Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo
Instalada la mesa de diálogo en Oslo y después del discurso de Iván Márquez, líder y vocero de las Farc, los medios masivos, la gran prensa colombiana, acaba de exhibir el talante que en adelante tendrá para cubrir el delicado proceso de negociación que se dará en tierras cubanas.
Hay que decir que ese talante deviene de los intereses económicos y políticos de los empresarios que los sostienen y a la postura de clase de aquellos, que de tiempo atrás usan el periodismo y los medios masivos como herramientas ideológicas para encubrir los desastres ambientales, sociales, políticos, económicos y culturales que viene dejando un modelo económico extractivo y una política económica que sólo beneficia al gran capital y a los grandes monopolios y oligopolios.
Desde el mismo momento en que Márquez expuso su discurso, coherente, vehemente y anclado en realidades fácticas que la misma Contralora Sandra Morelli señaló cuando afirmó recientemente que "Colombia está al borde de un desastre ambiental”, noticieros como RCN, Caracol y CMI, y el programa de opinión Hora 20, dieron rienda suelta a una suerte de cruzada mediática para invalidar los señalamientos del vocero fariano, alrededor del nefasto modelo económico extractivo que tiene hoy en la locomotora minera a su más claro exponente.
Buscaron voces conservadoras y cercanas al Establecimiento para desconocer el trasfondo conceptual y las realidades de un discurso que tiene cambios muy claros en relación con otros discursos, que en otros escenarios, le hemos oído a la cúpula de las Farc.
Incapaces de dar la discusión conceptual e ideológica, el Establecimiento y el actual régimen de poder, usan la capacidad mediática instalada y el poder de penetración de noticieros como Caracol y RCN, para desvirtuar un discurso que claramente pone el dedo en las llagas, esto es, en los desastres ambientales que viene dejando a su paso la locomotora minera de Santos y los que provocó Uribe Vélez en sus ocho años de espurio mandato en los que desmontó la institucionalidad ambiental.
A la gran prensa colombiana le molestó que Márquez aludiera a Santo Domingo y a Sarmiento Ángulo, dos grandes ‘cacaos’ que concentran la riqueza y son líderes de grandes oligopolios que reducen, curiosamente, la competencia y el mercado.
¿Serán capaces los medios masivos de enviar reporteros a la Orinoquia, escenario elegido por Uribe para el desarrollo de grandes proyectos agroindustriales, para constatar si es cierto o no lo dicho por el vocero de las Farc? El señalamiento de Márquez no se desvirtúa entrevistando al ex presidente Uribe Vélez, pues su testimonio se invalida no sólo porque se niega a mostrar su declaración de renta, sino porque sabemos que puede estar usando como testaferros a quienes se benefician de los proyectos denunciados. Igual sucede con los voceros del Gobierno, ex ministros y hasta el propio Presidente. Unos medios que sólo consultan fuentes oficiales dejan a un lado el oficio de informar de manera veraz y oportuna, para convertirse en amanuenses y estafetas de sectores privilegiados.
El ambiente del proceso de negociación se torna, desde ya, tenso, por las grandes diferencias ideológicas que exhiben las partes dialogantes. Pero con el ejercicio de un periodismo ligero, irresponsable y cooptado por el gran capital, el contexto de la negociación se enrarecerá a tal punto, que por la deliberada postura de periodistas y medios masivos, los diálogos se podrían ver afectados más adelante.
Puestas de tiempo atrás las aparentemente irreconciliables diferencias políticas e ideológicas de Farc y los voceros del Establecimiento, los negociadores deberán hacer el esfuerzo de continuar con los diálogos, sin dejarse afectar por el ejercicio de un periodismo que está al servicio de unos empresarios y de una clase dirigente que sólo buscan mantener históricas condiciones de inequidad, pobreza y exclusión.
La prensa mostró en Noruega de qué lado está y qué intereses defiende. Así, en Oslo no sólo se dio inicio a un difícil y complejo escenario de diálogo y negociación, sino que de nuevo, la gran prensa se presenta como el gran obstáculo a vencer para avanzar hacia una verdadera reconciliación en Colombia.
3 comentarios:
Uribiño:
La falta de ética de los periodistas o comunicadores sociales que, bajo la forma de cubrirse como "cuarto poder" utilizan doble moral para favorecer sus propios intereses.
Luis F.
Uribiño:
La falta de ética de los periodistas o comunicadores sociales que, bajo la forma de cubrirse como "cuarto poder" utilizan doble moral para favorecer sus propios intereses.
Luis F.
German ... Me gustaría preguntarte si conoces sobre la sociología de Pierre Bordieu ... ¿qué opinas sobre el tratamiento de los medios que le han dado los medios de comunicación como RCN y CARACOL al tema de las locomotoras del desarrollo y de manera especial al tema de la explotación minera? como relacionas esto con la sociologia de Pierre Bordieu...
Saludos... espero respuesta.
Marcela Calero.
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