EN CUBA EL ORDEN DE LOS FACTORES NO ALTERA EL PRODUCTO
Por Pedro Pablo Aguilera
Profesor cubano radicado en Cali
Director Departamento de Humanidades
Universidad Santiago de Cali
pedropabloaguilera@yahoo.es
El 13 de marzo de 1966 Fidel tenía 40 años y dijo:”Cuando por una ley biológica vayamos siendo incapaces de dirigir este país, sepamos dejar nuestro sitio a otros hombres capaces de hacerlo mejor” y así fue cuando con 81 años renuncia. Quizás demoró esta decisión para algunos. Para otros tan sólo dio el paso cuando su olfato de ajedrecista político le dijo que todo esta listo para hacer que se diera el relevo sin traumatismos y apuros.
El anuncio de la dimisión de Fidel ha causado algarabía y especulación más allá de los cubanos, Todo está tranquilo en La Habana y la propia comunidad cubana – con sus más diversos tonos ideológicos - en el exterior, sabe entender las señales dejadas caer durante estos 19 meses de gobierno interino de Raúl.
Seamos claros, poco importa que Fidel renuncie a la responsabilidad estatal de máxima jerarquía y a la condición de jefe máximo de las Fuerzas Armadas; su poder simbólico, histórico, icónico y desde sus escritos recientes y a futuro con el título de “REFLEXIONES DEL COMPAÑERO FIDEL” serán órdenes de una autoridad de leyenda para amigos y enemigos, aunque el mismo prometa que “seré cuidadoso”.
Por otra parte, Fidel no renuncia a su condición de Secretario General del Partido, cargo tan sólo a delegado* como los anteriores a Raúl Castro, desde el 31 de julio del 2006, Si conocemos el sistema político cubano enunciado en la Carta Magna encontramos que en su CAPÍTULO I, ARTÍCULO 5 se dice: “El Partido Comunista de Cuba… vanguardia organizada de la nación cubana, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista”. Es decir, el poder real se ejerce desde el Partido y Fidel no ha renunciado estrictamente a este puesto, tan sólo lo ha delegado, aunque sea previsible que a futuro, también se de un relevo definitivo en el único partido político legalmente reconocido en Cuba.
Si alguien duda de la continuidad de la experiencia cubana le digo más, vea la reforma constitucional del 2002 en el capítulo XV en su disposición especial cuando se dice “… se ratifica en todas sus partes la Constitución de la República y se propone que el carácter socialista y el sistema político y social contenido en ella sean declarados irrevocables… Lo que fue aprobado por unanimidad…”
Por ello el orden de los factores (quien sea elegido como Presidente del Consejo de Estado y del Gobierno de la República de Cuba), no altera el producto (de la esencia del modelo cubano).
Me preguntan que ¿quién será? ¿Qué si ratifican a Raúl? ¿Qué que pienso de Pérez Roque? ¿Qué si hay otro? ¿Qué si habrá apertura, reformas...?.y aunque no soy un politólogo si soy cubano y conozco algo de la lógica de esa política.
Un seguimiento a cada información del gobierno cubano desde antes de la enfermedad de Fidel nos da luces para acercarnos a una respuesta. En una entrevista de Ignacio Ramonet en abril del 2006 Fidel dice refiriéndose a su Raúl “si a mí me pasa algo mañana, con toda seguridad que se reúne la Asamblea Nacional y lo eligen a él, no le quepa la menor duda. Se reúne el buró político y lo eligen. Pero ya él me va alcanzando en años, van llegando, ya es problema más bien generacional. Ha sido una suerte que los que hicieron la revolución hayan tenido tres generaciones”.
Dos respuestas: Raúl es el lógico relevo, pero existe y sugiere una opción diferente en alguien más joven.
