EL POPULISMO DE SANTOS

Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo

La idea de entregar viviendas gratis a los más pobres de los pobres, resulta ser una acción desesperada de Santos y de un sector de su gobierno, por la preocupación que genera el bajón en la popularidad del mandatario: de un 73% de apoyo a su gestión, se pasó a un 58%. Así de llano y de claro.

Es decir, se gobierna cada vez más desde el mandato y desde las lógicas de las empresas demoscópicas y ello concita dudas sobre el sentido, alcance y duración de los proyectos y de las apuestas de un Gobierno y de un Presidente como Santos, en lo que tiene que ver con el manejo del Estado y en la idea real de profundizar la democracia.

Y ello significa que no existe la más mínima intención de concebir una política de Estado que garantice la consecución de vivienda no sólo para los pobres, sino para otros sectores sociales. Muy seguramente el Programa de vivienda en el que puede concebirse semejante idea, deberá tener soporte en una ley que debe aprobar el Congreso de la República. Y para su aprobación, los congresistas estarán prestos para armar sus redes clientelares con las firmas constructoras y con otros que participan de la cadena de la construcción de vivienda, que deberán asumir la tarea de edificar las casas gratis para los más pobres de los pobres.  

El sentido populista de la propuesta también es fácil detectarlo en el propio lenguaje del Presidente. Aseguró hace horas que si querer ayudar a los pobres lo convierte en traidor de clase y populista, pues entonces el se asume con traidor de clase y como populista.

Se equivoca el Presidente: su papel, como Jefe de Estado no es ayudar a los pobres. Garantizar una vida digna para todos y el acceso a una vivienda de calidad, en condiciones favorables para todos, bien a través de subsidios estatales o con el concurso de la banca comercial privada, es la función que le corresponde como Jefe de Estado y de Gobierno.

Cuando Santos señala que va a ayudar a los pobres, la frase suena a favor y despierta ese carácter mendicante que los políticos han generado en los más vulnerables. Y él no fue elegido para hacer favores, sino para gobernar teniendo como referente y guía la condición de Estado Social de Derecho que señala la Carta Política.

Su obligación es con todos los colombianos y no con un sector social, así sea el más vulnerable y excluido. Y para gobernar para todos deberá hacer modificaciones sustanciales al modelo económico imperante y a las formas como el Estado viene beneficiando a sectores poderosos, a reducidas élites nacionales y a grupos empresariales multinacionales. Asuma responsabilidades Presidente, no haga favores.

Está preocupado el Presidente Santos por los resultados de las siempre amañadas encuestas de opinión y por las alusiones reiteradas a un eventual regreso de Uribe a la política, bien en condición de senador o de vicepresidente, esta última opción propuesta por un sector del uribismo que extraña los gritos del Patrón que los mandó por ocho años.

Y  está ansioso porque su reelección en 2014 puede sufrir tropiezos si se mantiene la tendencia a la baja en las encuestas que bien saben manipular los medios masivos. Y para lograrlo, apelará a todo tipo de estratagemas, entre ellas el popular anuncio de vivienda gratis para los más pobres de los pobres, para lograr un segundo periodo presidencial.

Santos apela a los pobres, como lo hizo Uribe, con el claro propósito de movilizarlos a favor de su continuidad en el poder. Uribe utilizó el Programa Familias en Acción para hacerse reelegir y para proponer el Estado de Opinión, como un estadio en el que quedaba superado el Estado Social de Derecho. Es decir, el desmonte de la democracia y de todo el ordenamiento jurídico y político de la Carta de 1991.

Y ahora Santos utilizará su Programa Vivienda Gratis para los más pobres de los pobres, para alcanzar su propósito de gobernar cuatro años más.

Sin duda, el populismo es la herramienta política de gobernantes incapaces de emprender procesos de profundización de la democracia a través del desmonte de privilegios a sectores poderosos, que vienen cerrando espacios a las ideas de democracia social, política y económica.  

Las prácticas populistas cobran sentido en una democracia popular que se sostiene en Mesías y en evidentes fenómenos de exclusión política. Esa es la democracia que sirve a los intereses de las élites tradicionales, al sistema capitalista y al sistema financiero internacional.

Preguntas: ¿los pobres más pobres que recibirán las viviendas gratis, tendrán dinero para pagar el impuesto predial? ¿Los excedentes de capital producidos, a dónde van a parar?, ¿En varias ciudades de Colombia hay problemas con la expansión y con usos del suelo, esto se tendrá en cuenta a la hora de diseñar planes de vivienda?

Nota: publicada en  los portales: http://www.hechoencali.com/, http://www.hechoencali.com/el-populismo-de-santos/; http://www.nasaacin.org/attachments/article/3865/el%20populismo%20de%20Santos.pdf