Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo
En medio del escándalo mediático
y político por las coimas pagadas por Odebrecht, aflora el cinismo de Alejandro
Ordóñez Maldonado, quien a pesar de haber sido destituido por el Consejo de
Estado por violar el artículo 126 de la Carta Política, tiene la desvergüenza
de invitar a marchar contra el Gobierno de Santos y la corrupción.
En un corto video ( https://www.youtube.com/watch?v=N_V-ZF0hqWE)
y acompañado de una joven que cumple con los actuales patrones de belleza, el
astuto ex procurador general de la nación invita a marchar contra el Gobierno
de Santos.
En su discurso, Ordóñez Maldonado
apela a la defensa de la Patria. Inconveniente y peligroso que un ex
funcionario sugiera que hay que salir a marchar porque la Patria, con sus
símbolos e instituciones, está en peligro por cuenta de un Gobierno que “roba” al
Pueblo y desconoce su voluntad.
Y nuevamente, desde su Fe y su
doble moral religiosa, señala que la Familia sigue en riesgo, desconociendo las
aclaraciones y ajustes que se introdujeron al Acuerdo Final (I), luego del
triunfo del NO, en el plebiscito del 2 de octubre de 2016. Este elemento
confirma que Ordóñez, junto con Uribe Vélez y su Centro Democrático, buscarán
darle un carácter plebiscitario[1] a las
elecciones de 2018. Y lo harán, al insistir en temas sensibles para los
sectores godos y premodernos de la sociedad colombiana, como la homosexualidad,
la defensa de la familia tradicional, el matrimonio igualitario, la eutanasia y
el aborto, entre otros.
Sin duda, estamos ante un
discurso incendiario y de franco desconocimiento a la institucionalidad que
alguna vez él mismo defendió, eso sí, desde su particular forma de entender el
papel del Estado (debe ser confesional), el de la Procuraduría (cerró los ojos
ante el caso Odebrecht), el del Ciudadano (se necesitan súbditos) y el de Dios
(que debe guiar el ejercicio del poder político).
Ordóñez habla de dictadura. Es
claro que con su discurso busca reclutar incautos, ignorantes o simplemente
exhibir la filiación ideológica de aquellos colombianos que creen a pie
juntillas en el Estado confesional, o creen que los organismos de control deben
servir, exclusivamente, para perseguir a funcionarios públicos impíos o
aquellos ideológicamente contrarios al carácter religioso de quien, por
ejemplo, en adelante funja como Procurador General de la Nación. Y es que
Ordóñez, durante sus casi 8 años al frente del Ministerio Público, fungió más
como un Abad[2], que como un verdadero
garante de los derechos de los colombianos.
El candidato a la presidencia,
Alejandro Ordóñez Maldonado, en el señalado video, usa la figura masculinizada
de una bella joven. Las tirantas que llevan el ex procurador y la muchacha,
representan el lejano pasado en el que aún vive Ordóñez. Instalado en un
momento oscuro de la historia de la humanidad, la aparición de la joven, con
las mismas tirantas del Momio de marras, claramente nos dice que la tradición
no muere y que por el contrario, existen jóvenes dispuestos a defender la
moral, las buenas costumbres, el talante confesional del Estado y el lugar
preponderante de Dios en la vida política de la República.
En menos de dos minutos, Ordóñez
Maldonado expone los pilares de lo que es y será su programa de Gobierno: el
desmonte del Estado Social de Derecho, para instalar en Colombia un Estado
confesional; el desconocimiento de los avances en materia de libertades y
derechos, alcanzados gracias a las sentencias de la Corte Constitucional en
temas como el aborto, eutanasia y matrimonio igualitario. Es decir, un regreso
a la Constitución de 1886. Su enfermiza y encolerizada defensa la familia
tradicional, lo llevará, en caso de que se convierta en Presidente, a
desconocer los derechos de quienes optaron por no tener hijos, vivir en unión
libre y lo más grave, desechar la vida de cientos de miles de madres solteras
que con denodado esfuerzo han sacado adelante a sus hijos e hijas.
Sin duda, el de las tirantas está
decidido a transformar a Colombia en un enorme monasterio. Ya se advierte en su
discurso el talante mesiánico necesario para iniciar la cruzada para salvar a
Colombia. Qué susto. Amanecerá y veremos.
Adenda 1: Ordóñez y Uribe coinciden en un asunto primordial: el
desmonte del Estado Social de Derecho. El primero, para hacer de Colombia un
Estado confesional. Y el segundo, remplazarlo por el Estado de Opinión.
Adenda 2: con el uso de las tirantas en la joven, Ordóñez Maldonado manda el claro mensaje de la uniformidad de pensamiento y la masculiniza, para indicar que todo debe continuar girando en torno a la tradición, al discurso masculino y a la figura del Gran Macho.
Imagen tomada de EL ESPECTADOR.COM