YO DIGO SÍ A LA PAZ

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viernes, 11 de junio de 2010

DISCURSOS CAMBIANTES Y ELOCUENTES SILENCIOS

Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo

Con la arremetida presidencial en contra del fallo por el cual se condena a 30 años de prisión al coronel (r) Alfonso Plazas Vega, bien vale la pena explorar y mirar varios hechos relacionados con los discursos que los medios masivos han reproducido en estas últimas 24 horas, así como elocuentes silencios de periodistas. De igual manera, dejar planteados varios interrogantes alrededor de posibles pactos secretos que es mejor mantener y que explicarían el reversazo del Presidente ante el tema de Plazas Vega, dado en las últimas horas.

El primero, el silencio que hasta el momento de la publicación de esta columna, guarda la prensa colombiana ante lo expresado por Alfonso Gómez Méndez a la W Radio, espacio radial que de tiempo atrás, al igual que otros medios, cerró filas a favor del gobierno de Uribe Vélez.

Invitado a hablar sobre el fallo de la juez Stella Jara, el ex procurador Gómez Méndez recordó que el M-19 fue indultado por el Congreso de la República de la época. “Al M-19 le dieron dos amnistías, una de esas fue prácticamente propuesta por el actual Presidente de la República en su condición de senador”, dijo a la W Radio el ex fiscal[1].

Curioso que los acuciosos periodistas Félix de Bedout y Julio Sánchez hayan guardado silencio ante la pista histórica dada por Alfonso Gómez, que bien pudo y puede utilizarse para enfrentar la ira con la cual el Presidente Uribe recibió el fallo condenatorio en contra de Plazas Vega. Nadie puede negar el valor periodístico que alcanza lo expresado por Gómez Méndez. ¿Por qué el silencio de los periodistas?

Segundo, leamos con atención lo expresado por el Presidente en su alocución presidencial del 10 de junio de 2010: “El ministro de la Defensa, los altos mandos de las fuerzas armadas y mi persona… el gobierno y las Fuerzas Armadas recuerdan que el holocausto de la justicia ocurrido hace 25 años fue un delito de lesa humanidad en una alianza perversa del narcotráfico y una de las guerrillas de la época”.

Curioso que el Presidente no haga referencia en forma directa al Cartel de Medellín, organización criminal que usaría al comando del M-19 para destruir los expedientes de varios narcotraficantes para torpedear su extradición. No es necesario volver sobre las acusaciones que señalan la cercanía del padre del Presidente y de él mismo, con miembros de varias familias que hicieron parte de dicho Cartel.


Llama la atención que califique como delito de lesa humanidad la irrupción y la actuación violentas del M-19, buscando con ello deslegitimar la amnistía otorgada por el Estado colombiano a varios miembros de la entonces agrupación armada al margen de la ley. Aunque jurídicamente la discusión es viable, insistir en ello no puede servir para ocultar la conducta dolosa de los militares al mando de Plazas Vega al no proteger la integridad de aquellos civiles que salieron vivos del Palacio de Justicia.

Y más llamativo aún resulta el pronunciamiento que hiciera hoy Uribe Vélez, recogido por EL TIEMPO, medio calificado desde varios sectores como órgano de difusión de la Casa de Nariño, desde 2002. El Tiempo señala: “El proceso de paz con el M-19 fue un paso muy importante para Colombia. Ese proceso lo tenemos que proteger", afirmó el presidente Uribe durante un conversatorio con estudiantes y docentes de la Universidad Católica de Oriente, en el municipio de Rionegro (Antioquia)”[2].

¿Por qué horas después de la reunión extraordinaria para analizar el fallo condenatorio en contra del Coronel Plazas Vega y de la alocución, el Presidente sale con un discurso menos agresivo y con visos conciliatorios? ¿Qué se pactó entre el M-19 y el Estado colombiano en aquella época, que el país no conoce y no debe conocer? ¿Qué secretos guardan tanto los ex militantes del M-19, ex senadores, ex presidentes y en general la élite política?

Lo cierto es que con el fallo histórico de la juez Stella Jara, se sienta un precedente importante para la democracia en Colombia, en la medida en que la fuerza represiva del Estado tiene límites y esos límites se definen cuando los miembros de las fuerzas armadas tienen claro qué es un acto del servicio. Y queda claro que en la acción de retoma del Palacio de Justicia el ejército cometió excesos en nombre de una idea de democracia sostenida en la recuperación de un edificio.

Y no se trata, como lo dijo el General Valencia Tovar en la W Radio, de una guerra jurídica en contra de la institución militar y menos aún de una persecución por parte de la juez.

Si bien es cierto que no se conocerá toda la verdad de lo ocurrido en el Palacio de Justicia, los recientes discursos del Presidente y los silencios de la prensa, hacen pensar que hay secretos y pactos que es mejor dejar atrás, por el bien del país. El poder de los medios a través del “Ocultar mostrando”, tal como lo plantea la sociología crítica, es un arma poderosa a la que apelan de manera constante los poderosos medios y elites de poder en Colombia. Es tarea de la sociedad civil la que debe desafiar estos procesos.


[1] Tomado http://www.wradio.com.co/programa.aspx?id=14085&au=1311473. hora de ingreso: 3:30 pm.
[2] Tomado de EL TIEMPO.COM

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Uribito:

Totalmente de acuerdo.

Luisf.

Anónimo dijo...

Hola Germán: Nuevamente el Presidente la coge a patadas contra una decisión judicial. Y aquí no pasa nada, a nadie le importa. A la gente no le preocupa en lo más mínimo. Y todos felices van a ir a votar por Santos, en premio a la labor magnífica que ha hecho Uribe. Aquí los raros somos nosotros, porque en éste país no pasa nada..........


Claudia

Anónimo dijo...

Hola Germán: Nuevamente el Presidente la coge a patadas contra una decisión judicial. Y aquí no pasa nada, a nadie le importa. A la gente no le preocupa en lo más mínimo. Y todos felices van a ir a votar por Santos, en premio a la labor magnífica que ha hecho Uribe. Aquí los raros somos nosotros, porque en éste país no pasa nada..........


Claudia