YO DIGO SÍ A LA PAZ

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jueves, 15 de diciembre de 2011

REFORMA A LA JUSTICIA, GOLPE A LA DEMOCRACIA

Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo

Tal y como va el proyecto de reforma a la justicia, el Congreso y el gobierno de Santos se convertirán en dos fuertes enemigos de la democracia y del Estado social de derecho. Si millones de colombianos ven a las Farc como enemigos de la democracia, del Estado y en general, de la Nación, va siendo hora de que junto a las Farc, porngamos al gobierno de Santos y a su congreso.

Santos Calderón viene gobernando con un congreso de bolsillo, que viene haciendo la tarea legislativa que el gobierno necesita y el premio a dicha labor legislativa es el engendro jurídico-político y constitucional que están diseñando a espaldas del país.

El retiro de los magistrados del Consejo de Estado y de la Corte Suprema de Justicia no detuvo las evidentes ansias de venganza que tiene una clase política golpeada, en buena forma, por la acción corajuda de la Corte Suprema de Justicia, que en el contexto de la parapolítica, se atrevió a tocar a políticos que pusieron la política, las instituciones y la institucionalidad al servicio del paramilitarismo, la empresa criminal más grande emprendida entre narcotraficantes, ‘paracos’, clase empresarial, política y dirigente, con el firme propósito de regresar el país al siglo XIX.

Que los congresistas tengan injerencia en la elección de aquellos que en algún momento los van a investigar, es un adefesio jurídico y constitucional. En la tal superporte que se piensa crear aparece la mano de los congresistas. ¿En dónde quedó la separación de los poderes? Si la reforma pasa tal y como va en estos momentos, después de cuatro debates, Colombia dará un reversazo democrático que sólo garantizará la supremacía de dos poderes, el Ejecutivo y el Legislativo, sobre el Judicial.

No es pertinente, para el contexto colombiano, garantizar la doble instancia a los congresistas en las circunstancias planteadas en la reforma. Existen suficientes razones y evidencias históricas y presentes, para negarles a los congresistas la doble instancia. Es claro que una inmensa mayoría de los congresistas llega a dicha corporación legislativa, a lucrarse, a robar y a legislar a favor de sectores privilegiados de la sociedad.

El otro tema grueso y polémico tiene que ver con el fuero militar. Dejar que la justicia penal militar juzgue a los hombres en armas ha significado impunidad. Es propio de dictaduras que a la justicia ordinaria se le impida investigar, juzgar y castigar a quienes en actos o no del servicio, violan los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. Deben, los militares, estar sometidos al poder civil tanto en la dimensión judicial, como en la política.

Como van las cosas, Santos Calderón superará a su mentor, Álvaro Uribe Vélez, en lo que concierne a golpear la democracia y el estado social de derecho. Uribe lo hizo en ocho años. Santos en poco menos de dos años, lo está haciendo. Eso sí, con la arrogancia, la frialdad y las buenas maneras de un hijo de la rancia élite bogotana, no gratuitamente es llamado en ciertos círculos como el ajedrecista Con Santos y la reforma a la justicia que camina en el Congreso, el golpe certero estará garantizado en poco tiempo. Por eso, desde ahora, no sólo rechacemos el proyecto de reforma a la justicia, sino que preparémonos para votar en contra de Santos y de todo aquel candidato que la derecha nos ponga. Sin duda alguna, detrás de este Frankenstein, como bien lo calificó la señora Fiscal, está la Derecha colombiana y los sectores más retardatarios y godos.

Es claro que el Legislativo y el Ejecutivo juntos, se vienen convirtiendo poco a poco en los principales enemigos de la democracia. Acompañan a las Farc, desde hace ya un tiempo, en esa tarea de someter a sus intereses, la poca institucionalidad democrática ganada y los anhelos de millones de colombianos de vivir dentro de un Estado social de derecho.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Compa: de acuerdo…. Es verdaderamente grave… ¿Podrías ilustrarnos mejor a tus lectores sobre la amenaza que significa esa tal superporte?...De pronto no todos alcanzamos a percibirla en su verdadera magnitud.

Ah! Y con ejemplos de situaciones posibles.



Jaime