Por Germán
Ayala Osorio, comunicador social y politólogo
Desde el 2002, la opinión pública en Colombia y el
llamado “país político”, devienen polarizados en torno a la dicotomía Paz-Guerra.
Durante los dos períodos de Uribe Vélez (2002-2006 y 2006-2010) la sociedad
colombiana se polarizó hasta el punto de que se exacerbó esa división entre las
dos opciones, Paz o Guerra, a fin buscar salidas negociadas al conflicto armado
interno o por el contrario, extender en el tiempo el de por sí ya degradado
conflicto armado interno.
Fue tal el nivel de crispación de la opinión pública,
que quienes apoyaban, planteaban fórmulas o exigían una solución dialogada al
conflicto armado interno, eran señalados como “amigos del terrorismo” o
“terroristas vestidos de civil”, por cuanto los diálogos de paz quedaron proscritos
por el fallido proceso de paz del Caguán, las arremetidas de las Farc y por la
negación que hiciera Uribe Vélez de la existencia del conflicto armado interno,
a través de su Política de Seguridad Democrática; mientras tanto, los sectores
afectos a la salida militar cuyo objetivo era eliminar físicamente a las
guerrillas, colaboradores, simpatizantes y a
todo lo que oliera a izquierda, erigieron a Uribe Vélez como el “Mesías” que el país necesitaba para
quitarse de encima y de una vez por todas el “flagelo” de una otoñal presencia
guerrillera.
Dicho ambiente crispado se mantendría aún después de
terminados los dos períodos de Uribe Vélez, quien a pesar de los escándalos de
corrupción[1] y
denuncias por la violación a los derechos humanos[2],
mantendría una imagen positiva
gracias a la búsqueda permanente de sus reacciones por parte de los periodistas
de los medios masivos frente a hechos relacionados con la guerra interna y la
posibilidad de conversar nuevamente de
paz con las guerrillas, en especial con las Farc[3].
La relación de Uribe Vélez con los medios masivos
terminó consolidando en el país una especie de unanimismo ideológico[4],
político y mediático que claramente coadyuvó a la entronización de la idea de
que el único camino para terminar con el conflicto armado interno era la salida
militar, es decir, la derrota de las guerrillas. Fue de tal proporciones lo que
el país vivió en términos de la relación Poder político-Medios masivos, que el
periodismo colombiano cerró filas en torno al carisma, al discurso guerrerista
y al talante autárquico y autoritario[5] de
Uribe Vélez, lo que acercó, sin duda, lo que sucedía y sucedió en ese período con
la llamada opinión pública, a la tesis planteada por Elizabeth Noelle-Neumann, conocida como La Espiral del silencio[6].
La irritación en sectores de opinión aumentó cuando
en su calidad de presidente, Juan Manuel Santos Calderón señaló que “la llave
de la paz no se había perdido[7]”.
Ello significaría que el nuevo inquilino de la Casa de Nariño entablaría,
tiempo después, formales diálogos de paz con las Farc, circunstancia que sin
duda polarizaría aún más a la opinión pública y generaría enfrentamientos
institucionales al interior del Estado.
A los anuncios de buscar caminos para poner fin al
largo y degradado conflicto armado interno, se sumarían circunstancias
políticas que claramente fueron “guardadas” bajo la nomenclatura “Traición de
Santos” dado que el Presidente de Colombia (2010- 2018) se había desempeñado
como Ministro de la Defensa durante el Gobierno de Uribe y desde esa cartera
dio golpes certeros a las Farc, como la muerte del entonces comandante, alias
Alfonso Cano[8].
Así entonces, Santos se hizo elegir Presidente con la bandera de la Seguridad
Democrática[9]
y con el apoyo de Uribe y de por lo
menos 7 millones de colombianos que seguían
a pie juntillas las tesis y la doctrina de seguridad nacional del
político antioqueño.
Hay que insistir en la evidente irritación o furia de
sectores de opinión cuando en su calidad de presidente, Juan Manuel Santos Calderón
señaló que “la llave de la paz no se había perdido[10]” y
posteriormente oficializó el inicio de conversaciones formales con las Farc-Ep,
hecho político y militar que aumentaría los niveles de convulsión de la opinión
pública y la consolidación de Uribe y de su movimiento político, el Centro
Democrático (CD), como férreos y enconados opositores -enemigos[11]- al Proceso de Paz y a todo lo que en la Mesa
de Conversaciones de La Habana resultare aprobado.
Así entonces, el Proceso de Paz avanzaría con los
tropiezos propios de una delicada y compleja negociación, que las partes
sentadas en La Habana decidieron adelantar en medio de las hostilidades. A esta
circunstancia político-militar se sumarían las críticas constantes de los
opositores, concentrados especialmente en las labores legislativas y de
generación de opinión pública del Centro Democrático[12].
Si bien cada punto de los seis puntos acordados en la
llamada Agenda de La Habana motivó reacciones negativas y feroces críticas del
llamado “uribismo[13]”, quizás
el preacuerdo[14]
que más exacerbó los ánimos en los opositores fue el que anunciaron las
Delegaciones de Paz de las Farc y el Gobierno,
el jueves 12 de mayo de 2016, al caer la tarde. En el Comunicado
Conjunto Nro 69, las partes dieron a conocer los alcances de este nuevo acuerdo.
