Por
Germán Ayala Osorio, profesor Asociado y politólogo de la Universidad Autónoma de Occidente
Criminalizar la legítima protesta de los trabajadores de la rama judicial[1], de los corteros de caña y de los valerosos indígenas del Cauca es la estratagema que usa el gobierno colombiano, con el propósito de desconocer la responsabilidad del Estado frente al bienestar de los trabajadores, pero especialmente frente a la vida, autonomía y el respeto a los pueblos indígenas. Es decir, el asunto indígena está, históricamente vivo, pues dichos pueblos siguen esperando que se les respete sus formas de entender el mundo.
Con la política de seguridad democrática como marco jurídico y político, el gobierno de Uribe se empeña en calificar toda protesta como una acción propia de terroristas vestidos de civil, aupados por unas FARC, que curiosamente, el propio Gobierno señala que están debilitadas. Al parecer los farianos tienen tiempo y energía para infiltrarse en las protestas de Asonal, de los corteros, y claro, de los indígenas. Qué decir entonces del suboficial del ejército, de origen indígena, que las comunidades indígenas retuvieron, castigaron y ‘refrescaron’. ¿Qué hacía en la protesta? ¿Acaso estaba haciendo labores de inteligencia?
El proceder belicoso, arrogante e intimidatorio del Gobierno busca desvirtuar y ocultar unos hechos graves que vienen sucediendo en el Cauca y en general en el país: el ajusticiamiento de indígenas, lo que viene configurando un sistemático proceso de desaparición, de exterminio, de unos pueblos que cultural y políticamente nos han dado señales de coherencia, mística y respeto por los demás y por el propio entorno natural. La propia Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) ha registrado 1.240 muertes desde 2002.
¿Qué acciones ha adelantado el Gobierno de Uribe para evitar el exterminio de comuneros y líderes indígenas? De tiempo atrás es evidente que al Presidente le molestan los asuntos y la vida misma de indígenas y afrocolombianos.[2]
Así como el Gobierno señala que los farianos están detrás de la protesta de los indígenas, ellos y nosotros los citadinos, podríamos afirmar que detrás del sistemático exterminio están hacendados, terratenientes, paramilitares y dirigentes políticos del Cauca y de Bogotá, que guardan especial interés en los territorios en los que sobreviven los indígenas. En el listado de enemigos del proceso de reivindicación y fortalecimiento cultural y político de nuestros hermanos también están las Farc y grupos de narcotraficantes.
La representación de los asuntos indígenas como un problema histórico ha venido legitimando la violencia intersectorial contra dichos pueblos. Cristina Rojas lo expresa de esta manera: “El discurso sobre la violencia y la civilización ha modificado las identidades de actores individuales y colectivos, transformando su representación y la definición de los lugares donde ocurre la violencia… Las fronteras entre civilizadores y bárbaros, y entre violencia legítima e ilegítima son producto de la lucha alrededor de la representación. La clasificación de una acción como violenta no es una réplica automática de los hechos: por el contrario, el término violencia puede emplearse exclusivamente para describir la resistencia de los grupos dominados, tales como las mujeres, los trabajadores, los negros o los indígenas. La violencia ejercida contra ellos – la raíz de su resistencia – puede designarse bajo una categoría que oculta y diluye su opresión.” [3]
Con la negativa de Uribe Vélez[4] de dialogar con los indígenas del Cauca, el propio Gobierno da un portazo a la solución pacífica del confllicto generado por el reclamo legítimode los indígenas, no sólo en torno al proceso de aniquilamiento denunciado desde 2002, sino en relación con el incumplimiento de viejas promesas del Estado central frente a la entrega de tierras cultivables, como vía para resarcir masacres como la del Nilo. Para disfrute del Presidente, habrá más violencia para ocultar la opresión que se ejerce, de diversas maneras, en contra de los pueblos indígenas.
Adenda:
Ante la falta de nuevos golpes certeros contra la cúpula de las Farc, el gobierno de Uribe construye escenarios de persecución en los que los espíritus de ‘Tirofijo’ y Reyes siguen levantados en armas. El Presidente necesita, sin duda, de un largo reposo que puede alcanzar si acepta ser ex presidente. Sería un alivio para el país.