Mucho más reciente el 17 de diciembre 2007, estando enfermo, cuando fuera nominado para la nueva legislatura que se iniciará este 24 de febrero, Fidel da nuevas pistas que renunciaría y que Raúl que tiene 77 años, cinco menos que su hermano, pudiera no ser necesariamente su sucesor “Mi deber elemental no es aferrarme a cargos, ni mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes, sino aportar experiencias e ideas cuyo modesto valor proviene de la época excepcional que me tocó vivir"
Así mismo, Raúl hizo una clara afirmación que ha dado lugar a más de una especulación en fecha 16 de junio del 2006, cuando dijo "El comandante en jefe de la Revolución Cubana es uno solo, y únicamente el partido comunista, como institución que agrupa a la vanguardia revolucionaria (...), puede ser el digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en su líder".
De estas palabras se devela que la condición de Comandante en Jefe es única y es de Fidel; de hecho nadie será reconocido u ostentará ese cargo aunque todo presidente sea el Comandante en Jefe de cada nación; que nadie aceptará ser el nuevo Comandante en Jefe, como no existe otro Libertador, otro Bolívar; que el papel del Partido Comunista se fortalecerá y de hecho tenemos que el 26 de abril de 2006, la estructura de trabajo operativo del Buró Político, el Secretariado con 12 miembros, fue restituido como órgano para controlar el trabajo de la estructura del PCC, luego que en 1991 fuera disuelto. Finalmente, el anuncio de una dirección más colectiva se hace lógica cuando humanamente es imposible que una sola persona ostente los siguientes cargos que ahora ostenta Raúl Castro: Secretario General del Partido Comunista por delegación, Presidente del Consejo de Estado y del Gobierno de la república de Cuba por delegación, Comandante en Jefe por delegación y Ministro de las Fuerzas Armadas.
¿Entonces quién será elegido?
Los candidatos más obvios son: Raúl Castro de la generación histórica que ha sido el segundo en la línea política del Partido y el Estado. Su formación política viene del antiguo partido comunista cubano, el PSP y data de los años 50, es el ministro de las Fuerzas Armadas. Su caudal político además de estar en los militares y militantes del viejo partido, llamados por unos los de la línea dura está en los sectores campesinos de la antigua provincia de Oriente, especialmente en el II Frente Frank País en donde ha mantenido una presencia de trabajo político. Extremadamente organizado y exigente, no es un buen orador, mantiene un bajo perfil público como lo hemos visto en este período al frente del gobierno. Se afirma que es pragmático en economía y cercano al llamado modelo chino o vietnamita. Mostró independencia y gestión en la reconversión de la industria militar cubana a un conjunto de empresas de apoyo a la economía nacional, y el redireccionamiento de los militares al turismo con el Ecoturismo y la empresa Gaviota S.A. Sus escuetas pero críticas posturas ante la ineficiencia del agro cubano, la corrupción, la burocracia y la necesidad de dar respuesta a los reclamos sociales han llamado la atención a los analistas ante sus posibilidades de generar cambios internos. No escapan tampoco sus apreciaciones a dialogar con el gobierno de los EEUU desde el respeto y el reconocimiento del derecho a la autodeterminación y soberanía nacional, y el otorgamiento de indultos a opositores políticos. Sus relaciones con la intelectualidad artística han sido cercanas y amplias. Es el lógico relevo de Fidel aunque pesan dos factores en su contra: su llegada al poder con 77 años no sería un relevo generacional, del que ha hablado el propio Fidel; el que se de una continuidad de Fidel a Raúl no es bien entendido y da lecturas a sucesión que el propio Fidel mencionó hace años cuando dijo “Las monarquías absolutas, en medio de todas sus inmensas desventajas, tenían al menos la ventaja de que había un heredero del poder. Aceptar el método y el sistema de las monarquías absolutas en el socialismo es el peor de los absurdos, porque entonces empieza la lucha de los aspirantes a monarcas absolutos” .
