YO DIGO SÍ A LA PAZ

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miércoles, 19 de octubre de 2011

ALGO HUELE MAL EN EL SECUESTRO DE NHORA VALENTINA MUÑOZ


Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo


El caso del secuestro de la menor Nhora Valentina Muñoz, hija del alcalde de Fortul, Arauca, está lleno de lunares y vacíos en materia de información.

En los 20 días que duró el supuesto secuestro de la menor, el Gobierno jamás pudo constatar qué grupo armado ilegal era el responsable de semejante atrocidad.

Una vez ‘liberada’, el alborozo mediático no alcanzó a ocultar los cabos sueltos de un raro caso en el que la participación del Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, aparece enrarecida por cuanto está ocultando información al gobierno sobre la identidad de los secuestradores. ¿Cuál es el impedimento que dice tener el CICR para informar los pormenores de la liberación y la identidad de los secuestradores? ¿Qué tipo de negociación se dio entre el CICR y el grupo que retuvo a la menor? ¿El CICR negoció a espaldas del gobierno de Santos? ¿Lo hizo bajo las orientaciones e intereses del Padre de la menor y alcalde de Fortul?

Resulta a todas luces inaceptable que el CICR oculte información al gobierno y actúe como una rueda suelta en un asunto de orden público que de manera directa toca los intereses del Estado y del actual gobierno Santos, responsable del orden público y máximo comandante de las fuerzas armadas. Es que detrás hay asuntos de soberanía que el gobierno de Santos no puede simplemente dejar pasar porque se trata de un organismo internacional. No.

Pero no sólo hay que exigirle al CICR que diga la verdad, lo mismo hay que hacer con el alcalde de Fortul y padre de la niña en lo que concierne a versiones que indican que tiene problemas con la ejecución de contratos y el favorecimiento a terceros. Deben entrar la Procuraduría y la Contraloría a esculcar las actuaciones del alcalde, pues hay, en todo esto, un entuerto del que puede salir mal librada la imagen del gobierno de Santos Calderón, e incluso, la de las propias fuerzas militares que fueron enviadas por el Presidente a rescatar a la menor.

Ahora bien, si las fuerzas militares tienen razón en señalar a las lumpenizadas Farc, ¿por qué el cuidado del Presidente en confirmar que efectivamente dicho grupo armado ilegal es responsable del plagio?

¿Realmente se trató de un secuestro o fue un autosecuestro para ocultar asuntos políticos de la Alcaldía de Fortul?

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