La molestia del expresidente Uribe Vélez lo llevó al
extremo de declararse en “resistencia civil[15]” y
de invitar a los ciudadanos y a otros sectores de poder social y político a
movilizarse en rechazo a lo acordado alrededor de blindar jurídicamente el
Acuerdo Final de La Habana, elevándolo a la figura de Acuerdo Especial de Paz[16]
el documento resultante de las negociaciones de paz.
A la oposición de Uribe, de los
miembros del Centro Democrático (CD) y de sectores de opinión que aún siguen
las ideas del político antioqueño, se sumaría
el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado[17],
quien de manera temprana y permanente ha hecho críticas al Proceso de Paz de La
Habana.
Pero volvamos al llamado a la Resistencia
Civil que haría Uribe. Sin duda alguna,
el senador del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez no solo se consolida como
líder de los sectores de poder social y político que se oponen a lo acordado en
La Habana, sino que desde ya se convierte en el primer agitador y animador del escenario
electoral de 2018, en el que se iniciarán los procesos regionales de la implementación
de lo acordado en la Mesa de Negociaciones instalada en Cuba, en perspectiva de
Paz territorial[18].
Este corto recorrido hace parte del complejo devenir
político por el que pasó el proceso de paz de La Habana. De todo lo que sucedió
en torno a la larga negociación entre el Gobierno y las Farc, hoy se mantiene
el negativo liderazgo y la tozuda oposición
de Uribe a que el país se pacifique por la vía
de la negociación política. Pero insisto en que el problema NO es Uribe,
sino lo que él representa y a quienes representa: a sectores del
Establecimiento que no solo temen a la Paz, sino a que sus nombres aparezcan
bien en la Comisión de la Verdad (no vinculante), o a que deban comparecer ante los tribunales
en el marco de la Jurisdicción Especial para la Paz (de carácter vinculante).
Y en esa tarea de oponerse y de torpedear[19] el
proceso de implementación del Acuerdo Final (II), a Uribe se le sumó desde hace
rato el Fiscal[20]
General de la Nación, Néstor Humberto Martínez Neira[21]. En el 2018 el pueblo colombiano tendrá la
oportunidad de elegir a un Gobierno que se le juegue por la implementación o
por el contrario, llevar a la Casa de Nariño a un Presidente[22] que
haga todo para incumplir la palabra empeñada en el Acuerdo Final firmado en el teatro Colón.
Imagen tomada de pulzo.com
[1] La
reelección presidencial inmediata cobró vida en 2004, cuando a través de una
fina “cirugía constitucional”, el Congreso de la época modificó el impedimento
jurídico-político que evitaba la reelección presidencial. Uribe Vélez, según
fallos de la Corte Suprema de Justicia y lo que trascendió a la opinión pública
a través de la llamada “Yidispolítica”, logró reelegirse de manera fraudulenta.
Véase recientemente el concepto jurídico del ex magistrado de la Corte
Constitucional en el que señala que la reelección de Uribe Vélez devino espuria
por los hechos relacionados con lo que se llamó como la Yidispolítica, es
decir, la compra de los votos que hiciera el Gobierno de Uribe a los
Congresistas, Yidis Medina y Teodolindo Avendaño: http://www.wradio.com.co/noticias/judicial/8203exmagistrado-pide-que-sean-declaradas-ilegales-las-reelecciones-de-santos-y-uribe/20150428/nota/2738045.aspx;
importante también revisar las conclusiones a las que llegó en su ponencia, el
magistrado de la Corte Constitucional, Humberto Sierra Porto, con la que se
declaró inconstitucional la ley que daba vida a la al referendo con el que se
buscaba la segunda reelección de Uribe (tercer mandato). Véase: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-7137447
y http://www.semana.com/politica/articulo/las-cinco-opciones-sierra-porto/112646-3
[2] Los
llamados “falsos positivos” fue una práctica sistemática de crímenes
perpetrados por militares, quienes al buscar beneficios económicos,
condecoraciones y días de descanso, diseñaron estrategias para asesinar civiles
para luego presentarlos como muertos en combate. Véase Decreto Boina 1400 del
05 de mayo de 2006, llamado Bonificación por Operaciones de Importancia
Nacional (BOINA), así como la directiva ministerial 029 de 2005. Véase: https://www.mindefensa.gov.co/irj/go/km/docs/Mindefensa/Documentos/descargas/Documentos_Home2/decreto_bonificaciones.pdf
y http://www.elespectador.com/opinion/editorial/articulo87344-directiva-ministerial-029-de-2005
[3] Uribe
Vélez señala, de tiempo atrás, que las Farc asesinaron a su padre. Su llegada a
la Presidencia devino acompañada de un espíritu de venganza en contra de los
máximos comandantes de dicha guerrilla. Recientemente, en el contexto del
proceso de paz de La Habana, miembros del Secretariado de las Farc desmintieron
esa versión de los hechos que siempre ha entregado Uribe. Así lo registró el
diario EL ESPECTADOR: http://www.elespectador.com/noticias/politica/nosotros-no-matamos-al-papa-de-uribe-pablo-catatumbo-articulo-611111
[4] Véase
De la democracia radical al unanimismo ideológico, medios de comunicación y
seguridad democrática. UAO, 2006.
