YO DIGO SÍ A LA PAZ

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jueves, 5 de septiembre de 2013

ENCUESTAS Y UNIVERSALIZACIÓN DE ‘VERDADES’

Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo


Las audiencias que soportan sus actuaciones, decisiones y maneras de entender asuntos públicos en lo que a diario dicen los medios, suelen servir a los propósitos políticos de las empresas mediáticas, que buscan construir forzosos consensos alrededor de un asunto de interés general.

Esas mismas audiencias suelen creer y aceptar a pie juntillas los resultados de encuestas y sondeos de opinión, que de manera coyuntural recogen impresiones y meras percepciones de ciudadanos de los cuales poco sabemos de sus competencias y capacidades y menos aún, de sus compromisos e intereses a la hora de emitir juicios de valor alrededor de un tema o un asunto público.

Las encuestas  son herramientas que los periodistas y los medios de comunicación utilizan para manipular a las audiencias, en aras de generar estados de opinión pública, que sirven para deslegitimar a un Gobierno o para presionar cambios en la ejecución de particulares políticas. 

En la reciente encuesta de Invamer-Gallup, la gestión del Presidente y la de su gobierno parecen quedar en entredicho por lo sugerente que resulta el bajón en el indicador de favorabilidad de su imagen.

De manera coyuntural, la reciente encuesta de Invamer Gallup da cuenta de una estrepitosa caída en la imagen favorable del Presidente Santos. Resultados que en general la gran prensa bogotana magnifica, al tiempo que crea una atmósfera desfavorable para la reelección de Santos y por ende, a la continuidad del proceso de paz.

Por esa vía, medios y periodistas buscan crear una coyuntura política, de cara a las elecciones presidenciales de 2014, en donde claramente lo que está en riesgo es el futuro de las negociaciones de paz que se adelantan en La Habana, sin desconocer la importancia de la reelección de Santos, dada la fuerte conexión entre los dos asuntos.

Miremos algunos titulares de varios medios escritos y los tratamientos periodístico-noticiosos dados a unos resultados que siempre deben mirarse con precaución, porque se trata de una encuesta aplicada a un reducido número de personas (1.200, de las cuales 400 viven en Bogotá,  y 200 en Cali, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga) que viven en ciudades y porque el lenguaje periodístico suele universalizar verdades a medias, que resultan peligrosas o por lo menos inconvenientes para un país polarizado y con una población que exhibe una baja cultura política.

 

El diario El Espectador abre su portal web con este titular:

 

Antetítulo: Reelección de Santos

 

Título: Fundación 'reeleccionista' de Santos sale en defensa del Presidente

 

Bajada o sumario: Ante la baja en la imagen del Jefe de Estado, el exconsejero Juan Mesa Zuleta dijo que "esta no va a ser la fotografía en marzo".

 

El diario bogotano le reconoce un gran valor periodístico al hecho noticioso que deviene con los resultados de la encuesta. Tanto así, que exagera en el título al señalar que la Fundación Reeleccionista salió a defender a Santos (sic). Estamos ante una evidente exageración mediática por cuanto el mensaje que manda El Espectador es que es urgente y preciso defender al Presidente, porque si bien es una persona bien intencionada, es cierto que no le han salido bien las cosas.  

 

Y peor aún, que es urgente y necesario defender al Presidente de la República por un bajón en su imagen de favorabilidad, de acuerdo con lo expresado por algunos colombianos encuestados. Además, que la reelección de Santos está o estaría en riesgo a juzgar por los resultados de una encuesta. Sin duda, se universaliza la opinión de unos cuantos, con un claro propósito efectista, que al final terminará polarizando aún más a la opinión pública, en especial a sectores que reclaman el regreso de Uribe, así sea en cuerpo ajeno.

 

Por el lado del portal web de la revista Semana, la dirección de esa publicación se pregunta ¿Por qué se derrumbó Santos en las encuestas? (sic)  En el texto, que propone un bien intencionado análisis, se recogen resultados de un anterior periodo de medición, lo que explicaría que en el titular la Revista hable de encuestas, y no haga directa y exclusiva alusión a la reciente encuesta de Invamer Gallup.

