YO DIGO SÍ A LA PAZ

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viernes, 9 de marzo de 2012

EL REGRESO DE URIBE SE ESTÁ COCINANDO A FUEGO LENTO

Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo

El uribismo viene cocinando su regreso al poder, bajo el tutelaje natural de Álvaro Uribe Vélez. Los uribistas se sienten traicionados por Juan Manuel Santos quien de manera hábil se mimetizó y alcanzó la Presidencia, aupado por un uribismo que esperaba mejores tratamientos burocráticos y un apoyo total para la consolidación ideológica y política de una concepción de Estado corporativa y populista, con la cual Uribe buscó desmontar el Estado Social de Derecho, para poner en su lugar lo que él mismo llamó Estado de Opinión.

El regreso de Uribe Vélez y del uribismo en 2014 se está cocinando en los sectores más godos de la capital del Valle del Cauca y otras regiones del país (como en el Cesar), en donde hay líderes políticos, empresariales y sociales que gustan del estilo tropero, montaraz e informal (desinstitucionalizante) de ese hijo de Antioquia que mandó en Colombia entre el 2002 y el 2010.

Por ello, no son gratuitas varias reuniones políticas que se han dado a lo largo y ancho del país, en las que el centro de atracción y de atención ha sido el ex presidente Uribe Vélez. El ex mesías representa las ideas de ese conservadurismo que tanto daño le ha hecho a Colombia, pues ha impedido que el país deje de ser premoderno no sólo en las maneras como actúa el Estado, sino en las relaciones sociales y en el diálogo político, sustentadas en ese carácter señorial propio de hacendados, que resulta profundamente desinstitucionalizante cuando las circunstancias y las necesidades así lo demanden.

Uribe Vélez sigue teniendo gran ascendencia en regiones conservadoras y atrasadas culturalmente como el Valle del Cauca. Y ello, podría ser definitivo para las aspiraciones de Santos de reelegirse en 2014.

Está claro que sectores empresariales del Valle del Cauca buscarán el regreso de Uribe o del uribismo pura sangre, es decir, el mismo que durante ocho años manejó a su antojo las finanzas del Estado, promovió el clientelismo y lo convirtió en una útil herramienta de cooptación ideológica y política; el mismo que promovió las prácticas del doble Estado (el poder invisible) de las que habla Bobbio. Uribe, el uribismo y las élites, como las vallecaucanas, sí que saben de estas prácticas, pues les han sido útiles para gobernar las regiones bajo una lógica feudal.

Recientemente Uribe Vélez se reunió con líderes y empresarios del Valle del Cauca, reunión a la que asistió el alcalde Rodrigo Guerrero Velasco, representante de esa vieja oligarquía vallecaucana, conservadora, feudal y premoderna.

No es poco lo que se jugará en las elecciones de 2014. Los colombianos tendrán que escoger entre el regreso a una seudo democracia de mano dura, autoritaria y profundamente cooptante, o continuar apoyando el proceso de reconversión ética y moral del Estado y del discurso político que lidera Santos, sin que ello signifique que este último esté trabajando hacia la profundización de la democracia tal y como lo entiende Chanttal Mouffe.

Hay ya varios hechos que muestran claramente la toma de distancia de Santos, frente a esa forma de gobernar de Uribe Vélez.

En primer lugar, el hijo de EL TIEMP0 cree en los canales institucionales, en preservar la institucionalidad. Uribe, por el contrario, gusta de tomar atajos. En el manejo de las fuerzas militares Uribe debilitó la institucionalidad y construyó una relación con los militares soportada en el poder típico de un gamonal, de un patrón, de un hacendado que tiene su propio ejército.

Por el contrario, Santos está tratando de recuperar ese carácter y los propios canales institucionales, pero parece que el estilo del anterior presidente logró penetrar la burocracia militar, de la que hacen parte la organización de oficiales retirados.

En segundo lugar, las evidentes intenciones de Santos de ‘graduar de corrupto al gobierno de Uribe’, grado que dicho gobierno se ganó a pulso. Santos dejó que los hechos hablaran por sí mismos.

En tercer lugar, la salida de la Fiscal, Vivian Morales, aupada mediáticamente por sectores uribistas muy bien ubicados en ese periodismo bogotano conservador y premoderno. Desde varias tribunas de opinión se viene haciendo un trabajo ideológico de contra refundación del Estado.

En cuarto lugar, la reacción empresarial y militar (ilegal) de aquellos sectores que ven como un peligro para los intereses de grandes empresarios del campo, hacendados y finqueros, la ley de víctimas y el proceso de devolución de tierras a las víctimas, banderas moralmente correctas que el actual gobierno de Santos viene agitando, pero que políticamente no gustan en sectores que apoyan a Uribe de tiempo atrás (en el Valle del Cauca y en la costa Atlántica).

Y en quinto lugar, la molestia que sectores empresariales de la sociedad civil colombiana han mostrado hacia decisiones y expresiones del gobierno de Santos. Son ya conocidas las molestias del Consejo Gremial Nacional (CGN) con el gobierno de Santos. No es raro, entonces, que se estén organizando reuniones con sectores uribistas y con el propio Uribe para montar la estrategia y asegurar el regreso a las aciagas noches que vivió Colombia durante ocho años.



Nota: Publicado en la url http://www.hechoencali.com/el-regreso-de-uribe-se-esta-cocinando-a-fuego-lento/

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uribito.



¡Buen día!



Muy oportuno y perspicaz la reflexión. Esperemos que en esa nueva ocasión, seamos mayoría quienes estuvimos a un lado del aspirante a "emperador"



Luis F.