[5] Véase
El embrujo autoritario: http://pdba.georgetown.edu/Security/citizensecurity/Colombia/evaluaciones/primeranoUribe.pdf
[7] Véase: http://wp.presidencia.gov.co/Noticias/2015/Julio/Paginas/20150712_04-Palabras-Alocucion-del-Presidente-Juan-Manuel-Santos-sobre-el-proceso-de-paz-con-las-Farc.aspx
[9]
Política pública con la que Uribe Vélez,
sus mayorías en el Congreso y su propio gobierno desconocieron la existencia del conflicto
armado interno. En dicho documento se hablaba de la existencia de una amenaza
terrorista, lo que claramente negaba la existencia y los derechos de las
víctimas de las acciones bélicas de los combatientes enfrentados y por
supuesto, desconocía al Estado como actor político armado. El documento se
conoce como Política Pública de Defensa.
[10] Véase: http://wp.presidencia.gov.co/Noticias/2015/Julio/Paginas/20150712_04-Palabras-Alocucion-del-Presidente-Juan-Manuel-Santos-sobre-el-proceso-de-paz-con-las-Farc.aspx
[11]
Véase: http://laotratribuna1.blogspot.com.co/2016/06/plebiscito-y-relacion-amigo-enemigo.html
Uribe Vélez se “graduaría” como enemigo del Procesos de Paz en razón a que
conserva algún poder desestabilizador, no solo porque tiene poder económico (es
un rico latifundista y ganadero) y político, con el que podría convocar a
fuerzas legales e ilegales, para debilitar las instituciones encargadas de dar
cuenta de la implementación del Acuerdo Final al que se llegue en La Habana,
Cuba. Ahora bien, no todos los detractores y críticos del Proceso de Paz caben
dentro de la denominación enemigos de la paz o de las negociaciones de paz de
La Habana. Y es así, porque esos ciudadanos no tendrían el poder
desestabilizador que conserva Uribe Vélez como expresidentes y el que puede
convocar desde sectores legales e ilegales.
[12] El nombre de Centro Democrático
llega después de varias propuestas de nombres que giraban en torno al carácter
megalómano y mesiánico de Uribe Vélez. Véase: http://laotratribuna1.blogspot.com.co/2013/09/elementos-para-entender-la-vigencia.html
[14] Se habla de preacuerdo porque los
negociadores de La Habana decidieron que la Agenda de seis puntos obedecía a
una sola unidad, lo que significaba que lo acordado en cada uno de los puntos
obedecía a acuerdos preliminares. Desde la Mesa de Negociación se acuñó la
sentencia Nada está acordado hasta que todo esté acordado. Dicha
sentencia cobraba vida, además, porque a pesar de que se anunciaban acuerdos
preliminares, en los respectivos documentos consensuados quedaban anotaciones,
puntos pendientes o salvedades que serían retomadas al final cuando estuviera
listo el Acuerdo Final.
[16]
Posteriormente, el Congreso de la República acogería lo acordado en La Habana
en el Acto Legislativo para la Paz, con el que “blindaría” jurídica y
políticamente el Acuerdo Final. http://www.elespectador.com/noticias/politica/descanse-paz-guerra-santos-celebro-aprobacion-de-acto-l-articulo-635636
[17] Se
hizo reelegir como Procurador General de la Nación, violando la Carta Política.
A pesar de que fun demandada dicha reelección ante el Consejo de Estado, su
poder clientelar ha impedido que los magistrados de dicha Corte hayan podido
falla en derecho ante la espuria reelección de Ordóñez. Véase: http://laotratribuna1.blogspot.com.co/2016/05/cinismo-puro.html
[18] Esta
categoría y concepto hace parte de las discusiones dadas en la Mesa de Negociación
de La Habana y de los preacuerdos firmados por las Delegaciones de Paz de las
Farc y del Gobierno. El enfoque de Paz Territorial reconoce que las dinámicas
de un conflicto armado degradado, se han concentrado en 368 municipios, lo que
confirmaría el carácter periférico del conflicto armado interno. Así entonces,
la Paz Territorial como enfoque y perspectiva de implementación del Acuerdo
Final de La Habana tendrá mayores exigencias en esas localidades en las que el
Estado, la ciudadanía y el mercado legal
son débiles o inexistentes. Véase: http://www.claudia-lopez.com/author/clopezsenado10gmail-com/page/64/
[19]
Véase: http://www.elespectador.com/opinion/fiscal-tira-la-piedra-y-esconde-la-mano-columna-679714
2 comentarios:
Que buen Articulo es una perfecta clase de Historia Patria para Leer y Aprender !!
Si no sabes que ha pasado, empieza por leer y aprender !!!
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