YO DIGO SÍ A LA PAZ

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jueves, 28 de febrero de 2013

EL TRASFONDO IDEOLÓGICO Y POLÍTICO DE UN TITULAR



 
Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo



Los titulares no sólo hablan del hecho noticioso que lo sostiene, sino el valor y la carga ideológica y política con la que el medio actúa para ver la realidad. El día de ayer 28  de febrero, en horas de la tarde, en la portada de ELTIEMPO.COM, apareció un titular en el que se confirmaba el rumor que días atrás la misma prensa divulgaba: que la Alta Consejera para Bogotá, Gina Parody, sería la nueva gerente del SENA. Así lo hizo EL TIEMPO.COM: Presidente confirma  a Gina Parody como nueva directora del Sena (sic). Véase el siguiente link: http://www.eltiempo.com/politica/gina-parody-nueva-directora-del-sena_12623149-4

Me pregunté en mi cuenta de Twitter si ese hecho noticioso merecía aparecer en primera página y si realmente la decisión del Presidente debería alcanzar el estatus de noticia. Para los periodistas que actúan apegados al síndrome de la chiva y unos manidos y cuestionables criterios de noticiabilidad, la decisión periodística, editorial y política es incuestionable. Por lo tanto, es noticia que el Presidente nombre a Gina Parody como directora general del Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena.

Pero si miramos el hecho más allá de la mirada periodística, el estatus dado al hecho político le caben varias consideraciones. La primera, que la decisión presidencial es noticia porque se trata de un alto cargo público y porque Santos logra que la ladina Gina Parody salga del cargo de Consejera para Bogotá, en donde jugó a torpedear la labor del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. Hay allí una jugada política que puede explicarse, inicialmente, en el siguiente sentido: proteger a Parody y llevar al Sena a una persona de la entera confianza de Santos, dado que dicha institución es un botín electoral que no se puede despreciar de cara a la jornada electoral de 2014 en la que buscará la reelección presidencial.

La segunda consideración tiene que ver con si realmente el hecho noticioso ameritaba para un titular de primera página, así fuera en la versión digital. Creo que no. Y lo considero así porque el valor ideológico y político que expone, que exhibe y que legitima  EL TIEMPO guarda relación con la tradicional forma en la que se manejan las instituciones del Estado. Esto es, con un carácter político y no técnico-profesional. Justamente, por ese manejo, para cargos que requieren de una alta gerencia el Estado, los gobiernos no suelen abrir concursos en los que participen profesionales idóneos para manejar una entidad estratégica y necesaria como lo es el Sena.

Entonces, el diario valida y legitima el manejo burocrático, clientelizado y político (cuotas de poder) de instituciones del Estado, por parte de un Gobierno, que como todos, lo que hace es poner fichas en entidades públicas no para fortalecerlas y consolidarlas a través del afianzamiento de procedimientos de selección de personal apegados a concursos de méritos (meritocracia) y no a simples señalamientos a dedo, sino para darles ese carácter político que sólo genera inestabilidad y que afecta la planeación de largo plazo.

Así las cosas, un titular no sólo sirve para que los lectores rápidamente se enteren de lo que está pasando, sino que sirven para confirmar que el periodismo, en este caso un medio de prensa escrita, es un actor político que legitima una práctica política que no es más que la expresión de la manera como disímiles gobiernos manejan los asuntos del Estado. 



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