YO DIGO SÍ A LA PAZ

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viernes, 10 de septiembre de 2010

CONSIDERACIONES ÉTICAS, POLÍTICAS Y MEDIÁTICAS ALREDEDOR DE LA DESIGNACIÓN DE ANDRÉS FELIPE ARIAS COMO EMBAJADOR EN ITALIA

Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo


La designación de Andrés Felipe Arias como embajador de Colombia en Italia, tras la renuncia de Sabas Pretel de la Vega, tiene implicaciones ético-políticas, que dan luces sobre el verdadero talante que en adelante tendrá el gobierno de Juan Manuel Santos. Con tal decisión, Santos borró el carácter tecnócrata que le quiso dar a su gobierno, al nombrar técnicos y a especialistas en carteras estratégicas y neurálgicas para el manejo del Estado.

Con su decisión, autónoma, pero no por ella incuestionable, el Presidente muestra una ética acomodaticia, que se ajusta con facilidad a los intereses burocráticos y politiqueros de su antecesor y a los que aparecen detrás del propio partido conservador, que le da cobijo ideológico y político al cuestionado ex ministro de Agricultura.

Con la decisión, Santos manda varios mensajes a disímiles actores y sectores. Primero, a las confundidas audiencias en Colombia: los cuestionamientos éticos no pueden estar por encima de los acuerdos políticos. Segundo, a las fuerzas políticas: para ser pragmáticos toca olvidarse de consideraciones éticas y, dado el caso, de los llamados propios de la justicia. Tercero, al propio ex presidente Uribe: le estoy cumpliendo lo pactado.

La actuación del gobierno de Santos responde al mismo talante expuesto por Uribe, con una sutil diferencia: el aplomo del actual Presidente. Contrasta el estilo camarrorero y frentero de Uribe, con las formas educadas y sosegadas de Santos.

Lo sucedido con los recursos de la política pública Agro Ingreso Seguro sería suficiente para que cualquier gobierno medianamente sensato, se abstuviera de designar como embajador a un funcionario que manejó recursos del Estado con criterios clientelistas, asociados a los intereses y a las deudas de gratitud con quienes apoyaron la dañina aventura reeleccionista de quien fungía en ese entonces como Presidente de la República.

El nombramiento de Arias como embajador en Italia es un premio a las prácticas clientelistas ya institucionalizadas en Colombia. Este asunto debería de ser suficiente para que los medios de comunicación asumieran por fin el papel de vigilar las actuaciones del gobierno. Con el tenue tratamiento periodístico-noticioso dado a la polémica decisión, las empresas mediáticas también mandan varios mensajes. A las audiencias, les dicen: esperen la misma actitud de autocensura que mantuvimos en el periodo 2002- 2010, en el contexto de un extendido unanimismo mediático, ideológico y político. Al gobierno de Santos, medios y periodistas les dicen: registramos el hecho, pero tomamos distancia desde lo editorial, lo político y lo periodístico.

Baste sólo con revisar varias notas para reconocer que hay medios[1] interesados en cuidar la buena imagen del gobierno de Santos. Por ejemplo, la nota que publicó la W Radio (http://www.wradio.com.co/nota.aspx?id=1355297, ingreso realizado el 10 de septiembre entre las 12:30 y la 1 de la tarde), pone en evidencia la postura asumida por dicho medio, expresada en un tratamiento que a todas luces oculta lo polémico que resulta el nombramiento de Arias. Veamos la nota:

<< “El presidente Juan Manuel Santos aceptó la renuncia del embajador en Italia, Sabas Pretelt de la Vega, luego de que la Fiscalía General lo llamara a juicio por el caso de la ‘yidispolítica’. “El doctor Sabas Pretelt me ha insistido mucho que le acepte su renuncia. Finalmente se la vamos a aceptar, no sin antes pedirle al doctor Sabas que tiene un compromiso como Presidente del Programa Mundial de Alimentos, donde a él lo eligieron no como representante de Colombia, sino a título personal, que asista a la última reunión de ese programa, que presida para que pueda despedirse como Dios manda, de una excelente labor que hizo el doctor Sabas Pretelt”, puntualizó el Mandatario. En reemplazo de Pretelt de la Vega fue nombrado el ex ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias. Hace pocos días, la Procuraduría General destituyó e inhabilitado por 12 años para ocupar cargos públicos a Sabas Pretelt de la Vega por haber ofrecido una notaría a Yidis Medina para que votara a favor de la reelección presidencial. El jefe de Estado además anunció la designación del periodista Germán Santamaría, como embajador en Portugal; y a Orlando Sardi, como embajador en España”>>. (sic).


Mientras que al ex ministro Sabas Pretel le reconstruyen los hechos jurídicos, disciplinares y políticos, al recién nombrado embajador en Italia le ocultan sus actuaciones en la ejecución de recursos públicos de la política pública Agro Ingreso Seguro.

Resulta a todas luces inconveniente el tratamiento periodístico dado por el señalado medio, obligado ética y periodísticamente a dar el mayor contexto a un hecho político de tal importancia. ¿Por qué el silencio?, me pregunto.
Ahora miremos el tratamiento periodístico dado por El Colombiano, en una nota publicada en Internet (http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/A/andres_felipe_arias_nuevo_embajador_de_colombia_en_italia/andres_felipe_arias_nuevo_embajador_de_colombia_en_italia.asp?CodSeccion=182; acceso efectuado a la 1 de la tarde, del 10 de septiembre de 2010):

<<“El ex ministro de Agricultura Andrés Felipe Arias fue designado por el presidente de la República, Juan Manuel Santos, como el embajador de Colombia en Italia tras aceptar la renuncia de Sabas Pretelt de la Vega. "El doctor Sabas Pretelt me ha insistido mucho que le acepte su renuncia. Finalmente se la vamos a aceptar, no sin antes pedirle al doctor Sabas que tiene un compromiso como Presidente del Programa Mundial de Alimentos, donde a él lo eligieron no como representante de Colombia, sino a título personal, que asista a la última reunión de ese programa, que presida para que pueda despedirse como Dios manda, de una excelente labor que hizo el doctor Sabas Pretelt", puntualizó el Mandatario. Durante la instalación del Congreso de Exportadores, que se realiza en Medellín, el presidente dijo además que "en Portugal vamos a designar como embajador al periodista Germán Santamaría y en España vamos a designar a un antiguo presidente de Proexport, al doctor Orlando Sardi". >>.

En la misma actitud de la W radio, el periódico regional oculta datos a sus lectores, que pueden resultar claves a la hora de calificar un hecho político. Esa misma actitud de ocultamiento de hechos y de datos, se hizo evidente en el gobierno de Uribe. Queda claro que Santos no sólo heredó de su antecesor la cuestionada política de seguridad democrática, sino el comprometido silencio de unos medios apegados más a sus intereses comerciales, que a la búsqueda de la verdad y a la generación de estados de opinión pública democráticamente útiles.

[1] Los periódicos EL TIEMPO y El PAIS, por lo menos reconocieron que la decisión del gobierno era polémica, calificada así por analistas y por políticos de diversos sectores.

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