Otro nombre que se menciona es Felipe Pérez Roque, ingeniero electrónico, actual canciller cubano desde 1999, proviene de ser líder estudiantil con un ascenso meteórico al círculo más cercano de Fidel como miembro del grupo de Apoyo, un grupo que funciona como equipo operativo de respuesta rápida bajo la dirección de Comandante en Jefe. Pérez Roque es miembro del Consejo de Estado desde 1993 y miembro del Buró Político del Partido. De los posibles candidatos, es el más joven con 43 años. Pudiera significar el puente entre los históricos y los hijos de la Revolución. De Pérez Roque se conoce su pasión revolucionaria e incondicionalidad. Su dimensión y reconocimiento mayor ha estado en ser la voz joven de Cuba en los escenarios internacionales, pero no tiene un peso significativo en el escenario interno de la política nacional, su caudal político puede encontrarse en los más jóvenes militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas y del propio Partido. Su fuerza ha radicado de su relación directa, personal con Fidel.
Ricardo Alarcón de Quesada es el más cosmopolita de los políticos cubanos y es el tercer opcionado. Uno de los políticos cubanos con mayor trayectoria y profundidad intelectual, polemista agudo, negociador hábil y con claro dominio mediático como ningún otro de los potenciales elegible a Jefe de Estado. Es Doctor en Filosofía y orador de alto vuelo. Es apenas seis años más joven que Raúl Castro, tiene 71 años y representa de la generación histórica al grupo que lucho contra Batista en la ciudad junto al Directorio Revolucionario en alianza con el Movimiento 26 de Julio. Entre 1966 a 1978 fue representante de Cuba ante las Naciones Unidas, luego Ministro de Relaciones Exteriores por un año para ser elegido en 1993 Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el máximo órgano legislativo del país, cargo que ostenta hasta hoy lo que le da un espacio político muy fuerte en el escenario interno. Fuera de esos escenarios su perfil es bajo en los espacios políticos cubanos. Sus respuestas pueden molestar como las últimas en su dialogó con jóvenes cubanos y ello le resta popularidad y aceptación.
Finalmente está Carlos Lage Dávila un médico pediatra de familia de viejos comunistas. Un hombre con una modestia y sencillez a toda prueba, de muy bajo perfil pero con un reconocimiento por sus capacidades de todos. En su trayectoria fue en su etapa estudiantil Presidente de la Federación Estudiantil Universitaria de Cuba; Segundo y Primer Secretario del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas. Su indiscutible liderazgo lo hizo ser uno de los miembros más jóvenes del Comité Central del Partido desde 1980, igualmente fue diputado a la Asamblea Nacional del Popular desde su primera magistratura en 1976.
Por Pedro Pablo Aguilera
Profesor cubano radicado en Cali
Director Departamento de Humanidades
Universidad Santiago de Cali
pedropabloaguilera@yahoo.es
El 13 de marzo de 1966 Fidel tenía 40 años y dijo:”Cuando por una ley biológica vayamos siendo incapaces de dirigir este país, sepamos dejar nuestro sitio a otros hombres capaces de hacerlo mejor” y así fue cuando con 81 años renuncia. Quizás demoró esta decisión para algunos. Para otros tan sólo dio el paso cuando su olfato de ajedrecista político le dijo que todo esta listo para hacer que se diera el relevo sin traumatismos y apuros.
El anuncio de la dimisión de Fidel ha causado algarabía y especulación más allá de los cubanos, Todo está tranquilo en La Habana y la propia comunidad cubana – con sus más diversos tonos ideológicos - en el exterior, sabe entender las señales dejadas caer durante estos 19 meses de gobierno interino de Raúl.
Seamos claros, poco importa que Fidel renuncie a la responsabilidad estatal de máxima jerarquía y a la condición de jefe máximo de las Fuerzas Armadas; su poder simbólico, histórico, icónico y desde sus escritos recientes y a futuro con el título de “REFLEXIONES DEL COMPAÑERO FIDEL” serán órdenes de una autoridad de leyenda para amigos y enemigos, aunque el mismo prometa que “seré cuidadoso”.
Por otra parte, Fidel no renuncia a su condición de Secretario General del Partido, cargo tan sólo a delegado* como los anteriores a Raúl Castro, desde el 31 de julio del 2006, Si conocemos el sistema político cubano enunciado en la Carta Magna encontramos que en su CAPÍTULO I, ARTÍCULO 5 se dice: “El Partido Comunista de Cuba… vanguardia organizada de la nación cubana, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista”. Es decir, el poder real se ejerce desde el Partido y Fidel no ha renunciado estrictamente a este puesto, tan sólo lo ha delegado, aunque sea previsible que a futuro, también se de un relevo definitivo en el único partido político legalmente reconocido en Cuba.
