado agrega que “tanto los voceros del Partido como todos los congresistas y corporados desarrollaron una estrategia de comunicación directa con los colombianos, explicando razonadamente las implicaciones de los acuerdos de La Habana”[6].
Al final, no solo queda clara la permanencia incólume del
TODO VALE, sino la débil respuesta de una sociedad civil que parece compartir,
en lo público y en lo privado, ese innoble principio ético. Y peor aún resulta
la consolidación del TODO VALE, cuando varios medios de comunicación y
periodistas sirvieron de caja de resonancia a las mentiras y tergiversaciones
de Ordóñez Maldonado, y de miembros del Centro Democrático, como el propio Juan
Carlos Vélez, incluyendo, por supuesto, a su líder, Álvaro Uribe Vélez. Es
decir, se dañó la sal. Y el ethos mafioso sigue intacto.
Imagen tomada de Semana.com
[1] Tomado de: http://www.larepublica.co/el-no-ha-sido-la-campa%C3%B1a-m%C3%A1s-barata-y-m%C3%A1s-efectiva-de-la-historia_427891
[2] En la
red tuiter se lee: "Sin el incentivo de la propiedad privada se forman estados
aperezados, en la cual de nada sirve le educación y la medicina" Álvaro Uribe”.
[4] Léase las Farc, pero por los
problemas de dicción del ex presidente, el país se acostumbró a escucharlo
decir lafar.
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