Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo
Introducción
Los medios de comunicación se mueven hoy, más que nunca, en las esferas de poder económico y político, hecho que les asegura un papel fundamental en la generación de percepciones, creencias, opiniones, posturas, decisiones, sentimientos y pasiones, que juntas, configuran estados de opinión pública que se reflejan en las actitudes y posibles lecturas (imágenes) que los individuos asumen y hacen de los asuntos públicos, especialmente de aquellos que, convertidos en noticia por medios y periodistas, pueden resultar definitivos para quienes se exponen a la información periodística- noticiosa, mediática y masiva.
Las múltiples realidades colombianas, la manera como las entienden los públicos lectores de los medios (las audiencias), el discurso y la manipulación que del mismo realizan medios y periodistas, hacen que éstos sean instrumentos eficaces para posicionar valores, formas de pensar y orientar a sus audiencias, a sus públicos.
La acción política ejercida por los medios, en tanto actores políticos, implica el abandono de la acción informativa y la de generar y orientar la opinión pública desde la imperiosa necesidad de buscar la verdad de disímiles hechos o por lo menos, la entrega de versiones verosímiles en torno a éstos. En ese escenario político, y dadas las circunstancias de concentración de los medios en grandes conglomerados económicos, la tarea de construcción de lo público que cumplen necesariamente los medios masivos queda empañada por los intereses políticos económicos que hay detrás de la acción de informar, en tanto hoy fungen como unidades de negocio de grandes conglomerados económicos.
Señalar que existe una dimensión política en la que los medios de comunicación actúan o se construyen como actores, conlleva a pensar en las características de las empresas periodísticas, en el particular discurso periodístico-noticioso, en los tratamientos que hacen de hechos y las maneras como proponen la discusión de los asuntos públicos dentro de las condiciones que para tal efecto proporciona un régimen político democrático como el colombiano.
Seguir a los medios masivos, en especial a la prensa escrita, constituye un ejercicio académico e investigativo que arroja resultados y abre posibilidades en lo que toca a la exposición de temas y problemas de investigación, que en el ámbito académico pueden resultar claves para ejercicios investigativos interdisciplinarios, en los que la información mediática resulta estratégica, porque ella misma contribuye a la consolidación de imaginarios alrededor de los mismos temas, asuntos y hechos que se abordan bajo esa lógica periodística-noticiosa.
Bajo las categorías, Modelos socieconómicos, políticas y relaciones internacionales y hechos jurídico-ambientales (litigios ambientales), se estableció un seguimiento a la información noticiosa consignada por varios medios escritos nacionales y regionales, con el fin no sólo de hallar tendencias y patrones en los tratamientos periodísticos dados, sino de encontrar relaciones directas e indirectas con ámbitos de estudio y disciplinas que nos permitan avanzar en la consolidación de un Observatorio no sólo de medios, sino de hechos y fenómenos sociales, económicos, políticos y culturales.
PRESENTACIÓN DEL SEGUIMIENTO
El seguimiento a varios medios masivos escritos colombianos se da alrededor de la categoría Modelos socioeconómicos, políticas y relaciones internacionales y litigios ambientales.
En primer lugar, se presenta el seguimiento realizado a hechos noticiosos consignados en varios medios escritos, que inicia en septiembre de 2011 y termina en noviembre del mismo año. Posteriormente a dicha presentación, se expone el registro y seguimiento a varias notas periodísticas publicadas entre diciembre de 2011 y enero y febrero de 2012, en los medios EL PAIS, EL ESPECTADOR y EL TIEMPO. Esta segunda parte se presenta en un segundo artículo.
En el periodo comprendido entre septiembre y noviembre de 2011, se consignaron 11 registros periodísticos-noticiosos y de opinión, publicados en los periódicos EL TIEMPO y EL PAIS. No se registró información del diario EL ESPECTADOR.
En la categoría Modelos socieconómicos, políticas y relaciones internacionales se registran los siguientes textos: uno de opinión, a cargo de la columnista Paloma Valencia Laserna y ocho hechos noticiosos (noticias).