Si alguien duda de la continuidad de la experiencia cubana le digo más, vea la reforma constitucional del 2002 en el capítulo XV en su disposición especial cuando se dice “… se ratifica en todas sus partes la Constitución de la República y se propone que el carácter socialista y el sistema político y social contenido en ella sean declarados irrevocables… Lo que fue aprobado por unanimidad…”
Por ello el orden de los factores (quien sea elegido como Presidente del Consejo de Estado y del Gobierno de la República de Cuba), no altera el producto (de la esencia del modelo cubano).
Me preguntan que ¿quién será? ¿Qué si ratifican a Raúl? ¿Qué que pienso de Pérez Roque? ¿Qué si hay otro? ¿Qué si habrá apertura, reformas...?.y aunque no soy un politólogo si soy cubano y conozco algo de la lógica de esa política.
Un seguimiento a cada información del gobierno cubano desde antes de la enfermedad de Fidel nos da luces para acercarnos a una respuesta. En una entrevista de Ignacio Ramonet en abril del 2006 Fidel dice refiriéndose a su Raúl “si a mí me pasa algo mañana, con toda seguridad que se reúne la Asamblea Nacional y lo eligen a él, no le quepa la menor duda. Se reúne el buró político y lo eligen. Pero ya él me va alcanzando en años, van llegando, ya es problema más bien generacional. Ha sido una suerte que los que hicieron la revolución hayan tenido tres generaciones”.
Dos respuestas: Raúl es el lógico relevo, pero existe y sugiere una opción diferente en alguien más joven.
Mucho más reciente el 17 de diciembre 2007, estando enfermo, cuando fuera nominado para la nueva legislatura que se iniciará este 24 de febrero, Fidel da nuevas pistas que renunciaría y que Raúl que tiene 77 años, cinco menos que su hermano, pudiera no ser necesariamente su sucesor “Mi deber elemental no es aferrarme a cargos, ni mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes, sino aportar experiencias e ideas cuyo modesto valor proviene de la época excepcional que me tocó vivir"
Así mismo, Raúl hizo una clara afirmación que ha dado lugar a más de una especulación en fecha 16 de junio del 2006, cuando dijo "El comandante en jefe de la Revolución Cubana es uno solo, y únicamente el partido comunista, como institución que agrupa a la vanguardia revolucionaria (...), puede ser el digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en su líder".
De estas palabras se devela que la condición de Comandante en Jefe es única y es de Fidel; de hecho nadie será reconocido u ostentará ese cargo aunque todo presidente sea el Comandante en Jefe de cada nación; que nadie aceptará ser el nuevo Comandante en Jefe, como no existe otro Libertador, otro Bolívar; que el papel del Partido Comunista se fortalecerá y de hecho tenemos que el 26 de abril de 2006, la estructura de trabajo operativo del Buró Político, el Secretariado con 12 miembros, fue restituido como órgano para controlar el trabajo de la estructura del PCC, luego que en 1991 fuera disuelto. Finalmente, el anuncio de una dirección más colectiva se hace lógica cuando humanamente es imposible que una sola persona ostente los siguientes cargos que ahora ostenta Raúl Castro: Secretario General del Partido Comunista por delegación, Presidente del Consejo de Estado y del Gobierno de la república de Cuba por delegación, Comandante en Jefe por delegación y Ministro de las Fuerzas Armadas.
¿Entonces quién será elegido?
