Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo
Pocas horas después de la
histórica firma del Acuerdo Final[1],
resultado de los diálogos de paz adelantados por el Gobierno nacional y la
dirigencia de las Farc en La Habana, Alfredo Rangel, vocero del Centro
Democrático (CD), señaló al Noticiero Caracol lo siguiente: “Advertimos desde ya a la opinión nacional e
internacional que si llegamos a ganar la presidencia en 2018 haremos todo lo posible por desmontar
los acuerdos que han sido
nocivos para el país”[2].
Las declaraciones de Rangel lo
comprometen como ciudadano y vocero del Centro Democrático, así como al resto
de sus miembros, incluido al líder político de esa colectividad, el senador,
ganadero y latifundista, Álvaro Uribe Vélez.
Se trata, sin duda, de una clara
amenaza que alienta a sectores de la opinión, del Establecimiento, e incluso, a
los grupos paramilitares, a desconocer la autoridad del Presidente Santos como
jefe de Estado, comandante supremo de las Fuerzas Armadas y único responsable
del orden público. Y por esa vía, Rangel invita a sectores legales e ilegales a
planear y ejecutar acciones que impidan la implementación de lo acordado en La
Habana, entre el Gobierno, en representación del Estado, y la dirigencia de la
guerrilla de las Farc.
Lo dicho por Rangel es de suma
gravedad y así lo deberían de entender tanto el Gobierno, como la Fiscalía, la
Procuraduría y hasta la propia Corte Suprema de Justicia. En su calidad de
ciudadano y dentro de un régimen democrático, Rangel Suárez puede exponer sus
opiniones, pero en su calidad de congresista está obligado a respetar el orden
establecido, acatar las normas y las leyes que el Congreso expida.
¿Cómo piensan desmontar los
acuerdos? Dentro de la institucionalidad o por fuera de esta? ¿O combinarán
todas las formas de lucha para alcanzar el objetivo que desde ya se traza el CD
para participar en las elecciones de 2018?
Si el actual Congreso expedirá
leyes que darán vida a políticas públicas de Estado (no de Gobierno), blindadas
jurídica y políticamente, ¿cuáles serán los mecanismos y las acciones que
emprenderán los congresistas del Centro Democrático que en el 2018 regresen al
Congreso, o aquellos que por primera vez llegarán al legislativo?
Desde ya habrá que estar atentos
al cumplimiento de la amenaza que acaba de proferir contra el orden establecido
el senador Alfredo Rangel. Sin duda, el talante vindicativo con el que se
expresa Rangel Suárez frente al Acuerdo Final alcanzado en La Habana, servirá
para atizar la polarización política que desde 2002 su patrón, Álvaro Uribe
Vélez, aupó con el concurso de los medios masivos afectos a la “causa”
uribista.
Así las cosas, y de cara a
generar condiciones institucionales proclives a mantener la palabra empeñada en
el Acuerdo Final y asegurar por esa vía el cumplimiento total de su contenido,
es urgente que la sociedad colombiana entienda que el país necesita, para el
2018, un Gobierno de Transición. Hay que buscar el candidato idóneo para que
asuma la tarea de ambientar la paz, sobre la base de iniciar, cuanto antes, las
transformaciones institucionales, sociales, políticas y culturales que hagan
posible el diseño y la consolidación de escenarios de posconflicto.
Para esa transición, el país no
puede elegir como Jefe de Estado, y mucho menos llevar al Congreso, a
Asambleas, Concejos, Alcaldías y Gobernaciones a quienes compartan el sentir
del Centro Democrático de desconocer el Acuerdo Final y oponerse a la
implementación de los compromisos que el Estado adquirió con las Farc y de los
que fueron garantes Noruega y Cuba.
Como abrebocas a las elecciones
de 2018, el plebiscito se presenta como la gran oportunidad para “sepultar”
políticamente a Uribe y a quienes siguen a pie juntillas sus ideas políticas.
Entre ellos, Alfredo Rangel Suárez. Por lo anterior, decir SÍ plebiscito, abrirá el camino para ese Gobierno de Transición[3] que
el país necesita.
Imagen tomada de elespectador.com
2 comentarios:
Sabemos que Rangel, Uribe y Ordoñez trataran de propiciar VIOLENCIA
Ojo, con el Para militarismo empresarial-militar-político que comanda Uribe y su Pandilla de Borregos !!
Ya es oficial dicho por un Congresista que Tal !!
Contra las urnas la locura del CD no tendrá ningún poder. Por lo menos si optan por seguir dentro del orden institucional.
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