En lo que concierne al género opinión, aparece la columna de Paloma Valencia Laserna, dedicada a la firma y aprobación del TLC entre Colombia y los Estados Unidos. La columnista toca un asunto que tiene arraigos culturales, políticos, sociales y económicos, que históricamente han definido las relaciones de poder político, fincadas en un centralismo bogotano, andino, que se olvidó del resto de la geografía del país.
Propone la columnista, con algo de ingenuidad, que “hay que considerar de manera prioritaria el cambio de ubicación de la capital administrativa de Colombia. La situación geográfica de Bogotá no favorece el comercio. Hay que subir una cordillera y media para llegar a ella y eso encarece los costos y no facilita los trámites”.
La columnista no discute la legitimidad del Tratado de Libre Comercio y menos aún, habla de aspectos negativos del mismo en lo que toca a su implementación. Sólo destaca sus ventajas y parece creer, a pie juntillas, en los beneficios que dejará su entrada en vigencia en Colombia, en materia de competitividad y desarrollo. Alude a problemas que se deben resolver para enfrentar adecuadamente el TLC: el problema agrario y el de la infraestructura.
Entre tanto, se registra el 03 de septiembre de 2001 una nota periodística que si bien cabe de la gran categoría Modelos socioeconómicos, políticas y relaciones internacionales, tiene visos propios de hechos noticiosos que se soportan en actuaciones de actores de la sociedad civil, que pueden clasificarse bajo otra categoría, a las que los medios masivos siempre se muestran atentos para registrarlas como hechos de gran importancia.
En este caso, se trata del Comité de Cafeteros del Valle, que recibió el premio Emprender Paz, por haber tomado la iniciativa de arreglar vías veredales y convocar campañas de salud, entre otras, en zonas cafeteras del Valle del Cauca.
Un reconocimiento social y político que deja entrever la incapacidad del Estado para cubrir, con políticas públicas, necesidades en materia de infraestructura vial, en especial en vías secundarias y terciarias. Las iniciativas de corporaciones privadas, que trabajan muy de cerca con el Estado, son bienvenidas, pero ello no tiene porqué esconder los problemas y los atrasos que el país registra en infraestructura vial para la comercialización de alimentos, lo que sin duda, abarataría los costos de la canasta familiar de los colombianos. La nota se publicó bajo el título, Cafeteros del Valle, emprendedores de paz (sic).
El 24 de octubre de 2011 el diario conservador EL PAIS registra un hecho periodístico-noticioso bajo el siguiente titular: Mejora producción de azúcar en el Valle (sic). Estamos ante una nota que describe un hecho económico y gremial de claro beneficio para la imagen de una institución de la sociedad civil, como Asocaña.
En el texto noticioso, además, se destaca la producción de 211 millones de litros de etanol. No se alude en el cuerpo de la noticia a los costos ambientales, culturales, económicos y sociales que genera la producción de alcohol carburante y que se expresa, por ejemplo, en el alto costo de la gasolina en Colombia y el claro beneficio para un monopolio privado: los ingenios azucareros del Valle del Cauca.
El 19 de octubre 2011 se registra una nota intitulada El Valle le apuesta a la siembra de frutas (sic). Estamos ante un texto noticioso que destaca un proyecto piloto, que el periodista responsable de la nota exhibe como una gran oportunidad para que el Valle vuelva a ser la despensa frutícola que los cronistas de marras describieron. En el lead[1] del texto noticioso se lee: “El sueño del Valle del Cauca, de convertirse nuevamente en el principal proveedor de frutas del país, comenzó a tomar forma con la puesta en marcha de un proyecto piloto para sembrar 216 nuevas hectáreas de banano, lulo, fresa, papaya, melón, maracuyá” .
Estamos ante una nota que infla un proyecto piloto y con la que la redacción de EL PAIS oculta la realidad de un Valle del Cauca ocupado y cubierto bajo la sombra del monocultivo de la caña, la misma que en nota anterior registró un crecimiento en la producción de etanol y de azúcar. No hay forma, por lo menos por ahora, de que el Valle regrese a los tiempos narrados por los cronistas de marras, en los que frutales multicolores se resistían al paso de diversos monocultivos, hasta que cedieron al paso avasallante de la caña.
Para la edición del 23 de noviembre de 2011, aparece una nota bajo el título La región Pacífico alista sus apuestas productivas (sic). Se trata de una iniciativa en la que participan el Estado regional, la Fundación para el Desarrollo Integral, FDI, con el apoyo del Banco de la República.
