YO DIGO SÍ A LA PAZ

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viernes, 5 de febrero de 2016

ELECCIÓN PRESIDENCIAL 2018

Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo

De no pasar nada extraordinario en el Proceso de negociación de La Habana y a la espera de que se dé inicio al Proceso de Paz entre el Gobierno de Santos y el ELN, en las elecciones de 2018 los colombianos iremos a las urnas en medio de unas nuevas y particulares circunstancias políticas.

Miremos quiénes podrían hacer parte de la contienda política en ese ya próximo escenario electoral. Aunque Vargas Lleras esté en proceso de recuperación por la delicada operación a la que fue sometido, ese evento en su salud bien podría dificultar su llegada a la Casa de Nariño, tal y como lo ha soñado y lo sueña la Derecha y los sectores que aún mantienen reservas alrededor del sentido de las negociaciones entre el  Gobierno y las Farc y que se extienden a las transformaciones institucionales que habrá que emprender para implementar los acuerdos de paz.

Descartemos por un momento a Vargas Lleras y pensemos cuáles serían los candidatos con los que la Derecha podría contar para las elecciones de 2018. Martha Lucía Ramírez podría ser una alternativa, a pesar de su bajo carisma. Su condición de mujer, en un país profundamente machista le haría aún más difícil concretar un nueva aspiración presidencial.

Carlos Holmes Trujillo, hasta el momento figura del Centro Democrático (CD), puede erigirse como una posibilidad tanto para su colectividad, como para otros sectores políticos que reconocen al político vallecaucano como una alternativa de poder. Y es que Holmes Trujillo puede ser la opción para aquel sector de la Derecha que sabe que la figura de Óscar Iván Zuluaga, del CD, no convoca por su bajo carisma y porque su inmediato pasado lo circunscribe a Uribe Vélez, quien poco a poco se ha venido quedando solo, lo que podría jugar en contra de los intereses de una Derecha que sabe que debe morigerar su discurso, ante la eventual “pacificación” del país. Especialmente, porque el respaldo de la ONU, de los Estados Unidos y de la Unión Europea al Proceso de La Habana, no solo hace irreversible el fin del conflicto armado con las Farc, sino que “impone” un perfil distinto para aquel Presidente que aspire conducir a un país que hizo el enorme esfuerzo por ponerle fin a la guerra y que busca consolidar la paz y la convivencia en un lapso de 20 años.

Sergio Fajardo, cercano al uribismo, también se erige como una posibilidad para que la Derecha presente un candidato presidencial en 2018. Tiene carisma y cuenta a su favor que su figura no polariza tanto como si logra hacerlo Zuluaga, Vargas Lleras y Ramírez.

Eso sí, dudo mucho que Fajardo, Zuluaga, Holmes Trujillo, Ramírez o Vargas Lleras sean capaces de convocar a las amplias mayorías de colombianos para hacer el tránsito de la guerra a la paz. Quizás quien mejor pueda entender ese escenario complejo sea Humberto De la Calle Lombana, jefe negociador y representante del Gobierno de Santos en La Habana. Conocedor de la Carta Política de 1991, De la Calle puede ser el gran artífice, incluso por encima de Santos, de la firma de un nuevo pacto de paz. Lo que significará la urgente y necesaria convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente[1],  a pesar de la negativa del Gobierno de Santos. Las Farc insisten en una ANC para refrendar los acuerdos de La Habana. No aceptan el plebiscito por cuanto no fue concertado en la Mesa y por su carácter político no vinculante jurídicamente. Así las cosas, y ante la reciente carta de las Farc insistiendo en una Asamblea Nacional, el país debe prepararse para votar a favor del plebiscito y de esa manera, ambientar lo que sería una nueva convocatoria electoral esta vez para escoger a los Delegatarios. Complejo asunto. 

A pesar del ambiente de polarización que aún soporta el proceso de paz de La Habana, De la Calle es una  figura pública que no divide y polariza a los sectores de opinión y de poder que siguen de cerca las negociaciones que se adelantan en territorio cubano.

En cuanto a los posibles candidatos de la Izquierda, hay que decir que Jorge Robledo bien podría convertirse en una opción de poder para el 2018, pero su imagen polariza y divide incluso dentro de la propia izquierda. Lo mismo pasa con Gustavo Petro, quien no solo polariza a la opinión, sino que deberá sacudirse de la mala imagen  que le dejaron los ejercicios representacionales que hicieron los noticieros de televisión RCN y Caracol, que sobre consolidaron sobre él una idea de “gobernante incapaz e improvisador”, por su conflictivo paso por la Alcaldía de Bogotá.

Navarro Wolff es la otra figura de la izquierda que podría convertirse en alternativa de poder. Tiene carisma, pero al igual que Petro, el haber sido guerrillero lo pone en desventaja ante unos medios masivos de comunicación que usarán ese pasado para estigmatizarlo y de esta manera, aumentar los miedos de los sectores sociales que creen que el país, con figuras como ellos, transitará rápida y efectivamente hacia el socialismo (castrochavismo).

De esta manera, el escenario político y electoral de 2018 estará signado por la transición de la guerra a la paz. No serán los tiempos aquellos en los que los colombianos votaban a favor o en contra de la paz o de la guerra, con engañosas banderas de la seguridad democrática y la lucha contra el terrorismo. Echa a un lado esa dicotomía, los colombianos nos aprestaremos a votar por la consolidación de un escenario de transición que necesita ser guiado por un Presidente afecto al Establecimiento, pero conocedor de las implicaciones, exigencias y cambios que demandará la consolidación del posconflicto y por esa vía la consecución de una paz estable  duradera. Y quien puede ofrecer y dar un parte de tranquilidad a todos los sectores de poder es Humberto De la Calle Lombana. Ojalá que el país entienda que la mejor opción política para guiar al país hacia la transición[2] de la guerra a la paz es el ex vice presidente del Gobierno de Samper.  Amanecerá y veremos.



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