[1] El paro se levantó ayer 17 de octubre de 2008, después de 44 días. Asonal señaló que se trata de una suspensión del paro. La decisión se tomó a través de un mecanismo de consulta interna entre los trabajadores.
[2] No olvidemos que el nombramiento en la cartera de cultura de Paula Marcela Moreno Zapata, una afrocolombiana, se dio por presiones de un grupo de congresistas norteamericanos. De tiempo atrás se comenta la animadversión que el Mandatario siente por la población negra e indígena.
Germán Ayala Osorio, profesor Asociado y politólogo de la Universidad Autónoma de Occidente
Criminalizar la legítima protesta de los trabajadores de la rama judicial[1], de los corteros de caña y de los valerosos indígenas del Cauca es la estratagema que usa el gobierno colombiano, con el propósito de desconocer la responsabilidad del Estado frente al bienestar de los trabajadores, pero especialmente frente a la vida, autonomía y el respeto a los pueblos indígenas. Es decir, el asunto indígena está, históricamente vivo, pues dichos pueblos siguen esperando que se les respete sus formas de entender el mundo.
Con la política de seguridad democrática como marco jurídico y político, el gobierno de Uribe se empeña en calificar toda protesta como una acción propia de terroristas vestidos de civil, aupados por unas FARC, que curiosamente, el propio Gobierno señala que están debilitadas. Al parecer los farianos tienen tiempo y energía para infiltrarse en las protestas de Asonal, de los corteros, y claro, de los indígenas. Qué decir entonces del suboficial del ejército, de origen indígena, que las comunidades indígenas retuvieron, castigaron y ‘refrescaron’. ¿Qué hacía en la protesta? ¿Acaso estaba haciendo labores de inteligencia?
El proceder belicoso, arrogante e intimidatorio del Gobierno busca desvirtuar y ocultar unos hechos graves que vienen sucediendo en el Cauca y en general en el país: el ajusticiamiento de indígenas, lo que viene configurando un sistemático proceso de desaparición, de exterminio, de unos pueblos que cultural y políticamente nos han dado señales de coherencia, mística y respeto por los demás y por el propio entorno natural. La propia Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) ha registrado 1.240 muertes desde 2002.
¿Qué acciones ha adelantado el Gobierno de Uribe para evitar el exterminio de comuneros y líderes indígenas? De tiempo atrás es evidente que al Presidente le molestan los asuntos y la vida misma de indígenas y afrocolombianos.[2]
Así como el Gobierno señala que los farianos están detrás de la protesta de los indígenas, ellos y nosotros los citadinos, podríamos afirmar que detrás del sistemático exterminio están hacendados, terratenientes, paramilitares y dirigentes políticos del Cauca y de Bogotá, que guardan especial interés en los territorios en los que sobreviven los indígenas. En el listado de enemigos del proceso de reivindicación y fortalecimiento cultural y político de nuestros hermanos también están las Farc y grupos de narcotraficantes.
La representación de los asuntos indígenas como un problema histórico ha venido legitimando la violencia intersectorial contra dichos pueblos. Cristina Rojas lo expresa de esta manera: “El discurso sobre la violencia y la civilización ha modificado las identidades de actores individuales y colectivos, transformando su representación y la definición de los lugares donde ocurre la violencia… Las fronteras entre civilizadores y bárbaros, y entre violencia legítima e ilegítima son producto de la lucha alrededor de la representación. La clasificación de una acción como violenta no es una réplica automática de los hechos: por el contrario, el término violencia puede emplearse exclusivamente para describir la resistencia de los grupos dominados, tales como las mujeres, los trabajadores, los negros o los indígenas. La violencia ejercida contra ellos – la raíz de su resistencia – puede designarse bajo una categoría que oculta y diluye su opresión.” [3]
Con la negativa de Uribe Vélez[4] de dialogar con los indígenas del Cauca, el propio Gobierno da un portazo a la solución pacífica del confllicto generado por el reclamo legítimode los indígenas, no sólo en torno al proceso de aniquilamiento denunciado desde 2002, sino en relación con el incumplimiento de viejas promesas del Estado central frente a la entrega de tierras cultivables, como vía para resarcir masacres como la del Nilo. Para disfrute del Presidente, habrá más violencia para ocultar la opresión que se ejerce, de diversas maneras, en contra de los pueblos indígenas.