El texto tiene un carácter descriptivo de las posibilidades que ofrece la región para el cultivo de frutas, hortalizas, tilapia y cacao. El documento noticioso no ofrece elementos de contexto que den cuenta, por ejemplo, de factores socioculturales que faciliten o no el emprendimiento de iniciativas económicas como las exhibidas en la noticia.
En la edición del 26 de noviembre de 2011 la redacción de EL PAIS titula un texto noticioso, Economía del Valle continúa repuntando (sic). En el lead se resume el hecho que motiva el registro noticioso: “La economía vallecaucana repuntó el año pasado y según las cuentas departamentales publicadas por el Dane, el crecimiento del PIB de la región se situó en 1.7%, es decir, un punto y medio más que lo registrado en el 2009, cuando creció 0.9%”.
En el texto se alude a la actividad minera (explotación de minas y canteras). Se señala que es una actividad que ofrece menor participación en la consolidación del PIB del Valle. En la nota no se amplía esta información, que resulta clave en la medida en que dichas actividades vienen creciendo en esta parte del país y hacen parte de la locomotora minera, una de las más importantes para el gobierno de Santos Calderón, pero también una de las estrategias que ofrece mayores retos en materia ambiental, por el nivel de impacto de actividades antrópicas como la explotación de oro a cielo abierto, entre otros proyectos de exploración y explotación de minerales.
En el diario EL TIEMPO, en su edición del 09 de noviembre de 2011, en la página 18, aparece el titular Alivio a lixiviados de Presidente (sic). En el texto noticioso se alude al relleno sanitario de Presidente, localidad vallecaucana, ubicada en el centro del departamento, en jurisdicción del municipio de Buga.
El cuerpo noticioso ofrece un carácter descriptivo al lector, en tanto cuenta alguna de las características que ofrece la planta de tratamiento, de la que se dice que “está dotada de membranas vibrantes que remueven los metales y contaminantes y los separa para extraer los líquidos producidos por los desechos”.
En el mismo diario bogotano, en su edición del 28 de noviembre de 2011, página 15, aparece una nota periodística, cuyo título es: Sólo dentro de dos años se reactivaría el café (sic). En el texto se habla de renovación de los cultivos de café, en los que se destaca que el Valle del Cauca, junto a otros departamentos, fue una región juiciosa en la aplicación del programa de renovación de matas del señalado monocultivo. Lo cierto es que a mediados de 2012 el país conoció, a través de voceros del Gobierno de Santos y del propio Gremio Cafetero, que el número de hectáreas dedicadas a este monocultivo se viene reduciendo, lo que ha implicado, incluso, que el país importe café de otros países, también productores como Colombia.
En la misma edición del 28 de noviembre de 2011, EL TIEMPO edita una nota, en la página 16, bajo el título Caen producción y precios del cacao (sic). En la bajada[2] o sumario se lee lo siguiente: “La culpa la tuvo ‘la Niña’, cuyos aguaceros y alta humedad ayudaron a incrementar el ataque de la monilia[3], la plaga más devastadora de los cultivos. Se expone un hecho clave, a propósito de la presencia de la plaga que ataca al cacao: la falta de investigación científica y las precarias condiciones en las que se presta la ayuda técnica”. La fuente que señaló el asunto fue el senador Jorge Robledo.
En lo que corresponde a la categoría Litigios jurídico-ambientales podemos señalar la presencia de tres (3) noticias, publicadas en los diarios El Espectador, El Tiempo y El País.
En la nota publicada en el diario caleño, el 18 de octubre de 2011, se habla de la actuación de un juez que ordenó desalojar el jarillón del río Cauca. El título reza así: Juez ordena desalojar el jarillón del río Cauca (sic). En el lead se concentra el hecho noticioso y se exhibe la aspiración del operador judicial: “El municipio de Cali tendrá un año para desalojar los asentamientos que se encuentran sobre los 1.5 kilómetros del jarillón del río Cauca”.
En la bajada o sumario se involucra a la alcaldía del municipio de Candelaria en la orden perentoria emitida por el Juzgado Primero Administrativo, en fallo proferido ante una acción popular.
