Breve contexto
Pasquino es un labrador de cuatro años que hace varios atrás perdió,
para siempre, a su gran amigo Simón, otro labrador dorado. Pasquino sintió
fuertemente la partida del buenazo del Simón. Pasquino es un gran perro: juguetón,
cariñoso y mimado. Este segundo semestre de 2014 ha sido la fiel
compañía de su “Papá”, ante la ausencia de Diana, quien funge como esposa y
“Mamá”. Por unos días, no va a contar con su “Papá”. Como esa situación puede
generar en Pasquino el “Síndrome de abandono” y como él no habla, entonces era
urgente hacer un ejercicio de “interpretación” de lo que puede estar sintiendo
o sentir ante esa circunstancia. Por eso, esta carta se escribe desde el
corazón de Pasquino. Va dirigida a la única “Prima” que Pasquino tiene. Ahora
sí, esta es la misiva:
Hola querida Prima, te escribo esta carta para que conozcas más de mí.
Apenas supe que te ibas a quedar conmigo, por el viaje de mi “Papá”, me
puse feliz, en medio de la tristeza que me da ver partir a mi Viejo. Bueno,
primero quiero darte la bienvenida a mi casa.
Mira “Prima”, por la mañana, a eso de las 5 am, te estaré llamando para
que me sirvas una taza y media de mi comidita (La taza está metida en el bulto).
No me vayas a dar más por favor. Una vez me sirvas, debes cambiar el agua que
ha quedado de la noche anterior en la “coca” de la que bebo todos los días. Puedes
echarle esa agua a las matas. No te extrañes si a eso de las cuatro de la
mañana me subo a la cama a esperar que sean las cinco o suene la alarma.
Me abres la puerta del patio para ir a hacer chichí y mandar el “fax”
(yo digo cagar, pero mi “Papá” dice así). Puedes volver a la cama, pero media o
una hora después, es posible que te despierte otra vez para que regales una
zanahoria, un banano o un pedazo de mango (no me vayas a dar el mango entero,
porque la pepa me hace vomitar).
Luego de eso, puedes seguir durmiendo. Si me vas a sacar, ten en cuenta
que tengo mucha fuerza, en especial cuando vayamos a pasar la calle, una vez
estemos fuera del Condominio. No me vayas a dejar lamer el pasto o el suelo.
Llévame amarrado hasta el fondo de la calle pavimentada y desde allí me tiras
la pelota varias veces. Con gusto le recojo para que vuelvas a tirármela y
juguemos así, un rato.
Hay una señora que a veces nos encontramos. Creo que no le gusto, o me
tiene miedo. Lo he notado. Ya varias veces la he asustado. Ten en cuenta para
que no me sueltes cuando ella esté cerca, o para que me cojas. Si hay mucho
rollo, jugamos en el patio de la casa. No tengo problema con eso.
Mi “Papá” deja encerrada la cocina con dos asientos. Déjalos igual,
porque tú sabes que soy travieso (ver foto). No me des comida condimentada, ni
salada. Solo frutas dulces y mi concentrado. No como cítricos, es decir, frutas
ácidas. No olvides esto por favor que quiero verte convertida en toda una
odontóloga y casada con Óscar. Por la tarde, a eso de las 4:30 y 5 pm, me
sirves por favor la otra porción. Recuerda que solo como dos veces en el día.
Duerme conmigo. Cuando haga frío, ten en cuenta que me gusta mi camita.
Si vas a salir, busca una camiseta vieja de mi “Papá” y me la dejas. Me gusta
recordarlo. Ya casi no me acuerdo de mi “Mamá”, pero he oído que va a volver
pronto. Será lindo volverla a ver.
Por favor, acaríciame mucho la cabeza, el cuello y el lomo. Eso me
fascina. Si estas viendo televisión y estoy en la sala “llorando”, es porque
muy seguramente estoy llamando tu atención. Es que no me gusta que me ignoren.
No me vayas a dejar abierta la puerta del patio pequeño en el que hay
piedras. A veces me gusta molestar a mi “Papá”. Me meto una a la boca y él se
asusta. Y lo obligo a “negociar”. Es decir, él va a la nevera, saca una fruta y
yo le suelto la piedra. Lo tengo condicionado. Pobre viejo, pero así lo quiero.
Los jueves va María, en caso de que vayas a salir. No olvides recoger
la correspondencia del casillero 40. Si hay recibos por pagar (servicios
públicos), por favor dáselos a mi abuela Ana para que ella los pague. Le
escuché decir a mi “Papá” que a su regreso “cuadran” cuentas con la “Abue”.
Bueno, no sé qué más decirte. Te espero pronto. Sé que la vamos a pasar
bien. Dile a Óscar que es bienvenido siempre y cuando me acaricie. Si me
ignora, le ladro. Ahhh, no dejes acumular basura. Hay que llevarla al depósito.
Un abrazo “Prima” y gracias por quedarte conmigo.
PASQUINO
No hay comentarios.:
Publicar un comentario