En estas complejas y difíciles
circunstancias políticas y anímicas generadas por el resultado adverso de la
consulta del 02 de octubre, como seres humanos, profesores y estudiantes que
votamos SI al Acuerdo Final alcanzado en La Habana, queremos manifestar nuestro
profundo y sincero reconocimiento y respaldo a las víctimas de los actores
armados y en particular, a ese grupo de mujeres y hombres que aceptaron la
petición de perdón de la guerrilla de las Farc.
A las mujeres y hombres de Bojayá,
de la Chinita y a los familiares de los 11 diputados, queremos expresarles
desde la distancia, nuestra más profunda admiración por haber asumido la
actitud de perdón y de reconciliación; y ante la difícil coyuntura política y
jurídica por la que atraviesa el país, generada por la expresión democrática de
esos seis millones de colombianos que dijeron NO a la refrendación del Acuerdo
Final, queremos acompañarlas (los) y decirles que compartimos la desazón, la
tristeza y las lágrimas que juntos vertimos ese domingo cuando vimos que la
estrecha victoria del NO, logró el cometido de muchos de frenar el proceso de
paz y cerrar las puertas a la reconciliación y el perdón.
Con esta misiva queremos
invitarlas a no desistir en la búsqueda de la paz y la convivencia pacífica.
Ustedes ya dieron un paso gigante al perdonar a sus victimarios. Ahora nos corresponde a todos insistir en la
finalización del conflicto armado interno, en la reconciliación entre todos los
colombianos y proscribir las armas de la política.
Por el talante ético y el mensaje
esperanzador de esos gestos de paz y reconciliación, las y los invitamos a no
desfallecer. Ustedes, desde esa Colombia rural adolorida por el desdén de
quienes desde las urbes dijeron NO ese domingo 02 de octubre, son una guía
moral, ética y una fuerza para superar los aciagos momentos por los que
atraviesa el país.
Con la fortaleza espiritual de
las mujeres que perdonan, podemos, entre todos, reconstruir la condición y el
carácter civil de nuestras vidas, al tiempo que erosionamos el carácter heroico
de esos combatientes, legales e ilegales, cuyas acciones bélicas, legítimas o
no, maltrataron sus cuerpos, sus almas, sus vidas y sembraron de miedo y terror
sus territorios.
Un abrazo fraternal y nuestra más
profunda admiración
Siguen firmas
Jesús Alfonso Flórez López,
Universidad Autónoma de Occidente
Guido Hurtado, Universidad
Autónoma de Occidente
Germán Ayala, Universidad
Autónoma de Occidente
Elizabeth Gómez Etayo,
Universidad Autónoma de Occidente
Imagen tomada de elespectador.com
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