La orden del Juzgado se suma a muchas otras proferidas de tiempo atrás, cuyo incumplimiento han coadyuvado a que el problema de poblamiento se mantenga en una zona que por principio ambiental, debe estar despoblada.
La nota publicada en EL TIEMPO, edición del 4 de noviembre de 2011, refiere a un asunto legal del Incoder. El título reza así: Fallo ordena al Incoder definir límites de resguardo indígena en el Chocó (sic).
El procedimiento se exige de acuerdo con un auto de la Corte Constitucional, corporación que le pide al Incoder hacer estudios topográficos y sociológicos para definir los límites del resguardo Eyakera[4], en donde se concentran indígenas Emberas. En la nota periodística se exhibe un viejo conflicto entre las maneras tradicionales de definir límites territoriales, utilizados por entidades como el Incoder[5] (y el antiguo Incora[6]) a través de estudios topográficos, que no son aceptados por las comunidades indígenas.
Finaliza el registro para dicha categoría, con una nota publicada en el diario EL ESPECTADOR, que en su edición del 12 de septiembre de 2011, edita una noticia bajo el título Anchicayá: sin pescado y sin indemnización. La nota recoge lo que sería el fallo del Consejo de Estado con el que se busca dirimir un conflicto entre el Estado y unas comunidades negras de la cuenca del río Anchicayá, afectados por el desastre ambiental cuya responsabilidad recae en EPSA y en la CVC, condenadas a indemnizar a las comunidades afectadas.
El tema ambiental, dentro de dicha categoría, se explica en y por las relaciones entre los modelos de sociedad, Estado y económicos que se experimentan dentro de un territorio, en el que se reconoce la existencia de un Estado- nación, del que se espera un ejercicio soberano sobre unos recursos naturales y que se expresa en la capacidad de autodeterminación, frente a disímiles fuerzas globales que intentan reducirlo.
El nexo con las políticas y las relaciones internacionales se explica desde la dinámica de un orden mundial que gira en torno a las relaciones asimétricas entre Norte y Sur, o entre países desarrollados (industrializados) y países en vías de desarrollo.
[1] Alude al primer párrafo en el que se suelen responder varios interrogantes conocidos como las 5 W, por su origen en inglés: who (quien), where (dónde), how (cómo), why ( por qué), when(cuándo) y what (qué).
[2] Esta parte del cuerpo noticioso se caracteriza por ser un resumen de los principales hechos o datos que aparecen en el resto de la estructura narrativa noticiosa.
[3] “El cacao es un cultivo de gran relevancia económica, social y ambiental para Colombia, constituyéndose en una especie primordial del sistema agroforestal campesino de muchas regiones. Sin embargo, existen varios factores que afectan la calidad y producción de los granos de cacao, siendo las enfermedades la principal limitante. Entre estas se destaca la moniliasis, causada por el hongo Moniliophthora roreri, como la enfermedad más severa para los países hispanohablantes de Latino América. En Colombia, esta enfermedad puede causar pérdidas que oscilan entre el 40% y 100% de la producción, lo cual depende de la severidad del ataque del patógeno, las condiciones medio ambientales y las condiciones de manejo del cultivo”. Tomado de http://www.fedecacao.com.co/cw/ca/doctecnicos/fedecacao-dt-manejo-enfermedades-enfasis-cacao-monilia.pdf (Consulta: 28 de mayo de 2012).
[4] Ubicado en Ungía, Chocó.
[5] Instituto Colombiano de Desarrollo Rural. Hay una débil institucionalidad para enfrentar los retos agrarios en el país, así como débiles instituciones, que, como el Incoder, nacen de fusiones de otras entidades, en las que hay arraigadas prácticas clientelistas que afectan su funcionamiento, a lo que se suman factores técnicos, operativos, científicos y de orden público, que hacen aún más difícil que el Estado colombiano logre modificar las precarias circunstancias en las que sobrevive el sector rural.
[6] Instituto Colombiano de la Reforma Agraria.
Nota: este seguimiento se da en el contexto de las actividades del Observatorio de Medio propuesto dentro del Centro Interdisciplinario de Estudios de la Región Pacífica Colombiana, CIER, de la Universidad Autónoma de Occidente.
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