Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo
La inoculación del miedo a través de los medios de comunicación y la persecución política puesta en marcha desde el DAS, fueron dos claras estrategias que usó Uribe durante sus ocho años de Gobierno, para legitimar su política de seguridad democrática.
Ahora, cuando parece llegar al final uno de los gobiernos con mayor balance negativo en materia de respeto a los derechos humanos (superó con creces al de Turbay Ayala) y el que mayores beneficios entregó a sectores privilegiados, el general (r) Jorge Enrique Mora Rangel sale a los medios a decir que la ‘moral de la tropa está baja’, porque acabaron con la justicia penal militar y con el fuero, por las denuncias de los crímenes de lesa humanidad cometidos por miembros del ejército, mal llamados por la prensa como ‘falsos positivos’.
Curioso que el ex comandante de las fuerzas militares salga en pleno cierre de la campaña electoral a decir que la moral de la tropa está baja, lo que se traduce en que no hay ánimo para atacar a las Farc, lo que explicaría, muy seguramente, los últimos ataques perpetrados por los criminales farianos tanto en Solano (Caquetá), donde murieron 9 infantes de marina, como en el norte del Cauca, afectando en materia grave la autonomía de los territorios indígenas.
Pero más allá de las arremetidas de las Farc y de los lamentables resultados en materia de pérdidas de vida de bando y bando, incluyendo a los civiles víctimas del fuego cruzado, preocupa el mensaje que parece dejar el general Mora Rangel, alrededor de los ‘obstáculos’ que dice que la tropa debe enfrentar para poder continuar avanzando en el objetivo trazado por Uribe de acabar con las Farc. Para Mora Rangel son obstáculos para ganar la guerra, que la justicia ordinaria investigue a los militares que participaron de la comisión de delitos de lesa humanidad. Desearía el ex militar que la Justicia Penal Militar investigue y absuelva a los militares que violan los derechos humanos. La Justicia Penal Militar se debilitó por sus propias decisiones y porque no genera confianza en la sociedad civil y menos aún, en los ciudadanos víctimas del actuar negligente o criminal de soldados, oficiales o suboficiales.
Debe entender el general Mora que si bien se enfrentan a unas guerrillas lumpenizadas y criminales que actúan con sevicia, ello no puede convertirse en patente de corso para que el ejército nacional use las mismas técnicas y apele a las mismas estrategias que usan los homicidas farianos.
En lugar de pedir el desmonte de la vigilancia que la justicia ordinaria y los organismos de control hacen al accionar de la tropa oficial, lo que debe preocuparle al General es el espíritu mercenario que hay detrás del actuar de soldados profesionales, oficiales y suboficiales que, sin mística alguna y sin tener claro qué es eso del Estado social de derecho que deben defender, participan de una guerra para beneficiarse individualmente. También sería recomendable que se convencieran de que el enemigo a vencer son las Farc y no civiles y ciudadanos críticos de la guerra, del Gobierno de Uribe y hasta del mismo modelo de Estado.
De igual manera, el general (r) Mora Rangel debería de cuestionar el ‘aburguesamiento’ de la cúpula militar, circunstancia esta que puede ser más contundente para erosionar la moral de la tropa, que los obstáculos que nombra en su misiva enviada a los candidatos presidenciales.
A pocos días de la elección presidencial, Mora Rangel participa electoralmente como lo viene haciendo el Presidente, insinuando que Santos es el hombre que debe continuar con la ‘obra’ de Uribe, que se traduce sin duda, en la decisión política y militar de perseguir a las Farc, pero también de beneficiar a paraempresarios, narcotraficantes y terratenientes que lograron penetrar el espíritu de oficiales, suboficiales y soldados.
Ahora que está en uso de buen retiro y pensando en que le preocupa no sólo la moral de la tropa, sino la vida del personal que estuvo bajo su mando, ¿por qué el General no reflexiona alrededor de buscar una salida política, negociada, al conflicto armado interno y no la prolongación de un conflicto degradado como el que deben enfrentar unos y otros?
¿Será que al general Mora Rangel le suena igual que la tropa tenga una baja moral o una moral baja?
La inoculación del miedo a través de los medios de comunicación y la persecución política puesta en marcha desde el DAS, fueron dos claras estrategias que usó Uribe durante sus ocho años de Gobierno, para legitimar su política de seguridad democrática.
Ahora, cuando parece llegar al final uno de los gobiernos con mayor balance negativo en materia de respeto a los derechos humanos (superó con creces al de Turbay Ayala) y el que mayores beneficios entregó a sectores privilegiados, el general (r) Jorge Enrique Mora Rangel sale a los medios a decir que la ‘moral de la tropa está baja’, porque acabaron con la justicia penal militar y con el fuero, por las denuncias de los crímenes de lesa humanidad cometidos por miembros del ejército, mal llamados por la prensa como ‘falsos positivos’.