Los candidatos más obvios son: Raúl Castro de la generación histórica que ha sido el segundo en la línea política del Partido y el Estado. Su formación política viene del antiguo partido comunista cubano, el PSP y data de los años 50, es el ministro de las Fuerzas Armadas. Su caudal político además de estar en los militares y militantes del viejo partido, llamados por unos los de la línea dura está en los sectores campesinos de la antigua provincia de Oriente, especialmente en el II Frente Frank País en donde ha mantenido una presencia de trabajo político. Extremadamente organizado y exigente, no es un buen orador, mantiene un bajo perfil público como lo hemos visto en este período al frente del gobierno. Se afirma que es pragmático en economía y cercano al llamado modelo chino o vietnamita. Mostró independencia y gestión en la reconversión de la industria militar cubana a un conjunto de empresas de apoyo a la economía nacional, y el redireccionamiento de los militares al turismo con el Ecoturismo y la empresa Gaviota S.A. Sus escuetas pero críticas posturas ante la ineficiencia del agro cubano, la corrupción, la burocracia y la necesidad de dar respuesta a los reclamos sociales han llamado la atención a los analistas ante sus posibilidades de generar cambios internos. No escapan tampoco sus apreciaciones a dialogar con el gobierno de los EEUU desde el respeto y el reconocimiento del derecho a la autodeterminación y soberanía nacional, y el otorgamiento de indultos a opositores políticos. Sus relaciones con la intelectualidad artística han sido cercanas y amplias. Es el lógico relevo de Fidel aunque pesan dos factores en su contra: su llegada al poder con 77 años no sería un relevo generacional, del que ha hablado el propio Fidel; el que se de una continuidad de Fidel a Raúl no es bien entendido y da lecturas a sucesión que el propio Fidel mencionó hace años cuando dijo “Las monarquías absolutas, en medio de todas sus inmensas desventajas, tenían al menos la ventaja de que había un heredero del poder. Aceptar el método y el sistema de las monarquías absolutas en el socialismo es el peor de los absurdos, porque entonces empieza la lucha de los aspirantes a monarcas absolutos” .
Otro nombre que se menciona es Felipe Pérez Roque, ingeniero electrónico, actual canciller cubano desde 1999, proviene de ser líder estudiantil con un ascenso meteórico al círculo más cercano de Fidel como miembro del grupo de Apoyo, un grupo que funciona como equipo operativo de respuesta rápida bajo la dirección de Comandante en Jefe. Pérez Roque es miembro del Consejo de Estado desde 1993 y miembro del Buró Político del Partido. De los posibles candidatos, es el más joven con 43 años. Pudiera significar el puente entre los históricos y los hijos de la Revolución. De Pérez Roque se conoce su pasión revolucionaria e incondicionalidad. Su dimensión y reconocimiento mayor ha estado en ser la voz joven de Cuba en los escenarios internacionales, pero no tiene un peso significativo en el escenario interno de la política nacional, su caudal político puede encontrarse en los más jóvenes militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas y del propio Partido. Su fuerza ha radicado de su relación directa, personal con Fidel.
Ricardo Alarcón de Quesada es el más cosmopolita de los políticos cubanos y es el tercer opcionado. Uno de los políticos cubanos con mayor trayectoria y profundidad intelectual, polemista agudo, negociador hábil y con claro dominio mediático como ningún otro de los potenciales elegible a Jefe de Estado. Es Doctor en Filosofía y orador de alto vuelo. Es apenas seis años más joven que Raúl Castro, tiene 71 años y representa de la generación histórica al grupo que lucho contra Batista en la ciudad junto al Directorio Revolucionario en alianza con el Movimiento 26 de Julio. Entre 1966 a 1978 fue representante de Cuba ante las Naciones Unidas, luego Ministro de Relaciones Exteriores por un año para ser elegido en 1993 Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el máximo órgano legislativo del país, cargo que ostenta hasta hoy lo que le da un espacio político muy fuerte en el escenario interno. Fuera de esos escenarios su perfil es bajo en los espacios políticos cubanos. Sus respuestas pueden molestar como las últimas en su dialogó con jóvenes cubanos y ello le resta popularidad y aceptación.
Finalmente está Carlos Lage Dávila un médico pediatra de familia de viejos comunistas. Un hombre con una modestia y sencillez a toda prueba, de muy bajo perfil pero con un reconocimiento por sus capacidades de todos. En su trayectoria fue en su etapa estudiantil Presidente de la Federación Estudiantil Universitaria de Cuba; Segundo y Primer Secretario del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas. Su indiscutible liderazgo lo hizo ser uno de los miembros más jóvenes del Comité Central del Partido desde 1980, igualmente fue diputado a la Asamblea Nacional del Popular desde su primera magistratura en 1976.
