Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo
Resulta irrelevante saber si la
liberación de Patrocinio Sánchez MontesdeOca se produjo por razones de salud
del secuestrado, o si por el contrario, obedeció a un canje por su hermano, el ex congresista, Odín
Sánchez. Y es así, porque se trató de un
secuestro extorsivo motivado por una anacrónica y equivocada concepción de
“justicia revolucionaria” del ELN. En cualquier sentido, resulta inaceptable
privar de la libertad a civiles, así subsistan motivaciones políticas,
económicas o aquellas que den sentido a lo que las guerrillas llaman “justicia
revolucionaria”.
Insiste la agrupación subversiva
en “perseguir a políticos corruptos” y hacerlos comparecer ante “tribunales
guerrilleros” que determinan que el “mejor castigo” para los políticos que se
han enriquecido robando y malversando fondos y recursos públicos, como lo indica esa guerrilla es el caso de Odín Sánchez, es privarlos
de la libertad y someterlos a un ignominioso secuestro.
Insisto en que se equivoca el ELN
al mantener la práctica del secuestro como parte de su proyecto político-militar. Y más
aún, cuando el pago económico por devolver al seno de su familia a miembros de
esa poco fiable casta política chocoana, termina en las arcas del grupo armado
ilegal, en lugar de ser retornado a las cuentas del Estado regional o local,
afectadas por las prácticas corruptas de esta particular familia.
Ha sido claro el Presidente al
señalar, una y otra vez, que no iniciará diálogos de paz con el ELN, en su fase
pública, si esta agrupación guerrillera no cesa el secuestro de civiles. Dialogar
en medio de las hostilidades, como acordaron las partes, debe obligar a los
bandos a sacar a los civiles de la confrontación y de las operaciones que bien
decidan desarrollar tanto los combatientes del ELN, como aquellos que hacen
parte de la Fuerza Pública.
No son estos los tiempos para
insistir en esa “justicia revolucionaria”. Mientras que el proceso de paz de La
Habana avanza con firmeza hacia la firma de un acuerdo final que ponga fin a la
confrontación militar, el ELN, con dichas actuaciones, acerca al país hacia un
escenario de “Paz parcial” que no le conviene al movimiento político que surja
de la desmovilización de las Farc, al propio Estado, a los sectores de la
sociedad que anhelan que se negocie el fin del conflicto armado interno y por
supuesto, al propio ELN en la medida en que a las fuerzas armadas les quedará
más cómodo atacar los comandos elenos por cuanto las tropas oficiales no
contarán más con la presencia y la resistencia de las Farc.
Ojalá el COCE entienda que el
tiempo de la guerra ya pasó. Este momento histórico es inmejorable. Mantener la
práctica del secuestro de civiles, cualquiera sea la “justificación”, es un
enorme error. De igual manera, atentar contra los ecosistemas naturales.
Cuanto antes instalen la mesa social y se inicien las discusiones sobre las transformaciones que deberán irse dando al paso de las negociaciones, mejor para el país. Extender el inicio de la fase pública del diálogo a un escenario pre y electoral, sería acercar a Colombia a ese inconveniente escenario de "Paz parcial". Es hora de ser responsable con la historia y en particular, con este momento histórico.
Cuanto antes instalen la mesa social y se inicien las discusiones sobre las transformaciones que deberán irse dando al paso de las negociaciones, mejor para el país. Extender el inicio de la fase pública del diálogo a un escenario pre y electoral, sería acercar a Colombia a ese inconveniente escenario de "Paz parcial". Es hora de ser responsable con la historia y en particular, con este momento histórico.
Imagen tomada de EL ESPECTADOR.COM
1 comentario:
Que se vuelvan Serios parecen pistoleros de segunda Clase, suban el Nivel de Humildad y de Amor a este Pais !!
Publicar un comentario