 

En el texto se lee lo siguiente: “Según la encuesta, la imagen de Santos cayó del 48 % en junio, fecha del sondeo anterior de Gallup, al 21 % en septiembre. De forma equivalente la impopularidad del mandatario creció en el mismo lapso del 44 % al 72 %, según la encuesta[1]”.

 

Al igual que El Espectador, la revista Semana sobredimensiona los resultados de una encuesta y termina, por ese camino, universalizando una verdad a medias y construida desde el sentimiento de personas que viven en algunas ciudades de Colombia.

 

Además, la Revista exalta la opinión del encuestador, cuando aquel señala que “en el futuro inmediato, todos estos elementos han puesto a Santos en una difícil situación de cara a su posible reelección. El derrumbe de la popularidad. “El tema de la reelección se le complica mucho al presidente”, dijo Jorge Londoño, gerente de la firma Gallup, quien realizó la encuesta[2].


Por su parte, El Tiempo minimizó el hecho noticioso, hasta el punto de que en su portal web no abrió con el suceso de opinión (hora de la consulta: 09.26 am del 05 de septiembre de 2013). EL TIEMPO hace apertura de su página principal con el siguiente titular: La estrategia para defender soberanía del archipiélago de San Andrés (sic). Claramente estamos ante una decisión editorial y periodística diferente, frente a los tratamientos editorial y periodístico que al hecho le dieron Semana.com y El Espectador.com.

Protestas le pasaron cuenta de cobro al Presidente (sic) es el título de la nota en la que se habla de los resultados que arrojó la mencionada encuesta. El texto noticioso aparece casi en la mitad de la página principal del portal en línea de El Tiempo. Nótese que no hay antetítulo que identifique o precise de qué habla la nota. Tan solo en la bajada o sumario se alude al asunto noticioso, una vez se haga click en el titular: “Encuesta Gallup muestra que imagen favorable de Santos cayó de 48 a 21%, la más baja que ha tenido”[3].

 

Sin embargo, horas más tarde el portal de El Tiempo (consultada a las 12:41, con actualización a las 12:13) aparece una nota que nace de las declaraciones de Navarro Wolf, que sirve para darle vida al titular de cita, que señala: La reelección de Santos no está perdida, pero si embolatada: Navarro (sic). ¿Se trata de un cambio en la perspectiva editorial y periodística inicial del diario El Tiempo? No lo sabemos. Esta nota comparte importancia con la principal, que habla sobre disturbios en varias zonas del país.

 

Miremos ahora los portales de El Espectador y de Semana. En el portal del diario de la familia Santodomingo (consulta hecha a las 12:46, con actualización a las 12:43), aparece el hecho noticioso casi al final de la página, pero esta vez, en boca del Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado. El cambio en la perspectiva editorial y periodística es evidente, en relación con la que se expuso en horas de la mañana. Lo dicho por el Procurador, crítico y enemigo del proceso de paz y del Marco para la paz, se consigna así en la página web del diario:

 

Antetítulo: Reelección de Santos.

 

Título de cita: 'No tengo una percepción apocalíptica sobre desfavorabilidad de Santos'.

 

Bajada o sumario: El jefe del Ministerio Público expresó que “los colombianos aman y odian de una día para otro”.

 

En cuanto al portal de Semana.com, hay que decir que la nota inicial, con el mismo título, aparece en la margen izquierda, casi en la mitad de la página. Sin duda, la importancia del hecho se redujo sustancialmente en pocas horas. ¿Por qué si dieron los cambios en los tres portales aquí reseñados? No lo sabemos.

 

Lo que sí podemos decir con absoluta certeza es que las encuestas entregan las percepciones y los juicios de valor de unas cuantas personas. Y que son los medios masivos los que convierten esas pocas opiniones en verdades compartidas por todos los colombianos. Un ejercicio de universalización que construye verdades absolutas, soportadas en meras opiniones de unos cuantos. Y lo más preocupante es que los medios aquí reseñados, no registraron la ficha técnica y menos aún, aludieron al número de encuestados (1.200).

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