YO DIGO SÍ A LA PAZ

YO DIGO SÍ A LA PAZ

jueves, 22 de noviembre de 2012

GERLEÍN, UN MACHO QUE PIENSA COMO CUATRERO

Por Germán Ayala Osorio, comunicador social y politólogo


El macho cabrío del senador Gerleín irrumpió con tal fuerza, que no sólo desconoció elementos y preceptos constitucionales, sino que confundió el escenario personal y privado en donde él puede pensar lo que quiera, con un escenario público y político en el que su retrógrada y enfermiza forma de pensar sobre la homosexualidad, no tiene cabida. De esta forma, debe declararse impedido para discutir y votar cualquier proyecto de ley en el que se aborden temas y asuntos de la homosexualidad y del reconocimiento de derechos a la población LGTBI.

Como servidor público no puede caer en este tipo de actos violentos que lo único que hacen es legitimar la homofobia, la misoginia y en general, ese discurso machista y esa masculinidad impetuosa, grosera y básica que hace rato debimos superar, pero que Roberto Gerleín luce con un orgullo muy propio de cuatreros y bandidos.

Este godo congresista representa al país violento que no hemos podido dejar atrás, justamente por esas conductas y posturas que desconocen unas realidades y unas identidades en las que están involucradas las ideas de felicidad y las particulares opciones de vida de millones de colombianos que sólo exigen, con razón, un trato justo y respetuoso.

Como bien señaló el político, él representa las ideas del partido Conservador. Si es así, no podemos sólo fustigar las opiniones de Gerleín, sino rechazar abiertamente la ideología conservadora, y en particular, a esa insepulta colectividad que apenas si logra deambular por la escena política de Colombia, sostenida por la tradición y la burocracia garantizada por gobiernos necesitados de generar forzosos consensos a través de la entrega de recursos públicos y de dádivas.

Ojalá se anime la comunidad LGTBI y en particular las ONG del ramo a demandar la investidura y al propio Gerleín, por su postura abiertamente discriminante. Pero mientras ello sucede, tomemos conciencia alrededor del peligro que para la democracia y el estado social de derecho representa el partido Conservador y el sujeto Roberto Gerleín.  

Pobre país este en el que aún sobreviven este tipo de personajes. Al principio, las opiniones de ese anacrónico macho cabrío dan rabia. Luego, siento un profundo pesar por la ignorancia y la estupidez exhibida por quien confunde el ámbito de lo privado con el político, ámbito en donde requerimos funcionarios públicos que respeten la constitución, la ley, pero sobre todo, a quienes en la diferencia, buscan, como todos, alcanzar la felicidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gayala:Siguen saliendo de sus madrigueras medievales estos desastrosos representantes,misógimos,antrópófagos y anacrónicos.Ya es hora de vetar a todos estos engendros que tanto daño le hacen a nuestra pobre democracia.Y lo peor es que viven de nuestros impuestos.


Rodrigo