YO DIGO SÍ A LA PAZ

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martes, 16 de noviembre de 2010

EL CASO MAKLED

Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo

El pedido de extradición de Walid Makled, por parte de los Estados Unidos, pone al presidente Santos en una situación que por decir lo menos, es incómoda.

Santos empeñó su palabra con Chávez y a toda costa debe mantener el buen clima que hoy se respira en las relaciones bilaterales. Más allá de si detrás del operativo que dio con la captura del ciudadano venezolano, participó la DEA o si Venezuela solicitó primero su extradición, el gobierno colombiano debería considerar varios asuntos:

1. Mantener a toda costa el buen clima de las relaciones entre Caracas y Bogotá. No puede permitir Santos que los particulares intereses de los Estados Unidos terminen por afectar económicamente al país, especialmente a comerciantes y habitantes que sobreviven a lo largo y ancho de la frontera colombo venezolana, en especial, a los exportadores a quienes el gobierno de Venezuela aún tiene pendiente el pago de millonarias facturas. Hay un nuevo contexto en la región en el que la injerencia de los Estados Unidos no va a ser tolerada por países vecinos de Colombia, lo que obliga al Gobierno de Santos a actuar con precaución.

2. Una eventual extradición de Makled a los Estados Unidos serviría al Departamento de Estados de ese país como excusa para intervenir en Venezuela, por las presuntas facilidades que encontró el ciudadano capturado, para desarrollar actividades de narcotráfico. Makled señaló a la prensa que habría recibido alguna colaboración de militares bolivarianos. Colombia no puede insistir en ser agente norteamericano para desestabilizar gobiernos de la región y/o para generar circunstancias que van en contra de una necesaria y urgente integración de los países de sur América. Tantos años de servilismo hacia los Estados Unidos y el haber estado hincados a sus intereses durante la larga administración de Uribe Vélez, pusieron a Colombia a jugar un papel incómodo en la región, pero en especial con sus vecinos. Son tiempos del multilateralismo y ello significa no sólo buscar nuevos mercados, sino otros aliados, pero especialmente, trabajar por la unión de las naciones de esta parte de América.

3. El gobierno de Santos debe proponer el replanteamiento de las relaciones con los Estados Unidos. Es urgente desnarcotizarlas y llevarlas a otros terrenos, en los cuales por fin se construya una relación si no asimétrica, por lo menos digna y de respeto entre los dos países. La colaboración y la asistencia técnica y tecnológica brindadas por los Estados Unidos para la lucha contra las narco guerrillas, no puede obligar al país a distanciarse de una región y de unos mercados favorables para los productos colombianos.

4. Si Makled obtuvo o no colaboración de militares venezolanos o si el gobierno de Chávez es permisivo con el narcotráfico, son asuntos que deben resolverse dentro del territorio del vecino país.

Sin duda, el caso Makled es una prueba de fuego para las actuales relaciones entre Venezuela y Colombia.


Nota: este artículo fue publicado en Aula & Asfalto, edición 214 de noviembre 19 de 2010 y en la pagína http://www.nasaacin.org/attachments/article/1256/EL%20CASO%20MAKLED.pdf

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creeria yo que no sólo es una prueba de fuego en las relaciones bilaterales colombia-venezuela, sino quie empazaría a marcar un postura menos sumisa de colombia ante las políticas impuestas por el gobierno Americano. Santos debe actuar con prudencia, por que un altercado más con sus vecinos, lo llevarían a ponerse más cerca de la orilla de su antecesor.

Carmen

Anónimo dijo...

Hola Uribito:

¡Buena esa!

Luisf.

Anónimo dijo...

Una nueva " cascarita " para evaluar las relaciones bilaterales con Venezuela.Es un buen examen para la polìtica de relaciones exteriores.


Rodrigo Ramos