Adenda:
Ante la falta de nuevos golpes certeros contra la cúpula de las Farc, el gobierno de Uribe construye escenarios de persecución en los que los espíritus de ‘Tirofijo’ y Reyes siguen levantados en armas. El Presidente necesita, sin duda, de un largo reposo que puede alcanzar si acepta ser ex presidente. Sería un alivio para el país.
[1] El paro se levantó ayer 17 de octubre de 2008, después de 44 días. Asonal señaló que se trata de una suspensión del paro. La decisión se tomó a través de un mecanismo de consulta interna entre los trabajadores.
[2] No olvidemos que el nombramiento en la cartera de cultura de Paula Marcela Moreno Zapata, una afrocolombiana, se dio por presiones de un grupo de congresistas norteamericanos. De tiempo atrás se comenta la animadversión que el Mandatario siente por la población negra e indígena.
[3] ROJAS, Cristina. Civilización y violencia, la búsqueda de la identidad en la Colombia del siglo XIX. Bogotá, Vitral- Norma – Pontificia Universidad Javeriana- CEJA. 2001. p. 33.
[4] Estuvo el jueves 16 de octubre de 2008 en la ciudad de Cali, en varios eventos, entre ellos, la celebración de los 50 años de existencia de la Universidad Santiago de Cali. Les mandó a decir a los indígenas que deberían pedir perdón a los policías por las agresiones.
2 comentarios:
Es la visión justa de lo que sucede en este gobiierno en el que un encantador de serpientes tiene hechizado al pueblo con el decir "frentero", "frentero" para iinsultar, satanizar y desviar la atención de los problemas reales de este país, que se le está saliendo de las manos a porrazos de portesta ciudadana.
Nilo
Si definitivamente este hombre es un monstruo, un dictador … una escoria humana.. pero no hay que negarle la capacidad de convencimiento que tiene con su discurso para sacarle hasta las tripas al “pueblo” …claro que en verdad cuando se tiene un pueblo ignorante el trabajo es más fácil.
Nuestros indígenas son el claro ejemplo de compromiso, integridad y respeto. Ojala a cada uno de nosotros sintiéramos correr por nuestras venas por lo menos la milésima parte de la sangre que a ellos les corre para hacer respetar nuestros derechos y nuestra identidad.
Pienso que como están las cosas, poco a poco a este hombre se le tiene que poner el “Cristo de Espalda”. .. Paro de los cortadores de caña, paro de los indígenas, para del sector judicial y ahora paro de los registradores… estos últimos están dispuestos a que los destituyen si es lo que pretende pero como casi todos llevan más de 15 años de servicio deben ser indemnizados. … claro que el “Presi” es capaz de hacer esto con tal de imponerse y no pierde plata porque se inventa otro impuesto u alza así como hizo recientemente con la subida de la gasolina porque no podía permitir que Ardila Lule siguiera perdiendo tantas plata…. Por el paro de los cañeros…Increíble!!!! La consigna …. “Solo los ricos entran al reino de Uribe”.
Otra cosa….DIOS quiera que al joven que esta trabajando con las “cadenas” o DRF..al cual ya lo llamaron los magnates dueños de los bancos quienes están preocupados porque la gente esta sacando la plata de sus arcas y le propusieron montar un banco,,,algo así como” usted ya tiene suficiente dinero para montar un banco y asociarse con nosotros” y él les respondió que ese no era un intención sino ayudar a la gente y por eso motivo también esta amenzado ya. …nada de raro será que “El mismo gobierno” sea quien lo tenga amenazado para quitarle del camino la competencia sus amigos banqueros..
Y es que aquí también esta la doble moral de Uribito….dice que son ilícitas las “cadenas” paro les creo un nombre y deben pagar impuestos al gobierno para funcionar. Entonces qué?...
LA GUAJA
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