Curioso que el ex comandante de las fuerzas militares salga en pleno cierre de la campaña electoral a decir que la moral de la tropa está baja, lo que se traduce en que no hay ánimo para atacar a las Farc, lo que explicaría, muy seguramente, los últimos ataques perpetrados por los criminales farianos tanto en Solano (Caquetá), donde murieron 9 infantes de marina, como en el norte del Cauca, afectando en materia grave la autonomía de los territorios indígenas.
Pero más allá de las arremetidas de las Farc y de los lamentables resultados en materia de pérdidas de vida de bando y bando, incluyendo a los civiles víctimas del fuego cruzado, preocupa el mensaje que parece dejar el general Mora Rangel, alrededor de los ‘obstáculos’ que dice que la tropa debe enfrentar para poder continuar avanzando en el objetivo trazado por Uribe de acabar con las Farc. Para Mora Rangel son obstáculos para ganar la guerra, que la justicia ordinaria investigue a los militares que participaron de la comisión de delitos de lesa humanidad. Desearía el ex militar que la Justicia Penal Militar investigue y absuelva a los militares que violan los derechos humanos. La Justicia Penal Militar se debilitó por sus propias decisiones y porque no genera confianza en la sociedad civil y menos aún, en los ciudadanos víctimas del actuar negligente o criminal de soldados, oficiales o suboficiales.
Debe entender el general Mora que si bien se enfrentan a unas guerrillas lumpenizadas y criminales que actúan con sevicia, ello no puede convertirse en patente de corso para que el ejército nacional use las mismas técnicas y apele a las mismas estrategias que usan los homicidas farianos.
En lugar de pedir el desmonte de la vigilancia que la justicia ordinaria y los organismos de control hacen al accionar de la tropa oficial, lo que debe preocuparle al General es el espíritu mercenario que hay detrás del actuar de soldados profesionales, oficiales y suboficiales que, sin mística alguna y sin tener claro qué es eso del Estado social de derecho que deben defender, participan de una guerra para beneficiarse individualmente. También sería recomendable que se convencieran de que el enemigo a vencer son las Farc y no civiles y ciudadanos críticos de la guerra, del Gobierno de Uribe y hasta del mismo modelo de Estado.
De igual manera, el general (r) Mora Rangel debería de cuestionar el ‘aburguesamiento’ de la cúpula militar, circunstancia esta que puede ser más contundente para erosionar la moral de la tropa, que los obstáculos que nombra en su misiva enviada a los candidatos presidenciales.
A pocos días de la elección presidencial, Mora Rangel participa electoralmente como lo viene haciendo el Presidente, insinuando que Santos es el hombre que debe continuar con la ‘obra’ de Uribe, que se traduce sin duda, en la decisión política y militar de perseguir a las Farc, pero también de beneficiar a paraempresarios, narcotraficantes y terratenientes que lograron penetrar el espíritu de oficiales, suboficiales y soldados.
Ahora que está en uso de buen retiro y pensando en que le preocupa no sólo la moral de la tropa, sino la vida del personal que estuvo bajo su mando, ¿por qué el General no reflexiona alrededor de buscar una salida política, negociada, al conflicto armado interno y no la prolongación de un conflicto degradado como el que deben enfrentar unos y otros?
¿Será que al general Mora Rangel le suena igual que la tropa tenga una baja moral o una moral baja?
2 comentarios:
Hola Germán!
Acabo de entrar a "La otra tribuna" y te felicito porque observo cambios en el diseño que hacen el blog más atractivo visualmente.
Inmediatamente extrañé la foto tuya, de tu esposa y de tus perros que estaba en el diseño anterior. Afortunadamente bajando encontré nuevamente fotos familiares, que a mí me encantan porque personalizan el blog, hacen que el visitante se sienta no solo cercano a tus pensamientos sino también a tus afectos ...... pero lástima la pésima noticia sobre Yuco ..... de verdad toca fibras muy sensibles en mí porque yo también tengo dos perritas (Luisa y Tina) y me dolería en el alma que se me muriera alguna, así que lo siento mucho por tí y por tu esposa.
El contenido de tus artículos es interesante, como siempre, y tocas temas claves y de actualidad. Coincidimos en la posición sobre la elección de nuevo fiscal por parte de la CSJ: Ojalá no lo nombren y esperen al nuevo gobierno. Sobre el tema de los palmicultores detenidos por la fiscalía; te recomiendo el artículo de ayer de Alfredo Molano en El Espectador (2a. página) quien conoce el tema y dice lo que hay que decir, igual que lo haces tú en el tuyo.
......No veo la hora de que este gobierno de larguísimos ocho años se acabe...... qué mal nos hemos visto....... y qué nefasta influencia se proponen seguir ejerciendo....
Claudia
Carajo, Uribito, ¡qué bien!
Feliz día.
Luisf.,
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