YO DIGO SÍ A LA PAZ

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lunes, 14 de diciembre de 2009

EL 2010, UN AÑO DE DEFINICIONES

Por Germán Ayala Osorio

Todo parece indicar que este 2009 terminará en medio de la dañina incertidumbre política y económica, generada por la posible reelección de Uribe. De continuar el silencio del Mesías antioqueño, con respecto a si desea desestabilizar aún más las relaciones entre los poderes públicos, el 2010 será un año político y electoralmente complejo y definitivo para la débil democracia colombiana.

Los ex presidentes Samper y Gaviria, como expertos gamonales y señorones de la política tradicional, muestran sus fauces al Mesías antioqueño, que respira tranquilo porque cree tener todo listo para perpetuarse en el poder y convertirse en el sátrapa que empresarios, banqueros, militares y por los menos cuatros millones de colombianos, desean de tiempo atrás.

Como aventajados titiriteros, Samper y Gaviria exhiben a Pardo Rueda como un candidato capaz de enfrentar bien sea a Uribe, o a quienes desde ya aparecen como fieles seguidores de lo que llaman el ideario uribista, cuyos principios se expresan en programas y actividades como dar bala a las FARC, beneficiar a multinacionales y empresarios, aumentar la pobreza y las incertidumbres económicas y garantizar así, la corrupción y la compra de conciencias: Sergio Fajardo(agazapado espera el guiño de Uribe), Juan Manuel Santos(con todo y falsos positivos, espera convertirse en Presidente), Noemí Sanín (electoralmente, sólo aspira a jugar el rol de comodín), Germán Vargas Lleras (puede resultar peor que Uribe) y claro, Uribito (ex ministro de Agricultura, cuyo nombre es mejor no recordar).

Ojalá que en el 2010 las fuerzas contrarias a la continuidad de Uribe, de la que hacen parte pocos dirigentes gremiales, empresarios, rectores de universidades y diversos actores de la fragmentada sociedad civil, expresen con vehemencia, eleven su voz y se movilicen para impedir lo que ya se vislumbra como una dictadura de un civil, belicoso y belicista, que insiste en usar los recursos del Estado para vengar la muerte de su padre.

Hay que entender que así se logre impedir o frenar el proyecto totalitario de Uribe, las circunstancias que históricamente han hecho del país y de la nación proyectos fallidos, poco cambiarán con la llegada de Fajardo o de Santos o de cualquiera de los otros proto candidatos.

El país necesita de cambios profundos que ninguno de los nombrados precandidatos presidenciales se atreverá a ofrecer, pues todos siguen, comparten u obedecen las órdenes y programas del gran capital nacional e internacional.

En un escenario democrático como el colombiano, las jornadas electorales se vienen convirtiendo en válvulas de escape que se abren para crear sensaciones colectivas en los colombianos, que piensan, ingenuamente, que con el cambio de Presidente, es posible que el mejore. Mientras termina este 2009 y nos dejamos atrapar por el espejismo de la navidad, no olvidemos que en el 2010 tendremos la oportunidad de expresar nuestro descontento: votar en blanco, porque realmente no hay -y no habrá- opciones reales que garanticen los cambios que Colombia necesita.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias German, te cuento que me has impulsado a escribir un comentario en mi área cada vez que recibo uno tuyo.

Te agradezco el haberme impulsado a escribir.

Un gran abrazo y mucha suerte en tus proyectos.

YL

Anónimo dijo...

PROFE POR QUIÉN VA A VOTAR??? PETRO??? NO HAY CON QUIEN. LUCHO Y TODA SU CORTE

Santiago

Anónimo dijo...

Ayala:


Me parece que se le olvido mencionar la otra opción que tienen los colombianos – el PDA, a pesar de que Petro no atraiga a tantos votantes como podría hacerlo una izquierda más consistente, es una opción que seguramente van a tomar algunos de los que no quieren votar en blanco.



Saludos,



Alexander