Trabajó en Etiopía como Médico Especialista en Pediatría. Fue integrante del Equipo de Coordinación y Apoyo del Comandante en Jefe, y trabajó al frente de la Secretaría del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros desde 1986. Esta responsabilidad es equiparable a la de un primer ministro en una república presidencial. A partir de 1990 ha sido uno de los principales artífices en el proceso de restructuración económica tras la caída del sistema socialista en lo que se denominó en Cuba el Período Especial. A modo de anécdota en aquellos días difíciles, muy difíciles de comienzos de los 90´ Lage salía a trabajar en bicicleta al Consejo de Estado y no era un gesto populista, era natural, coherente. Para muchos ha sido la mente más clara en la toma de decisiones para introducir las modestas transformaciones económicas en el escenario cubano.
Lage es un político cubano de pocas palabras, no es un orador de masas, no es un político mediático, es un gestor de procesos, un organizador incansable que le ha ganado el reconocimiento a nivel interno e internacional. Considerado por algunos analistas extranjeros como moderado aunque sea un incondicional al proyecto socialista. En economía ha sido muy pragmático pero muy cuidadoso en cada paso.
Lage es un político cubano de pocas palabras, no es un orador de masas, no es un político mediático, es un gestor de procesos, un organizador incansable que le ha ganado el reconocimiento a nivel interno e internacional. Considerado por algunos analistas extranjeros como moderado aunque sea un incondicional al proyecto socialista. En economía ha sido muy pragmático pero muy cuidadoso en cada paso.
Todos lo respetan y le dan el mayor crédito a sus decisiones. Internamente, creo es un lazo entre la generación histórica, los diversos sectores sociales, las generaciones intermedias y las más nuevas. Su estilo de trabajo colectivo le da posibilidades a una dirección en donde lo político, lo legislativo y lo ejecutivo acaben de encontrar causes propios y no tan centralizados en una sola persona.
Estos son mis opcionados y si tuviera que reducir vería que entre Raúl Castro y Carlos Lage estará la decisión: entre la generación histórica y la generación intermedia. Dos incondicionales a la Revolución y cercanos al pensamiento y confianza de Fidel. Optar por Raúl es mantener una línea de no relevo pero de firmeza y continuidad. Optar por Lage es el relevo con firmeza y continuidad. En mi pensamiento está ver a Lage de Jefe de Estado y a Raúl de Secretario General del Partido y Ministro de las Fuerzas Armadas como ahora. Fidel mientras, seguirá escribiendo y dando señas desde el banco como en el béisbol; para todos vivo o muerto el Comandante en Jefe será él y el orden de los factores no altera el producto.
Los que esperen un voto dividido en la Asamblea Nacional del próximo 24 de febrero, están errados, el voto será unido pues ya Fidel lo indicó cuidadosamente en su renuncia cuando dijo: "...Soy decidido partidario del voto unido” (un principio que preserva el mérito ignorado)…” Es decir, veremos que habrá diversas propuestas pero el voto será unido y para ello estará la fuerza de la disciplina del Partido del que son miembros casi la totalidad o la totalidad de los diputados. Les recuerdo el artículo 5 del capítulo I de la constitución cubana que inicialmente les mencioné. En Cuba el Partido Comunista ya ha valorado cada detalle cada pro y cada contra y aunque sean nominados dos, tres, cuatro candidatos, uno y sólo uno es el as del Partido y el voto será unido para descartar señales de división y evitar lo que sucedió en la Unión Soviética que tuvo en su momento 17 fracciones hasta autodestruirse el Partido Comunista de aquel país.
Fidel terminó diciendo en su renuncia “seré cuidadoso” y así será; el orden de los factores no altera el producto y las especulaciones de los que no conocen a Cuba y su historia estarán soñando con transición, cambios, reformas, fin de una era… como ven también “seré cuidadoso”.
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